Capítulo 23

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La bestia que se encontraba revolviendo nuestras cosas, era el lagarto que antes habíamos visto.
Avanzó hacia nosotros y me preparé para enfrentarlo, este vio que lo superábamos y lanzó una bolsa con algunas cosas de Lina, la atrapé por reflejo y la bestia en ese momento, paso de largo entre nosotros, no entendí nada lo que ocurría, esa bestia que era mi enemigo natural, decidió huir sin enfrentarnos.
–Lina ¿Qué fue todo eso?
Ella estaba recuperando sus cosas, a la par que yo hacia lo mismo, notando que solo la carne faltaba.
–¿No lo mencione antes? esas criaturas luchan en manadas, probablemente sea un errante, sintió el olor a carne y entro para degustarlo.
Bueno no necesitamos más eso, ya estamos con el tiempo de regresar, solo amanece y arrancamos.
Ahora que recuerdo, mis centinelas tenían marcas de mordidas, supongo que les atacó por la carne, o tal vez probó su sabor.
–Vamos a dejar todo listo y en la mañana iremos a mis dominios.
Lina asintió y preparamos las cosas que llevaríamos.
Coloque las cinco cabezas de las bestias con cuerno en bolsas, era difícil de llevar la más grande, aun asi, con la ayuda de Lina, llevar todas las cosas seria algo fácil. Preparé trampas y métodos para asegurar poder dormir bien esta noche, para iniciar el retorno en la mañana.
Y así paso el poco tiempo de luz que quedaba, encendimos unas antorchas para terminar los preparativos, cenamos algo pequeño, de algunas frutas recolectadas con antelación, ambos quedamos hambrientos por los síntomas de la gula, sin carne era algo tedioso.
Intentamos dormir, olvidando los efectos de la medicina, no podíamos pegar un ojo.
Así decidimos procesar la piel de la bestia con cuerno gobernante, entre tanto, Lina me contó algo de su especie, su reino depende de un gran gobernante, dónde el poder es la máxima expresión de autoridad, aun asi tienen generales y ministros, su padre en ello, resulta ser uno de los generales más importantes.
Según su explicación, su reino esta dividido en cinco clanes, estos a su vez tienen clanes subordinados, su padre es el general de uno de los clanes más importantes el loto blanco, esta formado por la tribu lobo de plata a la que pertenece, además de las tribus lobo, que son sus subordinados.
Me enseñó también que su padre es el líder de su clan, siendo un general en el reino, lo que significa que cada cabeza de clan es un general. Eso a su vez, significa que cada asunto de su clan, recae sobre el general de ese clan, es decir si quiero resolver el asunto de Lina, debo ir directo a convencer a su padre, aun que en este caso, es ración doble por ser un oráculo, debo lidiar a su vez con su iglesia.
Continuamos hablando de eso, hasta que mencionó la ubicación de su reino. Para mi sorpresa, era el reino entre nuestras tierras y la fortaleza, aquel reino con cierto roce hostil hacía el imperio.
Con eso todo tiene mayor sentido, la excusa de la diplomacia, el asunto de la ruta por el bosque, aun que de eso pensaba otra cosa, esta razón tiene más sentido, por eso movilizaron mercenarios y no soldados o no hicieron un pedido de búsqueda.
Me explicó que descubrieron su don a una temprana edad, ella no comprendía de que trataba siempre diciendo que es un oráculo, pero por lo que puedo deducir, ella es más un médium, capaz de ser poseída por la diosa, que una simple oráculo que puede oír a la diosa.
Luego que ella descubriese que somos entre comillas enemigos, se sorprendió bastante y a su vez, se asusto del problema que esto podría acarrear, sin embargo no cambió de idea sobre ir conmigo.
Le conté sobre mi pasado, ella había desarrollado cierto interés por la diferencia de color en mis ojos, al saber su razón, ella no parecía feliz, aun que comparto el sentimiento.
Al dejar de hablar ya había caído la mañana, decidimos abandonar ese lugar y comenzar nuestro camino a través del bosque. Dejando el pie de la montaña y adentrándonos en el bosque, notamos un cambio radical en la situación, había una sed de sangre palpable.
Es mi culpa haber pasado eso por alto, habían varios enemigos entre el bosque y mi hogar, esos eran los mercenarios, parece que al no encontrar pistas de Lina y encontrar  cadáveres de bestias, decidieron investigar y por esa sed de sangre, ya saben que esta viva.
–Lina, no falta mucho para llegar, siendo el caso, ellos debieron haber acabado con una gran cantidad de bestias, asi que el camino debe ser seguro.
–Si, entendiendo tu forma de pensar, tienes planeado abrir paso para que yo avance sola.
