Capítulo 33

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Era ya pasado el medio día, quería probar algo, asi que el clima sin viento era perfecto.
Primero deje una bolsa con harina, bien seca, luego utilicé un frasco llevando alquitrán, use refuerzo en mi cuerpo, para lanzar la bolsa con harina sobre los Lizanma, rápidamente use el arco y con una flecha, golpeé la bolsa sobre sus cabezas, lo que hizo que la harina cayera sobre ellos.
Había hecho una mecha en el frasco con alquitrán, encendiéndola, la lancé a los lagartos bípedos y me lancé al suelo.
Una gran explosión absorbió a los Lizanma, tras ella, el alquitrán en el frasco, seguía quemando el pasto y había incendiado algunos árboles del bosque.
–Demasiado poder explosivo, debí considerar mejor el entorno antes de este experimento.
–¡¡¿Que diablos fue eso?!!
Gritando su pregunta Astera.
–Una bomba de polvo, al menos eso intentaba lograr, pero es difícil si el clima no ayuda.
–¡¡¿Eso no fue magia de fuego?!!
Lisina preguntó a los gritos también.
Ah claro, ellos quedaron ensordecidos por la explosión, bueno yo había preparado tapones para ello.
–No fue magia, al no haber viento, el polvo de la harina se mantuvo en el aire, al incendiarlo, hizo una reacción en cadena y lo que vieron fue el resultado.
–¿Qué hubieras hecho si eso fallaba?
Esa pregunta de Gunter me agarró por sorpresa, no por la pregunta, si no que el no estaba gritando.
–De no funcionar, hubiera usado otros frascos de aceite y los hubiera hecho arder, si eso no funcionaba, tengo varios tipos de venenos.
–¿Si esas cosas no funcionaban?
Les señale el arco y dije.
–Conozco las partes blandas de su cuerpo, solo era cuestión de dejarlos como un alfiletero hasta que caigan.
Ellos estaban asombrados, por la cantidad de planes, que había maquinado antes de enfrentarlos.
–Ahora comprendo la cantidad de objetos que traes.
Todos asintieron a la par de oír esas palabras de Trifas.
–Supongo esta todo despejado.
Dijo Rendo, mientras levantaba las partes dispersas de los Lizanma.
–Quisiera unas muestras de sus escamas, podría encontrarles un uso.
Rendo me veía con cara de póker. Tal parece que ya nada le sorprende de mi.
Seguimos la ruta del río, sin encontrar más que un par de Lizanmas, los cuales fueron despachados por el equipo de Astera, quienes no querían ser menos que yo.
La lucha frontal contra ellos, resulta ser dura en comparación a mis tácticas de guerrilla, ya que uno debe detenerlo, mientras otro ataca sus flancos débiles.
Tras caminar varias horas con pocos enfrentamientos, encontramos un campamento de unos Godes, las mismas criaturas que habían apresado a Lina.
Habían una cantidad mayor de treinta, eso no era bueno, podrían iniciar una estampida a la ciudad si se reúnen más.
Rendo llegó para dar información adicional.
–Ese no es el grueso de su grupo, tienen cincuenta más río arriba
Ochenta no es un número que pueda acabar con facilidad, pero estos treinta, estoy seguro de poder contra todos ellos.
–Astera ¿Crees que ustedes pueden derrotar al grupo de cincuenta?
Su rostro se puso azul, tal parece que eso es demasiado.
–Esas preguntas no se hacen, ¿Acaso planeas enfrentarte a este grupo?
–Si, tengo un plan para acabar con ellos, si termino antes, iré a asistirlos.
–Escucha mocoso, deja de creerte tanto, si esa cantidad de Kal-Godes te atrapan, serás un mero recuerdo.
Comencé a reír al oírlo, esas cosas no podrían ganarme nunca.
–¿Cuál es la gracia?.
