Miro por última vez la luna llena e ingreso a la cabaña y nos quedamos de pie frente al umbral de la puerta. Después de salir del Infierno me vine a vivir a la cabaña que tiene mi familia en Alaska, apenas llevo tres meses intentando tener una vida normal y esta la primera vez que dejo que mis ángeles crucen la runa que hice para protegerme de Bishop. En este lapso de tiempo no he sabido nada de ningún demonio y eso me gusta.
—Ya sabes lo que tienes que hacer con él Milufer— dice Dorian refiriéndose a Maciel.
—Ya sé que no es necesario que le de comida porque está como muerto en vida, pero tengo que cuidarlo del frío y todas esas cosas para que no se muera y que tiene que dormir dentro de la hucha.
Decidí que me haré cargo de mi hermanito porque como no crece nada más lo podría hacer. Al fin podré hacer lo que no pude con Matías.
Este asiente y se acerca para despedirse. —Cuídate y por favor no vayas a hacer nada que enoje a los ángeles, yo veré que puedo hacer para que le quiten la maldición a Maciel.
Me da un abrazo y un beso en la frente para luego irse.
—¡Descuida ve con Dios; saluda a Rimini y Abbaton de mi parte ¡
Le grito antes de que cruce la runa.
—Y bien, tu a qué horas te vas.
—Creo que me voy a quedar a dormir —Cemiel ríe a lo que se recuesta sobre el umbral de la puerta. —Me voy después de que hablemos.
Me cruzo de brazos y apoyo la espalda en la puerta. —¿Hablar de qué?
—Sobre él. —lo observo fijamente y me niego, yo lo único que quiero es hacer de cuenta que Bishop no existe. —Es sobre una duda que tengo. Es muy importante y te juro que después de lo que te diga ya no lo veras de la misma forma.
No entiendo a dónde quiere llegar con esto, lo único que queda es escuchar.
—Te escucho. Espero que no me hagas perder el tiempo.
Él sonríe y se acerca más a mí para luego empezar.
—La naturaleza de ese demonio me pareció muy extraña, de sobre manera, desde el día en que me topé con él. En los grimorios se habla mucho de él, se dice que roba poderes, legiones y que sólo ha tenido una Milufer en su existencia. Con Milufer hacen referencia a amadas, pero yo creo que no es así.
Hace una pausa y mira hacia el interior de la cabaña, yo también lo hago... Lo único que sé ve es oscuridad.
Después de unos segundos vuelve a hablar—Estuve investigando, hay tantos ángeles como demonios. Hay demonios que se crean, ángeles que caen y unos cuantos nacidos; por cada demonio hay un ángel, una pareja ordenada. Te preguntaras que pasa con los que mueren sea ángel o demonio, pues siempre se crea otro para mantener el equilibrio. Si el demonio que es mi contrario muere, se crea otro demonio para mí. Si un ángel cae, se crea otro ángel y si nace uno de estos seres, nace uno contrario. — tiene sentido—Claro está que en tiempos de guerra el equilibrio se altera hacia un bando, mas no por mucho tiempo.
—Comprendo, y esto que tiene que ver con Bishop, ¿mató a su contrario o a más ángeles?
—Tiene que ver que él no tiene. Cuando me di cuenta, fui en busca de Metatron y logré que me lo comprobará. En los registros no aparece el ángel que le corresponde y tampoco aparece ningún registro de creación de algún Bishop Bismillah ni ningún otro nombre por el que se le conozca. Ese demonio no existe.
Me quedo boquiabierta mientras se me pone todos los pelos de punta.
Hace una pausa y vuelva a mirar hacia atrás. —Milufer no te asustes ni nada, pero eso solo puede significar que él no es un demonio.
Ahora si mi mente se nubla y los escalofríos no cesan. —Explícate por favor Cemiel.
Como que Bishop no es un demonio si yo misma lo he visto en su forma demoníaca.
Me toma de ambas manos y luego habla —Hay un registro de todos los ángeles y demonios que se han creado en la historia, ningún demonio se escapa incluso tú ya estás ahí, pero él no está en el registro de Lucifer ni de Metatron. Según lo que Lucifer dijo cuando se le exigió una explicación fue que era un raro demonio legendario que ya estaba en el infierno cuando él llegó, pero que ya lo había visto antes en la tierra. Metatron está haciendo todo lo posible por descifrar quien es Bishop, pero por ahora se mantiene la hipótesis de que él no es un demonio ni mucho menos un ángel y además de eso, Gabriele Arcángel descubrió que hay un arcángel que tuvo una conexión sentimental con él, de hecho, le ayudó para poder matarte sin que nada pasará.
Paso la mano por mi cabello e intento no perder la calma.
—No te asustes pero lo mejor es que vayamos a un lugar seguro, porque se rumora que él es...
La marca de Dite en mi mano se aviva y yo tiemblo.
—¿Estas bien? —pregunta a lo que suelta mis manos.
—Si, pero tienes que irte — él niega y yo insisto. Esto síntomas solo significan una cosa y no quiero que nada malo le pase —Ven te acompaño.
Lo cojo de la parte baja de la camisa y lo llevo hasta donde está la runa y salida.
—No te puedo dejar aquí.
—Puedes, yo estaré bien, así que por favor vete y no regreses hasta que yo te llame— lo miro con súplica y este al final asiente y cruza la runa.
Mientras voy hacia la cabaña por mi cuerpo viajan miles de escalofríos. Corro cuando escucho el llanto de Maciel, cosa que me sorprende porque él no llora. Apenas cruzo la puerta todas las luces se apagan y puertas y ventanas se cierran solas. La oscuridad que hay es tan densa que no puedo ver nada. A tientas llego al cuarto de Maciel, intento abrir la puerta pero esta no abre; cambio a mi forma de demonio e intento derribar la puerta pero no cae ni abre. Desesperadamente golpeó la puerta, cuando en el suelo se refleja que en el interior de cuarto hay llamas, casi se me sale el corazón. Vuelvo a intentar abrir la puerta, le pido a mis sombras que salgan pero ellas no lo hacen y lo que me transmiten es un sentimiento de miedo, le temen a lo que hay detrás de esa puerta.
Imágenes de Maciel calcinado corren por mi mente, siento miedo, mucho miedo y lloro de la impotencia. Cuando crecía que todo estaba perdido la puerta se abre y yo retrocedo. Lo primero hago es buscar a Maciel con la mirada y lo que veo es la mitad de la habitación en llamas, después veo dos ojos azules que yo conozco muy bien, hasta que mi vista cae en sus brazos, donde acuna a Cemiel que aún llora desgarradoramente.
—Bishop no le hagas daño por favor. —suplico entre sollozos.
—Cuando te proclamas señora e hija de un lugar, simplemente no puedes huir así por así. Mi Milufer lo peor que pudiste hacer fue abandonarme —dice con voz tétrica mientras acaricia el pecho de mi hermanito, justo encima de su corazón —Y tendrás que pagar por ello.
Sonríe con malicia y yo siento temor como nunca antes lo había sentido.
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MILUFER ©
Mystery / ThrillerObra registrada en la Dirección Nacional de Derecho de Autor - Ministerio del Interior de Colombia Nº de Registro 10-942-225 ¿Te imaginas despertar un día y darte cuenta que estás en el infierno? «Ten cuidado con lo que deseas, nunca sabes quién te...