Nos alejamos muy despacio, sin dejar de mirarnos.
Siento mi corazón latir... ¿cuánto tiempo pasó para volver a sentirme con vida? La sonrisa más sincera se dibujó en mis labios, después de más de 15 años fingiéndola... me siento muy diferente... ¿qué fue lo que hizo ese beso en mí?Me quitó la llave de mi mano, la guardó en el bolsillo de su pantalón, y me preguntó burlón:
—¿Quieres irte con ese estúpido? Bien, pero tendrías qué caminar un montón de kilómetros, pues de aquí saldrás, pero sin tu camioneta...No puedo responderle, me he quedado sin voz, sólo puedo pensar en ese beso. Es que... sus labios... ¡carajo, sus labios me acaban de cambiar la vida!
—¿No vas a decirme nada? —cuestionó a nada de soltarse riendo.
—Vuelve a besarme y te mataré, idiota. —Le empujé sin poder dejar de sonreír, y subí a mi habitación.
Cerré la puerta y toqué mis labios; debo de aceptar que me estoy muriendo por otro beso suyo... ¡mierda, mi mundo se puso de cabeza con eso!
****
Me levanté muy temprano y les preparé un delicioso desayuno; aunque suena difícil de creer, esta es la primera vez que cocino desde que me casé con Liam.
Espero que les guste, de verdad me inspiré por ellos...Liam apareció junto a Joanna en la entrada del comedor y se miraron con confabulación, devolvieron su mirada a mí y no pude sentirme más incómoda. ¿Qué hice ahora?
—¿Estás bien? —demandó Liam.
—Sí, ¿por qué? —pregunté confundida.
—Preparaste todo eso, Katrina —aludió mi hija —. ¿Desde cuándo haces eso?
—Pues... sólo quería que desayunaran rico. Según sé, siempre es Liam el que cocina —le contesté.
—Y lo hago muy bien —se defendió y Joanna sonrió.
—No lo dudo —dije sonriendo también —. Sólo quería sorprenderlos. Me gustaría que desayunáramos juntos al menos hoy... ¿por qué no se sientan?
—Lo siento Katrina, yo quedé de desayunar con una amiga. No puedo fallarle —afirmó Liam y mi sonrisa se borró por completo.
—Y yo iré con papá y Nancy —mencionó Joanna.
—De verdad lo lamentamos, todo se ve delicioso —se disculpó Liam y asentí sin mirarles.
Se marcharon y en cuanto escuché la puerta cerrarse, comencé a botar en la basura todo lo que preparé.
El llanto me ganó y me sentí como una mierda, lo peor de todo, es que tienen muchisíma razón en tratarme así...***
Estoy con los Baylee y mis ex compañeros de la secundaria, en el funeral de Noah Baylee.
Ha sido bastante incómodo para mí por culpa de Sky Coleman; cuándo Alessia habló con sus amigos de Lucy Carlin y su "supuesta" venganza, ella sólo se dedicó a mirarme como si supiera la verdad. En cuánto a los desgraciados de mis ex compañeros, quedaron muertos de miedo al escuchar lo que mi "mejor amiga" les contó.Me alejé un poco de ellos y David me siguió; le miré con seriedad y él me sonrió.
Sentí la mirada amenazante de Alessia sobre nosotros y traté de reprimir mi risa, ¿acaso ya está celosa? Oww, pero si todavía no ha visto nada...—¿Estás bien? Has estado muy callada hoy —notó.
—No creo que alguien vaya a estar en una pura fiesta, en medio de un funeral, David —le respondí, mirando el muy notorio disgusto de mi querida Baylee.
—¿Sigues enojada conmigo? —preguntó.
—¿Sigues pensando qué soy esa chica?
—¿Sigues pensando qué soy un imbécil?
—Depende de lo qué sigas pensando tú...
—¿Sabías qué estoy muriéndome por besarte? —confesó en un susurro.
—¿Sabías que ahí está tu noviecita, lanzándonos miradas fulminantes? —cuestioné riendo.
—Está loca...
—Y ahí viene —refunfuñé, al verla acercarse.
—Hola, ¿qué hacen? —demandó al llegar.
—Nada interesante... sólo hablábamos de la actividad de hoy. Es que Joanna cantará en su colegio —mencioné.
—Sí, ya lo sé. Mi hermana también, creo qué lo harán juntas —dijo con clara molestia —. David, ¿podemos irnos? Quiero descansar un poco...
—Claro, ya vamos —accedió David.
—¿Te importa, Kat? —me preguntó Alessia y negué con mi cabeza.
—No se preocupen por mí, también me voy ya...
Salí del cementerio junto a ellos y busqué mi camioneta; ahora debo de ir con Anne, y averiguar de qué demonios me habló con tanta seguridad anoche...
Tras treinta minutos más o menos, llegué a la enorme casa de mis suegros.
Abrieron los portones para que pudiese entrar, estacioné el auto y bajé.
Anne apareció en la entrada con una sonrisa y me extendió sus brazos, debo de admitir que con cada minuto qué pasa estoy más nerviosa...—¿Cómo estás, linda? —me preguntó, saludándome con un beso en la mejilla.
—Anne, estoy desesperada por hablar con usted, de verdad me preocupa lo que dijo anoche —dije sin perder tiempo.
—Tranquila Katrina —murmuró muy pacífica —. No tienes porqué temer, sabes qué aunque casi no hablemos ni compartamos, yo te quiero cómo a una hija también.
—Basta, dígame ya la verdad, por favor.
—¿Por qué no pasas? —me invitó y acepté.
—Ya, ¿qué demonios pasa?
—¿Almorzamos?
—Anne, por favor, déjese de rodeos, ¡dígame qué sucede! —le exigí ya irritada.
—Tú no eres Katrina Montekbull... tú eres Lucy Carlin, ¿o me equivoco?
—¿Qué? ¿De qué está hablando, Anne?
—Sé la verdad... por favor no quieras tratar de mentirme más, porque será peor —afirmó y comencé a llorar agobiada.
Ella lo sabe... ¡sabe la maldita verdad!
Todo da vueltas, voy a... desmayarme...
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Operación Katrina© || TERMINADA
RandomLucy murió y nació Katrina Montekbull. La mujer de hielo, aquella que vive únicamente para cobrar venganza. A muy corta edad rompieron su corazón y robaron su inocencia de la manera más cruel, ahora deben de pagar una a una cada lágrima. Crearon un...