OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]

10. Términos y condiciones

Para cerrar cualquier tipo de contrato necesitas leer y tener claro un par de cosas, ¿Alguna vez leíste realmente los términos y condiciones? ¿si? ¿estás completamente seguro?... ¿Ves cómo ya te hice dudar?

—Toru

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El contrato entre ambos había sido firmado y el vínculo se había formado.

—¡SUÉLTAME!— Enishi zafó bruscamente su muñeca de la mano del alpha en total shock, sintió el recorrer de un rayo por el cuerpo al momento en que éste lo había tocado, llevándose una mano al pecho, asustado era poco.

Naoya lo miraba fijamente sorprendido de lo que acababa de pasar, lo que acaba a de sentir no lo iba a dejar mentir.

—Eres tú.

—¡NO! NO EMPIECES CON ESAS FREGADERAS. NO.

—¿Entonces? ¿Cómo explicas lo que acaba de pasar? ¿Y las veces anteriores qué? ¡Esto lleva pasando desde hace meses y lo sabes! ¡Dímelo! ¡Responde!

—ESTÁS LOCO, ¿ME OYES? ¡JAMÁS SEREMOS COMPAÑEROS! ME LARGO— el omega dio la vuelta para salir por la puerta pero Naoya rápidamente lo detuvo colocando una mano en el cuello, tocando su marca aún sangrante. Éste empezó a liberar sus feromonas haciendo que el muchacho de los ojos miel perdiera toda fuerza, yéndose hacia atrás para caer sus brazos.

Fue una orden directa con intensión de frenarlo, nunca antes había utilizado ese poder que venía con su género, claro, tampoco había existido alguien con extrema sensibilidad a su persona, no de esa manera, sus feromonas lo paralizaron respondiendo a su dueño.

El alpha lo cargó y lo escaneó de pies a cabeza con atención sin saber qué asimilar. Le recostó de lado en la cama, observando el cuerpo de aquel muchacho vestido con una playera blanca y pantalones deportivos verdes, fue a buscar un botiquín a la recepción del hotel, cuando regresó Enishi seguía sin reaccionar en la misma posición en la que le dejó, lo cual le alivió y comenzó a limpiarle la marca, trazando con el algodón el contorno que habían dejado sus dientes, percatándose de las demás heridas y moretones repartidos por todos lados, él tampoco estaba exento pero el salvajismo venía claramente de su parte.

Mi boca, todavía sabe a metal.

Colocándole una venda en el cuello, Naoya se quedó esperando a que se despertara, pero estaba tardando, esto era mucho para él, necesitaba un ancla. Tomó su celular comenzó a llamar intentando localizar a Toru pero este no le respondía, ante la impaciencia salió de la habitación para buscarle.

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—Mmmh... ngh, ¡NO!— Enishi se incorporó de golpe sobre la cama, quería seguir pensando que había alucinado que todo había sido un sueño, pero la venda que tenía, los moretones y el dolor que le vino al sentarse lo aterrizaron en la realidad, volteó en todas direcciones pero no vio al alpha, así que aprovechó para salir. Revisando cada pasillo, cada esquina como si un policía de equipo SWAT se tratase sólo quería huir de allí lo antes posible, no le importaba el paradero de ese sujeto.

Entró a su habitación oscura, era de madrugada, no sabía exactamente qué horas eran y tratando de no despertar a su compañero quien ya se encontraba dormido, se metió en la ducha. Su cadera y sus piernas le dolían, así que no pudo mantenerse parado por mucho tiempo, terminó hincándose en el piso mientras el agua le golpeaba el cuerpo lleno de magulladuras y marcas. La escena era brutal y lo peor es que en su mente y la nada era lo mismo.