8. Cuenta regresiva

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Lo trataremos de negar lo más que se pueda... Pero sólo es cuestión de tiempo. No se puede evitar, lo inevitable. Este lazo... No puede romperce ¿Cierto?

 —Enishi

✦✦✦

La mañana transcurría sin ningún contratiempo. Aunque Enishi había saludado como siempre a Takagi y a Murasaki y éstos también a él, no podía evitar sentirse nervioso incluso al entablar contacto visual con ellos. El incidente había pasado, pero el omega aún se sentía frustrado consigo mismo.

—Enishi ¿puedes digitalizar estos bocetos? ¿En cuánto me los tienes?— le preguntó Niel dándole un montón pequeño de hojas sujetas por un clip.

—Dame una hora, en lo que termino esto otro— le contestó tras examinar lo que le había dado.

—Vale, cuento contigo— el alpha se arrastró sentado en su silla de rueditas hasta su escritorio, no sin antes picar con el dedo el costado de su pareja.

—¡Déja de joder!— le gruñó Murasaki entre dientes, mientras observaba que el alpha se alejaba aventandole un beso.

El beta suspiró, su amante no tenía remedio, pensaba. Regresando su vista al monitor, con el rabillo del ojo observó al omega junto a él, se veía muy concentrado en lo que hacía con sólo un audífono puesto, sin embargo su semblante había cambiado, estaba más callado y metido en el trabajo que de costumbre.

—Hey Nakahara, ¿quieres salir conmigo a la hr de la comida?

—Ah ¿yo?, ¿qué hay de Niel?

—El pendejo dejó las cosas a último minuto y se va a quedar a cumplir su deadline. ¿Ramen?

—Ammh sí, por mi está bien.

La mirada del omega se volvió algo triste y Murasaki se había dado cuenta de eso, pero prefirió decirle nada más y dejarlo trabajar.

✦✦✦

—Toc toc ¿Se puede?— Toru preguntó a la entrada de la oficina de su colega y amigo, quien estaba recargado con la cabeza hundida entre los brazos en aquél escritorio negro.

—Mmjah— pareció asentir y Toru entró.

El alpha de cabello largo platinado se acercó lentamente y se sentó en una de las sillas frente a Naoya —¿Hablaste con tus padres?

—Sí, pero sólo terminamos mal para variar. A menos que Sarah rompa el compromiso y dudo que lo quiera hacer, estoy con la soga atada al cuello. Lo que más me molesta es haber sido demasiado ingenuo creyendo que si renunciaba a estudiar lo que quería y hacía lo que ellos querían que hiciera, me dejarían en paz— El alpha alzó la cabeza para dejarle ver a Toru que tenía un golpe en el rosto a la altura de su pómulo izquierdo.

—¿Y eso?

—Taichi.

Toru suspiró y calmado se paró, acercándose al pequeño frigobar a un extremo de la oficina, lo abrió buscando algo frío para bajarle la inflamación a Naoya —¿Acaso ustedes no se cansan?— le preguntó mientras le lanzaba una pequeña botella de agua.

—Suerte tienes tú de ser hijo único— le respondió atrapando la botella en el aire.

—Quizás sí, quizás no. Más bien suerte tengo de tener los padres que tengo.

—Touché jaja. Oye...Tsk— Naoya escaneó a Toru con la mirada —¿No quieres acostarte conmigo?

—Ni que mi vida dependiera de ello imbécil. Ni en la peor borrachera.

OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora