Démonos vida. - Aiteda

9. Pedrito

- Nunca me he acostado con nadie, Luis.

No supo qué decir. Probablemente estaba esperando que le dijera que era broma, pero no lo era.
Para relajarme de nuevo y hacerme reir no se le ocurrió otra cosa que decir:

- Yo tampoco

- Esto.- dije cogiendo del suelo a Diana.- no parece decir lo mismo

- Jolines, quedamos en que era un secreto.- dijo mientras hacía que la regañaba

Reí mucho. Era muy tonto. Y muy bueno. Siempre daba la vuelta a las situaciones para que no me sintiera incómoda.
Miré a Diana en mis brazos. Era preciosa. Tenía el rubio de su madre, supuse. Pero la piel morena y ojos negros eran de Luis. También sus rizos. Y su sonrisa.

- Te quedan muy bien los niños. ¿Tienes ganas de empezar mañana la universidad?.- preguntó
- Bueno, sí, aunque estoy un poco nerviosa. Además, las prácticas con niños no son hasta el próximo curso. Ahora solo tengo clases teóricas.
- Podrás practicar con Diana siempre que quieras.- dijo.- Bueno, es broma. Se que es mi responsabilidad, tú no te tienes que preocupar

Me quedé reflexionando sobre lo que acababa de decir.

- Luis...- tanteé el terreno.- dijiste que Diana iría a la guarde de lunes a viernes por la mañana, mientras trabajabas
- Así es, con el nuevo horario de papi solterón tengo las tardes y los findes libres.
- Quería comentarte que mis clases son solo las mañana de lunes a jueves.- dije.- podría quedarme con la niña los viernes por la mañana, se ahorraría el madrugón.
- De ninguna manera Aitana. Eres mi compañera de piso, ya mi amiga e incluso confidente.- guiño un ojo.- no mi niñera. No voy a aprovecharme de tus estudios
- ¿No te fias de mí, verdad?.- me sentí decepcionada
- Claro que sí Aiti! ¿Cómo no? Simplemente no quiero hacerte cargar con mis responsabilidades.- dijo
- No es una carga. La quiero conmigo. Me gusta Diana. Podremos compincharnos en tu contra.- bromeé
- Ajám, era eso.- rió.- Haz lo que quieras Aitana. Las mujeres haceis conmigo lo que quereis...

Sonrei triunfante. Quería seguir conversando con él. Recordé algo.

- ¿Eres músico? Ayer cuando Diana lloraba entré al cuarto y vi una guitarra.- pregunté
- Bueno... no me dedico a ello. Me gusta componer, tocar y cantar. ¿A ti te interesa la música?
- Sí.- respondí sinceramente.- Toco el piano y a mi familia les gusta cuando les canto.
- Guau.- dijo sorprendido.- Yo quiero escuchar eso.
- Lo llevas claro, Pedrito.
- ¿Pedrito?
- ¿No era así el refrán?.- reimos

El día pasó rápido. Aproveché para limpiar mi cuarto y algunas zonas comunes. También dejé preparada la ropa que había elegido para el día siguiente.
Finalmente le di un biberón a Diana. Luis se estaba quedando dormido, por lo que le animé a irse a la cama. Cuando la niña acabara el biberón yo se la llevaría. Aunque se negó varias veces, casi le obligué y acabó cediendo.

Una vez terminó me dirigí a la habitación de Luis. La puerta estaba casi cerrada, pero no encajada. Podía verse algo de luz. Me asomé con cautela. Luis estaba tumbado en su gran cama, arropado. El portátil a su lado emitía luz. Pude ver su cara, agitada. Entonces de ese aparato de luz sonaron unos gemidos. No me lo podía creer. Estaba viendo una película de esas. Y no de las infantiles precisamente.

Además podía ver movimiento bajo las sábanas. Me moría de la vergüenza. Una vez más.

Diana lucía dormida plácidamente en mis brazos. Decidí que no había más opciones que dormir juntas.
Me tumbe en mi cama, poniendo una almohada en el borde para evitar caídas.
Aun así, pegué a la niña a mi cuerpo.

Tardé un tiempo en dormir. No podía quitarme de la cabeza lo visto anteriormente. Sin embargo no me hacía sentir incómoda, como pensaría Luis. Me hacía sentir justo como me sentí la noche anterior.

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Como os dije, no dudéis es escribirme para lo que sea! Mil gracias!
¿Sigo subiendo varios capítulos al día o es demasiado y os saturo?