OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]

2. Un comienzo

Permanece en mi memoria el comienzo de todo esto, ya que tomó un giro tan dramático en tan poco tiempo aún sigo pensando ¿Por qué así y por qué a mi?

—Enishi

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―Disculpe, ¿desea ordenar algo más?

―No, gracias. Con el vaso de té por el momento es suficiente― Enishi le regaló una cálida sonrisa a la mesera de la cafetería en la que estaba, haciendo que ésta se sonrojara un poco por ello, mirando el reloj que se había movido a la parte interna de su muñeca izquierda pensaba que llevaba ya bastante rato esperando, así que sacó su celular para revisar su última conversación.

••••••••••Mensaje de texto••••••••••

R: Shi-kuuuun!! ｡･ﾟﾟ*(>д<)*ﾟﾟ･｡

E: Eo!

R: Lo siento muchísimo!! Mi vuelo se retrasó y aun no llego a casa (╥_╥)

E: Eeeh? Pero hace rato dijiste que todo estaba bien. Me mentiste!! y yo aquí todo estúpido (＃'Д')

R: Lo sé, lo sé. LO SIENTOOOO.

E: Mmmh y tardarás mucho? Habla maldita bruja mentirosa.

R: YO PAGO TODO! ヾ(･ω<)ノ"☆

E: (￢_￢) 

R: Gracias! Gracias! Gracias! (ಥ﹏ಥ)

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―Aaah, hubiera hecho tiempo en otro lado, aún tengo cosas que entregar.

No pensé que esta mujer se fuera a tardar tanto, y encima el sueño me está venciendo, no caigas soldado, ¡No caigas! 

Lanzó un gran suspiro antes de mirar por la ventana a las personas pasar, en realidad había estado trabajando mucho con apenas tiempo para descansar, y para evitar quedarse dormido, comenzó a dibujar en una servilleta la silueta de unas amigas que platicaban en las mesas de afuera, trazos rápidos pero finos, la pluma era como un dedo más que podía mover a voluntad con gracia, su habilidad para observar y captar su entorno, ese era su talento.

―Awn bueno, no pasa nada si descanso los ojos unos minutos, no va a llegar ahora― bostezando, cruzando los brazos sobre la mesa recostó su cabeza para perderse segundos después.

―¡Shi-kun! ¡Shi-kun!― el eco de su voz era suave y fue repitiéndose hasta subir de volumen en su cabeza, su amiga había llegado a la mesa, dejando su bolsa en uno de los asientos vacíos frente al hombre perdido, la joven comenzó a llamarle por su apodo de la infancia, y al ver que éste no respondía se paró junto a él acariciando su cabello y le dio un beso en la mejilla que tenía expuesta para despertarle dulcemente, lo cual acaparó un par de miradas curiosas a su alrededor, un gesto tierno.

―Mmmh ¡Ah! ¡Rina!― dio un pequeño sobresalto y se incorporó de inmediato cuando se dio cuenta de lo cerca que ella estaba, ¿y esa sensación de cosquilleo en su cara?, sí la chica le había dejado un pequeño punto de gloss sutilmente rosa con olor a cereza.

―Jajaja estabas babeando― entre risas tomó asiento, apartando sus cosas a la otra silla que en total eran 3.

―Claro que no, acababa de cerrar los ojos, tardaste demasiado― se quejó pasándose la mano por la boca por aquello de la desconfianza en si mismo ante lo que escuchó.