OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]

15. Sitiando al enemigo

Ahora tu y yo estamos conectados, más bien... Siempre lo estuvimos ¿no es así?

—Ensihi

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Naoya salió de viaje al extranjero con un plan de aproximadamente un mes para asociarse con otras empresas y expandir la compañía a nivel internacional, además de reforzar lazos y relaciones ya establecidas.

La familia Okazaki, al igual que la familia Harada se encontraba involucrada en la industria farmacéutica, tenían centros de investigación así como productos y medicamentos especializados para alphas y omegas, tales como: catalizadores de celo, inhibidores, supresores, entre otras cosas.

Se podría decir que ambas compañías eran rivales y enemigas, mejor dicho competencia directa. La líder por excelencia fue por muchos años Delta Company, quien siempre estuvo un paso adelante de Aureon, el sello de los Okazaki. Tras la muerte del CEO Harada Seita y su familia, Delta pasó a manos de su hermano, Harada Masaki, pero lamentablemente su dirección y sus decisiones no fueron las mejores, dejando que Aureon se posicionara como la número uno y bajo su protección creció el consorcio farmacéutico más poderoso del país.

Fue así que Naoya creció rodeado de lujos y riquezas, al igual que Enishi en sus primeros años de vida. El alpha tuvo mucha suerte pues el destino le puso en frente a las personas correctas quienes le ayudaron a crecer forjándose una personalidad noble y bondadosa, siendo valiente y determinado en hacer el bien en el mundo, creyendo que todas las personas estaban al mismo nivel por el simple hecho de ser seres humanos, muy contrario al estereotipo de niño alpha rico, mimado, prepotente y altanero. Él solía ser más dulce y amable fuera con quien fuera, siempre y cuando recibiera el mismo trato o él observara como eran los demás para con otros, llegando en ciertas ocasiones a ser muy fácil de engañar debido a su inocencia e ingenuidad.

Yendo en retrospectiva, Naoya conoció a su pareja destinada siendo muy joven, en una fiesta de élite cuando tenía 6 años, éste era un niño pequeño de ojos claros como el ámbar, no sabía nada sobre cómo funcionaba el mundo en ese entonces pero supo de inmediato al verlo llorar, que quería secar sus lágrimas y hacerle sonreír. Logró ser su héroe al defenderlo de los abusivos y así fue como comenzó su historia.

Era una atracción tan grande hacia su pequeño amigo que quería estar siempre con él para protegerlo y buscaba a asistir a cualquier reunión similar en la que posiblemente lo fuera a encontrar, sin embargo un día le prohibieron verle y cuándo él preguntó por qué su familia calló y no contestó ante sus súplicas, haciendo que al crecer despertara la duda y curiosidad. Sus padres al verlos juntos supieron que no querían ese tipo de relación alpha-omega para su hijo, sino una como la suya, alpha-alpha, y lo desaprobaron aún más cuando se enteraron que el pequeño omega resultó ser un Harada.

Los padres de Enishi por su parte, buscaban sólo el bienestar de sus hijos, sabían que entre Enishi y aquel jovencito de ojos azules con quien jugaba había algo especial, estaban felices de que entablara amistad con otros niños a demás de sus hermanos que fueran amables con él, pues recibía educación en casa, pero al saber de qué familia provenía, temieron por la integridad de su hijo y prefirieron dejar así la distancia que los Okazaki habían puesto entre los dos niños. Aún si eso significaba provocarle tristeza a su pequeño.

Al llegar al colegio en la etapa en la que los exámenes de género se hacían públicos entre los alumnos y los rumores e historias sobre los amores destinados llenaban los salones, Naoya no pudo evitar pensar en que él era uno de los pocos alphas que lo conseguían y que ya había conocido, su omega destinado era Shi-kun.

Le encontró sentido a sus sentimientos por aquel niño en el que seguía pensando a pesar de los años con el mismo cariño y la misma intensidad, se encontraba feliz sabiendo eso pese a que no recordaba el nombre del niño sino del que él creía era su hermano, para colmo... no sabía el apellido.