Démonos vida. - Aiteda

15. Fiesta universitaria

Mi vida tomaba un camino que difícilmente podría ir a mejor. Vivía en un sueño. En uno real.
Madrid cada día me gustaba más. Poco a poco iba conociendo rincones maravillosos. Ni siquiera sabía cuál elegir como favorito.
Probablemente uno de ellos fuera nuestra casa. Y digo nuestra porque Luis y Diana habían hecho de ese ático mi hogar. Les quería con todo mi corazón.
De esta manera, mi relación con Luis ya era más que formal. No habíamos vuelto a hablar de ello, y nunca nos referíamos al otro como "novio" o "pareja", pero no hacía falta. Lo éramos todo.
Mis padres y amiga Marta se hacían eco de mi felicidad a través de las múltiples videollamadas que realizábamos. Me veían feliz y, aunque no sabían la razón, con eso les bastaba.
Otro punto estrella de mi nueva vida era mi grupo de amigos. Todos ellos, con sus grandes diferencias, me completaban y me hacían realmente feliz. Ellos tampoco sabían de mi situación amorosa aun, pero bien se lo iban imaginando.
Alfred y Amaia estaban completamente integrados, hasta el punto de quedar con el resto sin necesidad de que estuviésemos Luis o yo.
Con esta última me encontraba en la cafetería de la facultad en una hora libre. No paraba de hablar de posibles destinos para viajar en sus próximas vacaciones con Alfred.
De repente se nos acercó un chico alto, rubio, con ojos azulados.
- Hola chicas. Mi nombre es Víctor. ¿Os importa que os acompañe un rato? Estoy algo solo

La simpatía desmedida de Amaia no hizo otra cosa que sonreírle un montón y hacerle hueco en nuestra mesa.
- Claro que sí, soy Amaia. Nos encanta conocer gente nueva, ¿verdad, Aitana? No te habíamos visto nunca.- dijo ella
Simplemente asentí
- Encantado Amaia y Aitana.- dijo mientras me miraba sonriendo.- la verdad es que es mi primer día.
- ¿Por qué, el curso empezó hace más de un mes?.- quiso saber Amaia
- Bueno, estudio en la Universidad de Barcelona y he pedido un traslado temporal de unos meses para conocer otras universidades y ciudades
Entonces por primera vez en la conversación le puse más atención. Siempre me gustaba conocer gente de mi ciudad cuando estaba lejos.

- Yo también soy de Barcelona!.- le sonreí
- Eso es genial. Si viajas algún finde avísame y hacemos el viaje juntos.- propuso
- Pues antes hemos hablado Aitana y yo de salir esta noche. Aun no hemos salido ningún jueves. Dicen que es el mejor día para universitarios.- le invitó Amaia
- Sería genial para acomodarme en mi primer día. Si queréis podemos beber en mi casa y luego ir a una discoteca que hay en la misma calle. He oído que esta noche organizan una fiesta tremenda.

Realmente me apetecía salir con Amaia y respirar de ese aire universitario que llena las noches de Madrid los jueves.
Luis en varias ocasiones me había animado a hacerlo, pero Amaia y yo nunca habíamos encontrado el momento.
Hoy podría ser la noche. Víctor parecía simpático pero no sabía cómo tomaría Luis que me fuera metiendo en casas ajenas de chicos que había conocido ese mismo día.
Desde luego, mi ex se reiría en mi cara simplemente de llegar a pensarlo. Nunca cedería.
Mientras yo reflexionaba sobre todo esto, Amaia y Víctor intercambiaban los números de teléfono. En ese momento llegó la hora de volver a clase.
Lamentablemente, comprobamos que Víctor pertenecía a un curso superior, por lo que no coincidiríamos con él en el aula.
Tras despedirnos con dos besos y con la promesa de hablar más tarde para quedar, abandonamos la cafetería.

La mañana transcurrió rápida. Llegué a casa y como de costumbre, Luis y la niña me esperaban en la mesa para comer.
Tras habernos saludado cariñosamente, me encontraba dando vueltas a los deliciosos spaguetis a la carbonara. Comiendo más lento que nunca para poder pensar con concentración. Buscaba las palabras adecuadas.

- ¿Me vas a contar qué te pasa?.- rió Luis
- Verás... Amaia y yo hemos conocido a un chico nuevo que ha llegado a la facultad. Han propuesto salir de fiesta esta noche.
- Eso es genial Aitana, ya era hora. Eres un muermo de universitaria si no conoces la buena fiesta de los jueves.- se burló de mí

Yo no tenía ganas de bromear. No me estaba tomando enserio.

- La cosa es que Víctor nos invitó a beber a su casa, para después ir a una discoteca que se encuentra cerca...- dije con timidez
- ¿Y? - volvió a reir Luis.- no entiendo qué te preocupa Aitana, ¿puedes decirlo de una vez?

Me esperaba cualquier respuesta menos esa.

- ¿No te preocupa?.- inquirí.- ¿no te enfada? ¿Ni te molesta?

Soltó el tenedor con los ojos muy abiertos. Estaba realmente asombrado.

- ¿Cómo quieres que me siente mal eso, Aitana? Claro que no. ¡Al contrario!
- Pensé que cómo es un chico al que acabo de conocer...
- Ni se te ocurra volver a pensar eso. Si tú te fías de él, yo también. Y si te apetece salir, a mi me apetece que lo hagas. Jamás te cuestionaría nada.- dijo con naturalidad

Realmente no me lo merecía. Era más que perfecto.

- Te quiero.- dije
- Eres tontísima.- sonrió.- yo te quiero más

Tras terminar de comer, dormimos nuestra preciada siesta llena de amor y mimos.
Cuando desperté, me metí en la ducha, a la cual acabó acompañándome Luis.

Amaia me escribió contándome la hora y el sitio de quedada. Ella llevaría el alcohol.
Abrí el armario. Era el momento de decidir qué ropa ponerme para mi primera noche de fiesta universitaria.