–Es bueno cuando lo captas rápido, quiero saber cualquier ayuda que me pueda servir como distracción.
–Me niego a irme sola, a cambio, puedo decirte su cantidad y ubicaciones.
Dependiendo de lo que me diga, podemos escapar ambos sin sufrir daños, puede ser mejor eso.
–Dependiendo de la información que me des, puedo decidir, sin omitir nada, un error y podríamos morir.
Ella accedió dándome sus ubicaciones y su cantidad como había mencionado, eran ocho, un número pequeño, pero es eficiente para una misión encubierto.
Le pregunté si sabia sus razas.
Todos eran de su raza subordinada, eran de la tribu lobo, es decir, su olfato era muy refinado y su oído de igual forma lo era.
Para su vista que tambien era aguda, usar humo seria efectivo, su olfato, un veneno de efecto lento e inodoro, antes había recolectado algunos hongos venenosos, si vamos con cuidado, podríamos usarlos de esa forma.
El tema de su oído, que podría usar para compensar eso, no tenia nada efectivo para compensar ese hueco, supongo que tendré que desear suerte.
Al plantearle el plan a Lina, ella no parecía feliz, sin embargo comprendía que eran ellos o nosotros.
Iniciamos el plan, ella se cubrió la boca con dos telas, y se mantuvo al ras del suelo, ya que le había explicado que había menor densidad de humo.
Yo en cambio, me encontraba usando magia y mis polvos de veneno para iniciar el incendio, a la vez que quemaba los hongos entre ello.
Quemar las plantas venenosas era un desperdicio, aun asi el fuego que producían junto al aceite, era devastador, lo suficiente para inundar el lugar de humo.
Los mercenarios comenzaron a buscar nuestros sonidos en el medio del humo, pésima idea.
Un rato en el humo no era problema, sin embargo el veneno si.
Al cabo de un tiempo, comenzaron a caer uno por uno, en ese momento, comencé a correr. Me preocupaba Lina, sin embargo, ella debía ser capaz de escuchar mis pasos y correr en la dirección correcta.
Al salir del humo, Lina estaba allí, en el prado entre el bosque y mis dominios. A pocos pasos de ella, una flecha pasa sobre mi cabeza, impactando en el hombro de Lina, haciendo que cayese de espaldas.
Quería correr tras ella, sin embargo no lograba identificar al causante.
De un árbol a lo lejos, un demihumano, rasgos físicos similares a Lina, excepto su color de pelo, castaño oscuro y cuerpo robusto.
–Esos idiotas cayeron en algo tan simple, sin embargo el veneno utilizado, merece ser mencionado.
Al final terminaron siendo nueve, no esperaba que Lina se equivocara, lo que llevó a este resultado.
–Apestas a venenos, ¿Eres un cazador sombra?
–Lamento decepcionarte, solo soy un simple niño.
–Tonterías, esa cantidad de olor a sangre... ningún niño humano es tan anormal.
Ya veo, su olfato le alertó del peligro y decidió mantener su distancia, es una persona prudente, eso lo hace muy peligroso para nosotros.
–Dígame entonces señor mercenario, desea ser parte del olor a sangre de este niño, o prefiere retirarse mientras aun puede.
Todo lo que puedo hacer ahora es intentar que su prudencia, le haga retroceder o usarla en su contra.
–Me tienes, siendo honesto, me da temor saber que estas protegiendo al oráculo, eso demuestra tu fortaleza.
–Permíteme preguntarte algo.
–Adelante.
–¿Crees qué puedes derrotar a la bestia gobernante de este bosque?
El chasqueó la lengua, parece que di en el clavo.
Deje caer las cabezas de las bestias con cuerno, pateando la del gobernante a sus pies.
–Esta es la cacería por la cual vine a este bosque, no tengo problemas en luchar contra ti, aun que de preferencia, seria agradable llegar a mi hogar, sin tener que ensuciarme en más sangre.
Él lo pensó por unos segundos, antes de responder.
–Deja que me la lleve y podrás irte sin mayores contratiempos.
–Me temo que no podrá ser.
Desenvainé lentamente el sable, a lo que el mercenario retrocedió un poco.
–Lina, se que puedes ponerte en pie, cuando comience el combate, huye.
Estoy seguro que ella no quería huir, pero debía hacerlo.
Sin embargo ella se puso en pie apoyando su mano en mi hombro, haciéndome a un lado, arrancando la flecha de su hombro.
–Él es mi enemigo, fue quien hirió de muerte a mi hermana.
No podía reclamarle ante esas palabras.
Junté las cabezas y mantuve mi distancia.
–Si se pone difícil, voy a interceder, así te niegues, no te dejare morir.
Ella aceptó y comenzaron a luchar.

Âme Noire - V. I (Isekai) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora