—¡Bishop cuéntame que fue lo viste en esa visión! —ladra Naziffi entrando sin permiso —Y no me ocultes nada, ya estoy cansada de que me ocultes las cosas.
—¡Naziffi, vi a Anne muerta. Lilith la mataba para quedarse con el hijo que daba a luz, ¿ya estas tranquila?!
— Como así, de que hijo hablas, explícate dice a la vez que se pone de pie para ir a sentarse en el umbral de la ventana.
— Anne va a tener un hijo y ese engendro va a ser muy poderoso... Lilith lo va a utilizar para destruir tanto el cielo como el infierno.
— Deberías alejarte de ella — frunzo el ceño — Si porque la vas a embarazar, cumpliendo así tu premonición. Piensa.
— Ese engendro será de un ángel, tendrá poder celestial y maligno... Va a ser invencible.
— Eso cambia todo... ¿Lilith sabe lo que viste?
— Si yo se lo dije y antes de que preguntes, se lo dije porque estaba de acuerdo, yo también quería destruir toda esta mierda y crear algo nuevo, pero vi que la perra esa mataba a Anne, a mi Milufer y no lo puedo permitir.
La visión la tuve hace aproximadamente dos años y medio, antes de que Lucifer me arrebatara los ojos. Me encontraba revisando el estado de mis legiones cuando Biltrix me informó que Anne había tenido un accidente y que estaba muerta.
En ese momento lo único que se me ocurrió fue ir en busca de Azrael el ángel de la muerte, para que la devolviera al plano terrenal. Lo que fue un error, ya que si hubiese muerto posiblemente estuviera en algún círculo del inferno y sería mucho más fácil cuidarla o sacarla de ahí. El caso es que conseguí que le devolviera la vida, a cambio de entregar una de mis legiones.
Cuando acudí al lugar del accidente, Anne todavía se encontraba sumergida con todo y vehículo, al sacarla, ya le habían devuelto la vida y se encontraba con los ojos abiertos mirándome fijamente. Intenté ver a través de sus ojos el motivo que la llevó a querer quitarse la vida, pero no vi nada de eso, ni de ocho meses atrás, al parecer le ocultaron los recuerdos, pero lo que si observé fue una fugaz visión de su futuro. Nos quedamos así, mirándonos en silencio por un largo lapso de tiempo, hasta que ella desvío la mirada hacia los hombres sombras que se encontraban a nuestro al rededor.
En ese momento comenzó a llorar y a gritar de forma histérica e intentó saltar de nuevo al mar. Por suerte la agarré antes de que lo hiciera y fue cuando llegaron sus ángeles de la guarda. Intentaron atacarme a mí y a media legión que me acompañaba, pero les dije quién era y la visión que tuve y se ofrecieron a ayudarme a cuidarla y a combatir al ejército de Lilith con el fin de evitar una guerra. Al final, borré esos breves recuerdos de la mente de Anne para poder mantener el anonimato.
Vuelvo al presente cuando comienzo a percibir fuertes vibraciones y zumbidos en el ambiente acompañados de unas leves ráfagas de luz que cualquier humano ordinario no podría captar.
–Oye... Sientes eso — dice Naziffi poniéndose en pie.
–Sí, se abrió un portal.
Naziffi se pone en guardia y sacas sus cuchillos. Yo, me acerco al ventanal y observó que el portal que se abrió está a unos cuantos kilómetros de aquí. El portal Ocaso17
Aquí en esta ciudad hay cuatro portales, pero ese es el menos concurrido.
— Viene un ángel — me informa Naziffi y me aparto del ventanal.
A los pocos segundos, entra Rimini rompiendo el ventanal con sus alas.
— Es aliado — le informo a Naziffi, puesto que tenía intenciones de atacarlo.
—¿Sabes que está pasando en el portal Oo17? — pregunta Rimini y noto que trae puesto su traje de combate.
—No tengo idea — respondo y me siento para intentar ver a través de los ojos de Biltrix. Sinceramente estaba vez no sé qué está ocurriendo allá afuera.
—Espero que no sea una obra tuya para poder regresar al infierno con Anne — ladra Rimini enfadado, por mi parte, cierro los ojos y lo ignoro por completo— Puesto que me enteré de que el plano terrenal está afectando tus alas y que ya no te está funcionando la hechicería diabólica.
Tiene razón en lo segundo, me siento más débil, la piel de mis alas se esta cayendo, por eso tengo que movilizarme como un ser humano. Cada vez me cuesta más mantener mi aspecto de demonio oculto y mis poderes ya no son los mismo. No sé si es por el acercamiento que tuve con Anne o porque llevo mucho tiempo aquí en la tierra... En fin, tengo que regresar urgentemente al infierno.
—¿Quién te crees tú para hablarle así? — dice Naziffi.
—¿Y tú quién eres? —pregunta Rimini
—Soy la primera comandante de su legión aire y tengo todo el poder para destruirte, así que háblale con el respeto que se merece, él es...
Dejo de escuchar su enfrentamiento y me concentro en acoplarme a Biltrix. Cuando ya estamos conectados, él se dirige hacia el ocaso y a dos kilómetros de distancia le pido que se dibujé una runa para que no sea percibido. Ya en el lugar, veo a Demediel, un caballero infernal que sirve a las tropas de Pirichiel, un príncipe aéreo. Se encuentra mirando hacia y el cielo con los brazos abiertos atrayendo nubes oscuras. Hecho un vistazo alrededor y no veo a nadie más, pero algo me dice que no vino solo y no puede ser que sólo salga del infierno para jugar con las nubes, así que decido salir de los ojos de Biltrix y le ordenó que venga hacia mí.
—Oye, nunca más vuelvas a hacer eso, soy un soldado... —dice Rimini.
Creo que esta lo besó.
—¡Silencio, que ya Bishop volvió! —le grita Naziffi —¿Que viste, a cuantos hay que matar?
—Es Demediel, al parecer vino sólo pero no me confío — observo el horizonte y veo que se está oscureciendo y se aproxima una tormenta.
—Él es un demonio nocturno, no tiene nada que hacer aquí en pleno día — dice Biltrix apareciéndose junto a Naziffi —¿Qué ordenas?
–Guardián irá a cuidar a Anne. Naziffi habla con Dorian para que este atento y después ve en busca de 100 de los nuestros por si toca luchar y apoya a guardián. Biltrix averigua si Demediel vino sólo. Rimini, ¿puedes consultar si éste pidió permiso para cruzar sólo o con tropas? — Rimini asiente y veo como guardián sale a cumplir su misión.
—¿Y tú que harás? —pregunta Rimini.
—Iré a hablar con él.
—Estás loco, deja que alguien te acompañe o, mejor dicho, ve con alguna de tus tropas, yo me encargo de hablar con Rafael —dice Rimini.
—No. Siento que es algo personal —hace años robe algo muy preciado para él y creo que ahora tratara de cobrármelo —Y no te preocupes, se cuándo necesito apoyo, además si vino sin permiso los ángeles se encaran de él.
Todos salen a hacer lo que les pedí y yo me dirijo a hablar con esa rata asquerosa.
¡Que comience la batalla!
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MILUFER ©
Mystery / ThrillerObra registrada en la Dirección Nacional de Derecho de Autor - Ministerio del Interior de Colombia Nº de Registro 10-942-225 ¿Te imaginas despertar un día y darte cuenta que estás en el infierno? «Ten cuidado con lo que deseas, nunca sabes quién te...