OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN]

24. Sin escoger

Para nuestra desgracia o buena suerte, nacemos. No podemos elegir o cambiar muchas cosas simplemente hay que aprender a vivir con lo que nos toca. La línea de salida es diferente para cada quien, sin embargo la meta estoy seguro que es completamente manipulable a voluntad.

—Toru

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Naoya llegó ya caída la noche a casa. Éste inició su vida independiente en aquel lugar una vez entrando a la preparatoria, estaba acostumbrado a estar solo desde muy pequeño, siempre que volvía todo estaba en silencio y oscuro. Con el tiempo y la modernización de las lámparas y luces, los focos se prendían a cierta hora para dejar aquella residencia encendida y recibirlo.

Al principio y a simple vista parecía que todo estaba igual sin embargo él sabía por aquella sensación de calidez indescriptible en el pecho, que ya no estaba solo, lo cual le daba una alegría interna al regresar a su hogar, al fin compartía la casa con alguien más e incluso algo que iba más allá de sólo eso. Subió a la habitación de Enishi y le observó un poco hasta que éste se movió.

—Hey... ¿Cómo te sientes?

—Mmmh... Estoy... drogado... no...me hables...

—Drogado... ¿Roura fue contigo?

—Sí.

—¿Tomaste tus medicamentos hoy?

—Sí.

—¿Dejaste en paz la lavadora?

—Sí.

Y sí...

—Enishi...

—Sí...

—Te amo.

—¿Mmmh? Ok... no tan dro... gado.

—Rayos— Naoya se le acercó para darle un beso en la frente al omega quien estaba acostado y arropado en la cama casi dormido.

—No...hagas...eso... Contrólate ¿Quieres?— Enishi abrió los ojos para mirarle enojado, se sonrojó ante esa pequeña muestra de cariño.

—¿Te duele?— el omega apenado esquivó la mirada y lo negó, el alpha se rió mientras se sentaba en la orilla de la cama. —Me dijiste que sí, más de una vez. Ahora eres mi novio y quiero tratarte como tal, te advierto... ser dulce es uno de mis encantos.

—Argh... alé... ja... te, empalagoso.

—Bien, bien trata de no hablar mucho, y tomar líquidos por el momento, prometo que te llevaré a cenar cuando puedas comer sólidos de nuevo.

—Me de...bes... mi jodida hamburguesa.

–Jajajaja tú tampoco quitas el dedo del renglón— Naoya vio que el omega no podía mantenerse despierto, ya no tenía aquel collar de plástico, en su lugar llevaba el cuello vendado casi en su totalidad. Sus costillas estaban mucho mejor al haber restringido sus movimientos lo más que pudo, aún no estaba completamente recuperado, pero sin duda había avanzado un tramo enorme, con solo un poco más de ayuda, volvería a recuperar su salud y su estabilidad. Con suerte aceptaría los sentimientos de su compañero y aspirarían a un futuro juntos lleno de paz.

El alpha de ojos azules logró que su compromiso se anulara, sus padres aceptaron dejarle en paz con respecto al tema por el momento.

Un poco más tarde de haber cantado victoria, los Evans se vieron envueltos en una serie de escándalos por fraude y los Okazaki estaban conformes con haber retirado sus colaboraciones y negocios con ellos antes de que eso ocurriera y les afectara, así que fue por eso que Naoya recibió lo que tanto quería: paz.