Narra Bishop
—Bishop... detente por... favor —veo la impotencia y tristeza en sus ojos por no poder defenderse de mí.
Su mente en estos momentos en un desastre dominado por la sorpresa, y como ella misma lo estaba pensando, nunca espero morir a manos del ser que ama.
Lentamente sus párpados se van cerrando y a su vez, una lágrima negra desciende por su mejilla. Su corazón ya no late más, el tercer jinete ha muerto.
Suelto su cuello y observo el cielo, este tiene un aura morada y sé que ya comenzó. Tomo a Milufer entre mis brazos y me encamino hacia el portal.
Apenas Petra y Mara me ven llegar encienden más de mil velas. Deposito a Milufer sobre una mesa hecha de oro, piedra caliza y diamante negro, la cual se encuentra recubierta por runas talladas.
—Debiste ser más... Más suave—réplica Biltrix observando las marcas en su cuello. —Hubiera sido mejor una muerte rápida e indolora.
—Lo sé. —en ese momento estaba un poco fuera de mí y me deje cegar por mis instintos. Pero el plan era no causarle dolor alguno—¿No ha dicho nada?
—Nada aparte de que si cumplió.
—Ve a vigilar como están las cosas en la tierra.
Este asiente y se va por el mismo portal por el que entré, espero hasta que las brujas terminen de hacer lo suyo y cuando se van destruyo el portal.
Voy hasta donde está mi Milufer y acaricio su mejilla, aun su sangre está caliente. Rápidamente hago una incisión en las venas de sus muñecas y dejo que la sangre caiga sobre las runas.
Mientras se desangra aprovecho para cambiarme de ropa y para buscar todo lo que necesito.
Solo nos quedan diez minutos.
En estos momentos nos encontramos en partes del infierno que muchos demonios no conocen, me encuentro justo en las fosas, en el hogar de uno de los creadores del infierno.
Mi primer hogar.
Voy hasta la piedra de Ofres y ahí dejo todo lo que este creador me pidió a cambio de ayudarme: simplemente plumas de ángeles. Que un creador del infierno pida plumas, significa que muy pronto un nuevo ser muy poderoso tomará forma de demonio.
Regreso a la mesa y ya está totalmente bañada en sangre y las runas brillantes.
Ya puede empezar el ritual.
Como murieron cuatro demonios muy poderosos, ahora se deben crear otros para suplir las bajas y equilibrar la balanza con los ángeles que también se han de crear. Y justamente en eso consiste el ritual: no se crearán cuatro demonios si no tres y la energía que el creador iba a usar para darle vida al cuarto demonio, la depositará en Milufer para traerla de regreso a la vida.
Mis manos encendidas tocan la mesa y esta se empieza a hervir, parte de la fusión de oro, piedra y diamante entra por las betas que tiene Milufer. El creador en forma de bruma se acerca y nos rodea por completo. La energía que poseen estos seres es muy pesada, desprenden maldad, es más son la maldad del mundo. Cuando todas las betas del cuerpo de Milufer se alzan en llamas, parte de la bruma del creador ingresa por su boca, su cuerpo convulsiona por varios segundos y al terminar todas las betas de su cuerpo se apagan. Cojo un recipiente que contiene sangre pura y angelical y la vierto sobre todo su cuerpo y con esto termina el ritual.
Revivir cualquier ser que habite este mundo está prohibido, pero, es lo que tenía que hacer. Lo único que queda es esperar hasta que despierte.
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MILUFER ©
Misteri / ThrillerObra registrada en la Dirección Nacional de Derecho de Autor - Ministerio del Interior de Colombia Nº de Registro 10-942-225 ¿Te imaginas despertar un día y darte cuenta que estás en el infierno? «Ten cuidado con lo que deseas, nunca sabes quién te...