🚧(Hola. Gracias por tu interés en mi historia. ¡Te recomiendo leer la edición final que puedes encontrar en mi perfil ya que este es un borrador y muchas cosas han cambiado! ¡Me dará gusto verte allá!) 🚧
•
•
En un futuro donde la experimentación h...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si soy honesta, jamás pensé que pudiera llegar a volver a sentirme bien con mis padres luego de todo lo que sucedió, pero ahora que he escuchado la verdad. Todo parece tener un poco más de sentido.
El resentimiento que guardaba muy en mi interior por su falta de atención, las preguntas acerca de su relación como pareja y el sentimiento de traición por ocultarme mi pasado todo este tiempo han desaparecido casi por completo.
En realidad, no querían lastimarme, no fue su intención que me enterará de la manera en lo que lo hice, simplemente, fueron obligados a seguir esas instrucciones.
Viendo a mi madre frente a mí me parece admirable. Ha hecho más cosas por mí en toda mi vida de lo que pudiera imaginar, empezando por el hecho de que arriesgó todo lo que tenía por mantenerme a salvo y con vida, a pesar de que no seamos biológicamente nada... cosa que jamás podría imaginar viniendo de mi verdadera madre, quién parece haberme abandonado sin pensarlo dos veces.
—¿Estuviste presente cuando nací? —pregunto cuando termino de comer la hamburguesa que pedimos de cenar.
—Sí, yo misma atendí el parto —confiesa.
—Entonces, ¿conociste a mi madre? —inquiero y ella asiente, tragándose el ultimo pedazo de hamburguesa que tenía en la boca.
—Ella nunca te conoció —señala—, si es eso a lo que le estás dando vuelta en tu cabeza. —La miro por la increíble manera en la que es capaz de leer mi mente.
—Es que... no logro entender como alguien puede ser tan cruel como para dejar que experimenten con... quien técnicamente pudo ser su hijo —balbuceo jugueteando con las papas que permanecen en el centro de la mesa—. ¿Por qué no me quiso? —pregunto mirándola y ella limpia las lágrimas que por alguna razón comenzaban a luchar por salir de sus ojos.
—Los laboratorios pagan una enorme cantidad de dinero a sus portadoras. Reciben una enorme cantidad de dinero previo al embarazo y otro pago bastante generoso luego de entregar al bebé. —Su respuesta no logra calmarme en absoluto.
—¿Pero nunca le interesó conocerme? —contesto con un nudo en la garganta. Ella pone una mano sobre la mía.
—Aunque hubiera querido hacerlo, no lo tenía permitido —contesta apretando mi mano—. Lo más que supo ella de ti fue la manera en la que lloraste al nacer —comenta—. La sometimos a una cesárea para que tuviera que soportar el dolor de un parto y una manta cubrió su visión durante todo el procedimiento para evitar que te viera y pudiera formar cualquier lazo contigo.
—¿Y qué hay de después de nacer? ¿Nunca regresó al laboratorio? ¿No le interesó saber si sobreviví? ¿Si pasé la maldita prueba? —mi voz se rompe con la última pregunta y ella se pone de pie inmediatamente para sentarse a mi lado y envolverme nuevamente en sus brazos.