–Lo diré, es cierto que ando sobre confiado, eso es por que tengo experiencia contra ellos, pero también es por sus números.
–¿Qué tienen sus números?
Volvió a preguntar Rendo.
–Esos números significan que hay algo que los mueve, reunir esos números en poco más de tres meses, es absurdo.
–¿Tres meses de qué?
Suspiré tras esas palabras.
–Tres meses desde que acabé con números similares.
Volvió el silencio.
–No importa la cantidad, hay que cazar al que los mueve, sino, va a ser un ciclo sin fin.
Terminé explicando el problema real.
Astera me agarró del hombro y me llevó hasta el.
–Dices que algo los mueve, sin embargo no hay gobernante en este bosque.
–Mate al gobernante del bosque, aun asi ellos no le seguían, por eso puedo decir que hay otro enemigo, este es aun más problemático.
–Escucharon muchachos, tenemos un buen trabajo esta vez, a ver si subimos al rango B si es un agente de la calamidad.
Todos alzaron sus puños, sin embargo comenzaba a caer el sol, debíamos apuntar a un refugio, luego de acabar con ellos.
–Falta poco para la tarde, acabemos con ellos, luego de eso, conozco una buena cueva, la cual podríamos aprovechar para descansar.
–Y ¿Cuál es el plan pequeño Kyle?
Esas fueron palabras del enorme Gunter.
–Yo usaré veneno para acabar con este grupo, por ello prefiero que vayan al otro, sin embargo, sus números son altos, asi que puede que varios sobrevivan por lo que, no podre ir rápido a alcanzarlos.
–Entonces tu toma este grupo, Lisina, en esta ocasión la mayor parte la dejaremos en tu magia, los provocaremos y en eso, tu descargaras tu magia sobre ellos.
Todos asintieron, aun que detuve a Gunter antes de que se fuera.
–Cubre a Lisina, parecen tontos, pero tal vez esperen ser atraídos a su trampa y matarla.
–Me encargo de ello.
Luego si se fueron, dejándome solo para llevar mi nuevo plan a cabo.
Eso de usar veneno solo era una excusa, con esto podre averiguar la ubicación de su líder.
Antes de comenzar el ataque, junte algunas plantas con un aroma demasiado fuerte, las molí para generar una pasta apestosa, luego lo guarde en un frasco vacío y el resto en una bolsita, el propósito, es usarlas de rastreador.
Lancé una magia de agua un poco mayor, ya que no se enteraron, el agua comenzó a caer sobre sus cabezas, luego lancé una de mis cuchillas conectada a uno de mis nuevos alambres, con esto, llamé su atención y a la vez active magia eléctrica, utilice mucha energía mágica en eso, por lo que aun que acabé con casi todos, no iba a poder abusar de ella por lo que queda del día.
Ocho aun estaban en buenas condiciones para hacerme frente, solo ocho.
Desenvaine mi espada en mano derecha, mientras que en mi mano izquierda llevaba una daga tras mi espalda.
Tres de ellos se lanzaron al unísono en mi contra, lo que llevo a que mi espada acabara con dos y la daga al restante, en lo que podría llamarse una danza de la muerte.
Los cinco restantes, aterrorizados por la escena, comenzaron a huir.
Sin darles tiempo a actuar, sostuve el arco y usando tres flechas, acabé con dos de ellos.
–Tsk... Debo practicar más con el arco.
Comencé a correr tras los tres restantes, saqué una cuchilla y usando magia eléctrica en ella, se la lancé a uno, el cual quedo incapacitado, luego a otro le lancé la bolsita apestosa y al último, simplemente le disparé tres flechas para asegurarme.
Me senté un momento a pensar si ese plan serviría, luego regresé a acabar con aquellos que aun no habían muerto.
Descanse un poco más, meditando para recuperar algo de energía mágica, tras lo que me puse en pie y me dirigí a donde estaba el resto del grupo luchando.

Âme Noire - V. I (Isekai) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora