20. Huída

2.9K 70 13
                                    

Martes. Más insomnio que nunca. Apenas presté atención a las clases. Tampoco sabía muy bien sobre qué reflexionaba. A esto debían llamar poner la mente en blanco.
Cuando salíamos de la última asignatura, Amaia declaró triste que Alfred se encontraba de viaje con su familia, por lo que tendría que comer sola, cosa que odiaba.
No dudé en ofrecerme a hacerle compañía. Bien pensado, seguía sin fuerzas para estar en ese sitio que llamaba hogar. Mi distanciamiento con Amaia había sido olvidado nada más vernos, pero con Luis no sería lo mismo.

- ¿Os importa si os acompaño y pedimos comida china? Podría ser un buen plan.- propuso Víctor

Las dos estuvimos de acuerdo.
Comimos los tres juntos, jugamos al trivial, a la wii, incluso a palabras encadenadas. Lo estábamos pasando bien.

Amaia nos contaba cómo había sido enamorarse de Alfred, cuando antes de él odiaba cualquier contacto con los hombres.

- Se te ve realmente enamorada.- rió Víctor
- Alfred es el mejor. En todos los sentidos.- guiñó un ojo mientras se carcajeaba por su ocurrencia
- Ahora lo entiendo todo.- le siguió la broma Víctor.
- ¿Y Luis qué, Aitana?.- preguntó Amaia para hacer que me pusiera como un tomate
- Luis también es muy bueno.- dije

Ambos rieron a carcajadas

- Es que Cepeda tiene pinta de hacerlo todo super bien, con experiencia.- contestó Amaia
- Esos son los típicos que van tan rápido que se olvidan de lo que le gusta a una mujer.- contradijo Víctor con tono chulesco

No sabía lo que se equivocaba... Cambié de tema, lo que hizo que él sonriera triunfante, pensando en que llevaba razón.

Los días siguientes pasaron de forma similar. Comía y pasaba las tardes en casa de Amaia, con Víctor. Este último me acompañaba a casa, donde me esperaba una cama en la que a pesar de estar acompañada, me sentía enormemente sola.

La noche del miércoles al jueves no pude más. La angustia, el dolor y la incertidumbre, junto al revoltijo de hormonas producidas por que me había venido la regla, hizo que explotase.
Me pasé la noche llorando, sin poder dormir. Por la mañana decidí que la situación tenía que cambiar.
Estaba en la cocina, tomándome una pastilla para el dolor de ovarios cuando escuché a Luis levantarse. Era el momento de hacerle cara.

- Hola.- dije mientras entraba de nuevo a la habitación
- ¿Ya me hablas?.- fue un choque directo a mi corazón. Tenía toda la razón para hablarme mal.- Perdón.- dijo
- ¿PERDÓN? Para ya, Luis. Aquí la que está haciendo todo mal soy yo. Deja de hacer ver que soy la mejor persona del mundo porque no es así.
- Aitana, podemos hablar las cosas bien. Pero me tengo que ir a trabajar.
- Es que no sé si hay cosas que hablar ya.- dije mientras terminaba de vestir a la niña.
- ¿Qué me estás queriendo decir?.- preguntó preocupado
- Que hay cosas que no pueden ser, y que nunca debieron ser.- digo con lágrimas
- Aitana, deja que hablemos las cosas cuando vuelva, por favor. De verdad que debo irme aunque quisiera quedarme. No llores, por favor.

Y se fue. Y yo cogí una mochila donde metí varias cosas al azar sin detenerme mucho a pensarlo y me fui a casa de Amaia, huyendo.

Le había puesto fin a nuestra relación, sin saber muy bien por qué. Una pequeña parte de mí daba la razón a lo que me había repetido Víctor una y otra vez: no era una vida acorde a mi edad.

Sin embargo, otra parte me decía que también era lo mejor para Luis. Él se merecía algo mucho mejor que yo, una mujer. Sin inseguridades, fuerte, decidida. No alguien como yo, que a la mínima dudaba de lo nuestro e incluso imaginaba cómo sería estar al lado de alguien más próximo a mi edad.

Amaia me acogió con los brazos abiertos, como siempre. Simplemente escuchando, sin debatirme nada de lo que estaba llorando, a pesar de tener una opinión completamente opuesta.

Ese día no fuimos a clase. Víctor decidió venir a vernos a mediodía, pues mi amiga le había contado la situación.

Tras hablar un rato largo por teléfono, Amaia nos contó que tenía que salir a solucionar unos asuntos. Me miró, dudando si hacerlo, pues no quería abandonarme en un momento como este.

- Ve, amiga. Estoy bien y Víctor me hará compañía.- dije

Aunque no muy convencida, se vistió rápido y salió, dejándonos a Víctor y a mí solos en el piso.

🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋

Hola! Siento decir que debe haber un error en mi app y no me deja contestar a los comentarios!! Sin embargo los leo todos! Espero solucionar el error antes de mañana y contestar a todxs aquellos que me hacéis tan feliz comentando lo que os parece mi relato.

Soy una pesada, pero no puedo parar de agradeceros que paséis algo de vuestro tiempo leyendo algo tan mío.

Se que este capítulo es un poco sin más, pero mañana se viene el desencadenante de todo esto.
Me gustaría que me dijerais si creéis que la historia debe acabar cuando esto llegue a algún lado (unos 3 caps), para bien o para mal o intentar seguirla, narrando los acontecimientos que siguen sucediendo.
Un besazo enooooooooorme ♥️

Démonos vida. - AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora