Luego de nuestra pequeña salida de anoche debo confesar que mi pánico se redujo considerablemente y comencé a relajarme un poco. Regresamos sanas y salvas al apartamento y nadie sospechó nada de Alison siendo un experimento o de mí secuestrándola y trayéndola a este lugar. Así que hoy en lugar de desperdiciar el día completamente encerradas en el apartamento, decidí dejarla disfrutar de los pequeños placeres que los niños encuentran en un parque.
Ahora mismo, Alison sube y baja una y otra vez por los juegos del parque con una enorme sonrisa en la cara mientras me saluda cada vez que sale del tobogán y cae sobre la arena que cubre el suelo debajo de este. Al principio, me tomó media hora lograr que perdiera el miedo a deslizarse y enseñarla a subir una simple escalera de cuatro escalones, sin embargo, ahora parece nadar como un pez en el agua.
Yo me muero de aburrimiento y en busca de un poco de entretenimiento, me dedico a observar lo que sucede a mi alrededor. Un chico de sudadera gris pasa trotando frente a mí completamente perdido en la música que escucha y bañado en sudor; a lo lejos escuchar el tintineo de la campana de un niñito aprendiendo a montar la bicicleta, una vieja anciana pasea a su pequeño perro y tan solo segundos después veo al chico de la sudadera pasar de nuevo.
Lo observo extrañada puesto que a pesar de que el parque no es enorme, si es lo suficientemente grande como para que te tome más de segundos recorrerlo a la velocidad en la que trota.
Un pequeño cosquilleo de inseguridad se apodera de mi estómago y de inmediato busco por Alison, quien ya no está en la resbaladilla. Mi corazón se acelera de inmediato al no verla, pero logro encontrarla enterrando sus pies en la arena que rodea el área de juegos con un rayo de sol pegándole justo en la cara.
El chico vuelve a pasar y esta de inmediato me pongo de pie y me decido por volver al apartamento en caso de que el lugar no sea seguro, pero justo cuando estoy por dar el primer paso hacia ella alguien choca conmigo.
Al levantar la mirada me encuentro con un par de ojos que me resultan bastante familiares y una gota de sudor recorre la mejilla sonrojada de quien me sujeta en sus brazos y recorre su perfecto rostro hasta que llega a su barbilla y luego cae hasta el reducido espacio de suelo que hay entre nosotros.
—Lo... lo siento —tartamudeo cuando me suelta. El chico me sonríe y así de pronto, estoy perdida.
—¿Se volverá un hábito encontrarnos en esta situación? —Su voz es grave y su sonrisa; su sonrisa es perfecta.
Lo miro completamente confundida y estoy por dejarle en claro que jamás nos habíamos encontrado cuando caigo en cuenta de que se trata del mismo chico con el que me topé ayer antes de salir el edificio.
Sus ojos logran hipnotizarme de nuevo y lo hacen con tanto éxito que no me había percatado de que viste la sudadera gris del chico que hace minutos trotaba a mi alrededor.
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[BORRADOR] EL CÓDIGO QUE NOS UNE ©
Science Fiction🚧(Hola. Gracias por tu interés en mi historia. ¡Te recomiendo leer la edición final que puedes encontrar en mi perfil ya que este es un borrador y muchas cosas han cambiado! ¡Me dará gusto verte allá!) 🚧 • • En un futuro donde la experimentación h...