Claramente ¡NO SOMOS y NUNCA SEREMOS iguales!―Enishi
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―¡AAAAARG!¿POR QUÉ TENGO QUE SER TAN IMBÉCIL?― gritó mirándose en el espejo del baño, mientras se lavaba la cara para enfrentar el día.
Estaba tan emocionado que olvidé completamente que mi celo comenzaba ayer, y apenas lo noté llegando a casa, creí que las medicinas ayudarían esta vez pero ¡No es suficiente!, Takenaka senpai tampoco me dijo nada al respecto, así que sólo quiere decir que debo sí o sí presentarme a la reunión.
―Medicina, tengo medicina.
El muchacho abrió el botiquín tras el espejo, para luego encontrar su reflejo con las mejillas un poco rojas, color que sabía podía irse intensificando a medida que esa sensación de cosquilleo debajo de ellas creciera.
―Ese no es el problema, el problema es el que se me va a armar cuando lo sepa la oficina y soy yo el que lidera― el omega comenzó a imaginar cómo llegando al trabajo, algo malo pasaría por su condición, por mucha medicina que tomara para un alpha con sentidos agudos notaría la diferencia con sus feromonas activas por el ciclo.
Aún si estaba muy pequeño para recordarlo, la verdad era que durante la mayor parte de su vida había vivido diferentes pero constantes rechazos y malos tratos por su género, empezando por el hecho de haber nacido omega en una familia poderosa de alphas de élite, y aunque dentro del seno familiar fue un niño amado y cuidado a pesar de los resultados, al quedar huérfano tras un fatal accidente se enfrentó a una aún más cruel realidad, sin haber estado prepadado para ello, Enishi fue un niño nacido en cuna de oro que de la noche a la mañana pasó a no tener absolutamente nada.
A pesar de las dificultades logró salir adelante parcialmente solo ya que la familia de Rina fungió como un pilar a la distancia para sostenerle a medida que crecía, pero como era de esperarse le desagradan otros alphas que no fueran sus padres, hermanos o su mejor amiga y su familia, especialmente aquellos que menospreciaban a otros, creyéndose superiores sólo por el género que portaban.
Si le llegaban a decir algo con respecto al suyo en la reunión con los nuevos clientes, muy probablemente no podría contenerse y estallaría causando algún alboroto, precisamente lo que quería evitar.
Abriendo el botiquín del espejo cogió una tira de cápsulas color azul, llenó el vaso de agua que tenía en el lavabo y se tomó dos como dosis inicial. Todavía no había sonado su alarma, aún era muy temprano, así que decidió tomar un baño de agua fría para despejarse antes de desayunar, pensó que eso le ayudaría también a quitar lo roja que estaba su cara. Antes de salir tomó una máscara y se cubrió el rostro con ella. Se dirigió rumbo al trabajo al que fue el primero en llegar.
―Buenos días Nakahara-kun― le dijo Takagi mientras el tono de su voz disminuía al ver la máscara que tenía ―¿Estás enfermo?― lo miró extrañada acercándose a su escritorio después de dejar sus cosas en el suyo.
―Buenos días Takagi-san― la volteó a ver parpadeando sus ojos en señal de que estaba sonriendo a pesar de tener la boca cubierta. ―Estoy bien, es sólo que...
―¿Te sientes bien?
―Sí, estoy bien, gracias. Olvidé mencionárselo a Takenaka senpai pero... mi celo comenzó ayer y entonces...
―Oh entonces ¿Te sientes mal? ¿tienes fiebre?... espera, ¿no es hoy la reunión del nuevo proyecto?― miró a Enishi algo consternada.
―No, no tengo fiebre, estoy bien tomando mis medicinas pero...mmh― bajó la cabeza en señal de que algo no estaba bien, con sus dos manos retiró la máscara que traía y se podía ver lo colorado que estaba su rostro.
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OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]
RomanceEnishi (ω) y Naoya (α) son una pareja destinada pero no tienen intenciones de enlazarse el uno con el otro, hasta que el instinto se apodera de ellos cerrando el contrato, yendo en contra de su voluntad.