19. La reina sin corona

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—Quieto ahí... dame eso— Toru iba conduciendo y observó con el rabillo del ojo como Naoya tomaba su teléfono con una expresión desesperada y ansiosa.

—¿Qué haces? ¡Devuélvemelo!

—¡No!, necesitas calmarte, no voy a dejar que hagas nada en estos momentos. Ibas a buscar a Sarah ¿o no? Si actuamos impulsivamente no vamos a lograr nada bueno, ella va a ganar y eso ya lo sabes— se lo arrebató colocándolo bien adentro entre sus piernas.

—Mierda... ¡¿ENTONCES QUÉ?!

—Evidentemente nada de lo que querías hacer funciona, hay pensar con la cabeza fría, primero cálmate.

—¡AAARGH!— golpeó con el puño la guantera del auto sin inmutarse por el golpe. Tras un buen rato en silencio regañado como niño pequeño mirando por la ventana se quedó dormido, su cuerpo cedió ante el estrés.

El peliplata a pesar de los gritos supo manejar la situación, claro que las feromonas asesinas de Naoya lo intimidaban pero no era momento de tenerle miedo. Toru encendió el estéreo y puso música a un nivel bajo para al menos cantar en su mente y despejarse, tenía que pensar sobre lo que harían llegando a Aureon, enfrentar a Sarah primero no era la mejor opción.

La ropa de Naoya estaba manchada de sangre en mal plan, no lo iba a dejar entrar así, podrían salir perjudicados. El alpha entró al estacionamiento del edificio y bajó del auto, Okazaki no se despertó, fue hasta la oficina de éste y le buscó otra muda de ropa extra que su amigo tenía ahí, volvió con él y esperando unos minutos le despertó.

—Naoya llegamos, ten cámbiate aquí dentro— el hombre despertó sintiéndose más cansado y torpe, tardó en reaccionar, se pasó hacia el asiento trasero sin salir del coche, quitándose la ropa informal manchada a una formal, intentando calmar su furia.

—Esto no fue sólo un mal sueño ¿verdad?— le preguntó mientras se abrochaba la camisa color vino que su amigo le había traido.

—Me temo que no.

—Ok... Primero tenemos que convencer a los demás de no cancelar el trato, quizás pagar menos pero proseguir, sin duda RS aceptará el problema es internamente aquí. Les voy a exponer las razones de peso en mi decisión, tendrán que aceptar. Mierda... Si tan solo no hubiera dejado pasar estos dos días...

—Ya, tranquilo, se hará. Con respecto a Sarah. Enfrentémosla desde el lado de Aureon. No hables de Nakahara aún si te provoca y lo saca a discusión, seguramente ella sabe de su relación y su vínculo o no sé, no sabemos que más pruebas de ustedes dos tiene, niega todo lo que te pregunte, tú sólo enfócate en "quisiste meterte con mi proyecto y mi trabajo". Todo lo demás está listo, podemos utilizar esto como cereza del pastel, lo podemos hacer hoy mismo, convoca a una reunión... Una vez cancelado el compromiso la acorralaremos con algo respecto a Nakahara, como daño colateral o algo así, el punto aquí es desacreditarla de todos lados para que si ella grita a los cuatro vientos "es que él está enredado con un omega yo lo vi" nadie le crea y eso mi estimado, eso va a estar muy difícil...

—¿Hah?

—¿Cómo que por qué? Porque simple y sencillamente simpatizas con omegas. Quieras o no es creíble que mantuvieras relaciones con un omega, incluso reclamado uno. Sin embargo hay que mantener tu vida sexual y tu enlace en privado y fuera de discusión.

—Pero que tiene si ya vamos a exponer la suya... La mía igual va a quedar sobre la mesa.

—Bueno sí... pero tú no eres el que importa ¿ok? A grandes rasgos esto es lo que haremos— Los dos continuaron hablando en el auto antes de salir, entraron a las oficinas de Aureon y algunos se sorprendieron de ver al jefe de sección Okazaki llegar antes de lo previsto. Reunieron a los altos mandos y discutieron sobre el asunto, al parecer nadie estaba dispuesto dejar pasar el atropello.

OH MY FCKNG DESTINY [EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora