OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]

3. ¡Te encontré!

Estoy muy seguro de que cuando era pequeño, conocí a la persona que cambiaría mi vida para siempre, a quien yo estaba unido y destinado a proteger, sin embargo lo perdí o al menos eso pensaba hasta que un día algo me hizo creer lo contrario.

—Naoya

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La mañana en la que tanto había estado pensando llegó, Enishi salió muy temprano de su apartamento para tomar el tren que se fue llenando a medida que las estaciones pasaban, dejando un minúsculo espacio para siquiera respirar como la mayoría de las mañanas. Animado y enérgico llega a las oficinas de una de las agencias de marketing y publicidad más reconocidas del país, en realidad era todo un evento en sí mismo, después de todo ¿realmente había posibilidades para él de llegar allí?

Debido a un concurso sobre una propuesta gráfica del que resultó ganador y posteriormente reclutado por una famosa empresa con buena reputación, su carrera como diseñador gráfico se vio disparada aún siendo todavía un estudiante, pues nunca se detuvo ni se conformó con lo que llegaba a alcanzar. Con habilidades natas para el dibujo, la ilustración y la fotografía bien podía haber elegido una carrera como mangaka o fotógrafo a tiempo completo, pero vio en el diseño y la comunicación visual algo que le atrajo bastante, siempre tenía algo que decir, algo que quería probarle a los demás y lo consiguió.

Al egresar de la universidad, se vio envuelto en solicitudes y aplicaciones laborales, de las cuales algunas no fueron fructíferas tras revelar su segundo género, no todas claro, tuvo y tomó muy buenas oportunidades, pero hasta el momento conservarlas siempre le resultó un tanto difícil, no por él o el desarrollo de su condición exactamente, pero cuando un beta o un alpha hacía su aparición cara a cara, los ojos de sus empleadores siempre reflejaban una incomodidad que lo tenía harto, "gracias por tus servicios", "no estamos contratando ahora", "el puesto ya fue ocupado", según ellos a la larga, no importa cuánta ayuda recibieran de su parte o cuan bien hubiera hecho su trabajo, al final tener un omega no les era rentable y generaba entorpecimientos para ellos, aun cuando el celo de Enishi era apenas perceptible, el simple hecho de que existiera, era incómodo para algunos.

―Buenos días, dígame ¿en qué puedo ayudarle?― le preguntó una de las recepcionistas que le vio entrar al edificio y acercarse al recibidor principal.

―Buenos días, soy Nakahara Enishi vengo por― antes de que pudiera decir otra cosa la mujer le interrumpió.

―Nahakara-san, le están esperando en el piso 12, pasillo a mano izquierda la tercera puerta, accese directamente por favor, aquí tiene su gafete, bienvenido.

―Ah, muchas gracias señorita. Que tenga buen día― sonrió amablemente haciendo que todas las empleadas cercanas por lo menos voltearan a verle unos segundos antes de que éste se alejara.

¡Ah! ¡Finalmente estoy aquí de verdad!

Enishi no dejaba de apretar fuertemente ese gafete camino al elevador, mientras toda clase de pensamientos rondaban por su cabeza, ese era un triunfo que se merecía saborear después de tanto sudor y sangre derramada.

―¡Kyaaa! ¡Que guapo es!

―¿Trabajará aquí?

―Obvio su gafete es verde, no es un invitado― cuchichearon un par a espaldas de la mujer que le había dado instrucciones específicas al omega.

―¿Viste? ¿Sí viste sus ojos? Son muy claros, bonitos.

―Sí, son muy claros, ¡destacan enseguida! Soy muy bonitos... ay quiero uno así... Mina consígueme uno así...