Poco a poco volvía mi consciencia, mis ojos volvían a ver con nitidez, observando una hermosa habitación entre colores blancos y dorados, con unos vitrales con diseños exóticos.
–¿Ya a despertado joven maestro?
Oí al mayordomo, quien no estaba seguro, de si ya estaba consciente.
–Si, ¿Qué sucedió?
–No soy quien deba dar esa respuesta, pero si es tan amable de acompañar a la señora en el desayuno, lo comprenderá.
Estaba viendo todo a mi alrededor, hasta que el me pidió que lo siga.
–Qué enorme es este lugar.
Murmuré.
–Ciertamente lo es, una gran iglesia en una fortaleza es inesperado, pero ya que es una reliquia de tiempos antiguos, incluso en una guerra, las iglesias no deben ser atacadas.
–Ya...
Aun que eso suena raro, en este mundo una religión puede ser peligrosa.
Luego de recorrer lujosos pasillos, admirar impresionantes estatuas, al fin llegamos a nuestro destino. Pensé que íbamos a encontrar a un montón de fieles, gente orando o muchas monjas, pero era un lugar bastante vacío sin embargo.
–Ara, estas pensando que este lugar esta desolado ¿No es así?
Asentí a las palabras del hombre.
No lo había visto, pero sin duda era una de las voces que murmuraba cuando estaba quedando inconsciente.
Busque de donde venia su voz, hasta notarlo al lado de mi madre.
–Buen día.
Solo esas palabras escaparon de mi boca, para acto seguido taparla mientras las lágrimas se agolpaban en mis ojos.
–Buen día, hijo ¿Lograste descansar bien?.
Esas fueron las palabras que dejaron los labios de mi madre, pero el cambio en su rostro, me impactó en gran medida.
Ella había perdido su ojo izquierdo.
Al darse cuenta de ello, ella sonrió y comenzó a acariciar el parche, bordado en flores de un color cían pálido, sobre su ojo.
–Esto es solo una pizca de felicidad al poder verte bien.
Su sonrisa radiante, dolía en mi corazón.
–Madre, ¿Por qué elegiste eso?
Mi angustia, empezaba a sentirse en mis palabras.
Ella seguía sonriendo.
Comencé a llorar al observar su sonrisa sincera, ella estaba feliz por ello, yo volvía a ver y ella se alegraba por ello, pero perdió un ojo para ello.
¿Por que resulto así?.
Ella camino hasta mi y me abrazo mientras se apoyaba sobre su rodilla.
–La felicidad de una madre, es ver a su hijo sano y salvo.
Ella acariciaba mi cabeza, mientras yo no podía parar de llorar.
Incluso en los recuerdos de mi vida anterior no había llorado nunca de esta forma.
Luego de un rato, ella se puso en pie y me llevo a la mesa, dejando ante mis ojos un desayuno de te y un trozo de pastel de fresas.
–Vamos, es momento de desayunar, aun tenemos que resolver nuestra estadía.
El mayordomo no se alejaba de mi lado, mientras el hombre de la iglesia, me miraba inspeccionando cada cosa que hacía, a tal punto que era demasiado molesto.
–Disculpe, ¿hay algo que necesite?
Decidí preguntar, antes de sentirme más presionado por su mirada.
–Atrapaste el interés de nuestra diosa, así que me preguntaba cual era esa razón.
Ya, es comprensible para alguien de fe, sentir interés en aquella persona por la cual su diosa decide tomar acciones.
Pese a que preguntaba, yo tampoco tenía idea sobre su motivo.
–No se a que te refieres, pero si capte su interés, desconozco el motivo.
Esa fue mi respuesta, este sonrió y luego se fue de la sala.
–Estuvo mencionando eso de un oráculo, siendo que esperaran por un niño a ser tratado, incluso según contaban, la diosa dio claras instrucciones, cosa que nunca había hecho.
Eso puede explicar sus motivos, si es un motivo desconocido, una reacción de ese tipo, no debería ser extraña.
–Siendo sincero, no se de que habla, por lo que no puedo responderle.
Aun que tenga cierta idea, en realidad no conozco su razón ulterior.
Luego de terminar ese desayuno, iba recordando la razón de toda esta intervención.
Mi padre, su ambición se volvió obsesión y terminó lanzándola sobre mi.
–Es un cruel resultado.
Murmuré, pasando la mano sobre mi mejilla izquierda.
Madre me observaba a la distancia, no dijo nada, solo me veía mientras suspiraba.
–Joven maestro, no tiene que preocuparse, usted ya esta en condición y la señora es feliz de verlo bien.
–Pero Padre fue el causante, ¿Cómo debo interactuar con él de ahora en adelante?
Temía volver, podría repetirse esa situación anterior, no quería tener que repetir algo que no tenia sentido alguno.
–Interactúa como acostumbras, entiendo sus emociones, él no repetirá ese error, solo va a aceptar las cosas como son.
Ella dijo eso con una gran sonrisa, que podría pensar en realidad, gracias a sus acciones egoístas, al final ella perdió un ojo, no puede considerar que el problema ya se resolvió.
–No creo que eso sea posible en este punto, enloqueció y termino en esta... Esta... No puedo perdonarle.
La angustia trancaba mis palabras, era obvio que él era el único culpable, pero ella quería dejar todo como si nada hubiese ocurrido.
–No espero que resuelvas tus dudas pronto, pero cuando seas mayor y comprendas el mundo en el que vivimos, entenderás las razones tras sus acciones, pese a este resultado.
Ella tras terminar sus palabras, acarició el parche que llevaba sobre su ojo izquierdo. Dolía ver esa escena, una mujer joven dejando su ojo.
¿Que tan cruel es este mundo, para que algo como esto, sea considerado sin importancia?
Medité esos pensamientos, así que luego de pensarlo un tiempo, decidí dejar de intentar quedar aquí y regresar a casa.
–No se como voy a reaccionar al encontrar a Padre, pero voy a intentar comprender lo que dices.
No pude sonreír, pese a mis palabras, sin embargo madre acepto eso y decidió aprontar el regreso a casa.
La escena que encontramos, al salir de la iglesia, fue una pequeña muestra de la crueldad de este mundo.
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Âme Noire - V. I (Isekai) (Completa)
FantasyMorir es solo una parte de la vida, es el clímax de la existencia, tras la muerte yace una nueva vida. "Lucha y sobrevive". Esas palabras me llevaron a despertar, un nuevo mundo, una vida llena de riesgos y sufrimientos. Tras toda esa oscuridad que...