OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]

11. Alegato

Si no consigo recordar está bien si lo dejo así ¿Verdad? Es decir... ¿por qué diablos tengo que hacer lo que el puto "destino" dice que haga? ¡YO QUIERO DECIDIR MI VIDA! ¡DÉJENME EN PAZ!

—Enishi

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—La primera rama de la familia Harada, dueños de los laboratorios de investigación y la cabeza de la empresa "DELTA COMPANY" Seita, su esposa Hanako, sus hijos menores de edad: Ryuusei, Enishi y sus gemelas Hana y Kaori, fueron encontrados esta madrugada en su camioneta volcada al lado de la carretera, en la curva del km 85. El vehículo presuntamente fue embestido a gran velocidad por otro desde la parte trasera y perdió el control estrellándose contra la protección y cayendo al barranco, el responsable se dio a la fuga. El auto fue pérdida total y al parecer los cuerpos en el interior fueron rescatados sin vida. Esperamos declaraciones de la familia.

Solo hubo un noticiero que dio la noticia incluyendo el nombre del pequeño omega de en aquel entonces 6 años, nadie lo volvió a mencionar, como si hubieran olvidado que existía.

Enishi sí fue rescatado con vida en el lugar del accidente y trasladado a un hospital en donde permaneció en coma debido a la gravedad de sus heridas, lamentablemente fue el único que lo logró. Su familia restante, sus tíos, el segundo matrimonio después de sus padres, no quisieron hacerse cargo de él, e incluso planearon desconectarle del soporte vital al que estuvo aferrado para sobrevivir.

Los padres de Rina, amigos de los padres de Enishi, lo defendieron a capa y espada por honrar un poco la memoria de sus mejores amigos, a peticiones de sus propias hijas. Por desgracia al  pertenecer a un círculo de élite exigente en una sociedad marcada por los géneros, no pudieron hacer más por él que apoyarlo a la distancia.

Los Harada aceptaron dejarle vivir, con la condición de borrarle del registro familiar y no dejarle ver ni un yen de su herencia más lo que ellos quisieran entregarle, así como la sucesión de los derechos de reclamar la empresa como suya en un futuro, lo cual era lo lógico al ser el único hijo de los dueños vivo.

Así fue como el apellido de Enishi pasó de ser Harada a Nakahara, el apellido de soltera de su madre. Requirió de mucha terapia para recuperarse tanto física como mentalmente y paciencia para que sus recuerdos de vida regresaran después de lo había sido un trauma severo, éstos no lo hicieron completos y él lo dejó por la paz, todo resultaba muy doloroso, poco a poco recordó cosas que le fueron de utilidad para su desarrollo, no había necesidad de cavar más allá, no quería salir lastimado.

Lo quebraron y reconstruyeron por completo a una tierna edad, pasó de ser un niño que lo tuvo todo a no tener absolutamente nada y verse solo en un mundo que apenas comprendía. Su personalidad tímida, dulce y miedosa desapareció y dio paso a una nueva persona de carácter fuerte y determinado en labrarse un camino propio sin que nadie le dijera qué hacer o lo pisoteara por el simple hecho de ser un omega. Hizo del recuerdo de la familia que lo amó, su mayor fortaleza.

Naoya Okazaki su pareja destinada, aquel niño de cabello negro y ojos azules que lo defendió varias veces de otros niños abusivos, que le pegó curitas en la rodilla cuando se lastimaba y que le daba besos en la frente para que dejara de llorar, fue uno de aquellos recuerdos que se desvanecieron ante una contusión importante, el omega no recordaba a ese alpha, "su alpha" en lo absoluto.

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—¿Qué haces?— Se le acercó Murasaki por la espalda estando en la oficina. —¿Sigues con eso? Pensaba que no creías en esas cosas— el beta le señaló con la mirada todas las pestañas que Enishi tenía abiertas en su computadora, eran investigaciones, reportajes y notas acerca de las parejas destinadas, la marca y el vínculo entre alphas y omegas, no era la primera vez que lo encontraba buscando ese tipo de cosas pero apenas en ese momento se atrevió a preguntar, por lo visto tenía ya un par de días seguidos observando ese patrón.