Capítulo 15

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Mis planes era lo seguro, ya no va más, los voy a masacrar de forma unilateral, no los voy a matar, los voy a destrozar.
No voy a huir, fui tras ellos con espada en mano, no revisé más de la cueva, no quiero perder el foco antes de enfrentarlos.
Caminé con calma, mientras planeaba mi encuentro, pensé que tácticas usar, nada, no lo iba a hacer así, quería un enfrentamiento directo. Se que ellos no van a seguir mis ideas, no hay problema con ello, no tengo necesidad de planes, solo voy a aplastarlos.
Justo cuando les encontré la pista, una idea cruzo mi mente, así que la lleve a la práctica.
Cargué mi habilidad eléctrica en una daga y se la lancé al que había sobrevivido antes.
La daga lo hirió y la descarga lo calcinó.
Para mal de todo, el mago de ellos comenzó a recitar algo. No se sobre cánticos mágicos, asi que espere que lo fuera a ejecutar.
Mi percepción mágica esta a un alto nivel, así pude predecir cuando lanzaría el hechizo.
La cantidad de energía que había acumulado era bastante grande, no era para menos, ya que lanzó una gigantesca saeta de fuego.
Nada mal, exceptuando el tiempo de casteo y la velocidad del ataque, solo corriendo pude evadirlo con facilidad.
Mi error allí, ese ataque fue un cebo, caí por completo, ya que el líder de esas bestias cayó completo sobre mi.
Era sobre el metro, lo cual lo hacía un enemigo diferente. Este tenia un sable consigo, intentando golpearme mal posicionado, lo cual preveía, y contrario a sus expectativas, fue el quien resulto derribado.
Mi revestimiento eléctrico volvió a resultar útil, aun asi algo no se sentía bien allí.
Al volver mis ojos al lugar que la bestia golpeó, podía ver un corte poco profundo, aun asi sangrante.
Me volví a confiar, ni hay problema con ello, esto no me va a matar.
Mis ojos habían perdido de vista al mago, cuando los volví tras el, una de sus magias cargaba en mi dirección.
"¡Muy rápido!".
Salté a un lado, apenas logrando esquivar la magia, sin poder evadir su onda expansiva.
Rodeé por el suelo, sintiendo un ardor en todo mi cuerpo.
Levante la mirada y mi cuerpo se sentía pesado.
Veneno
Me había envenenado, cuando su sable golpeó mi costado.
Esto no es bueno, lamento no poder vengarme, pero no puedo ir descuidado.
Aumente mi velocidad y mi condición, tambien tome un antídoto leve.
Se dice que son contra todo, aun asi no cumplen al instante.
El grande estaba de nuevo saltando hacia mi, con sus pies descalzos, cuando pude ponerme en movimiento.
Era veloz, mientras que yo estaba en malas condiciones. También es bueno cubriendo a su mago.
Mis ojos bajaron, volviendo a ver sus pies.
Aun tenia otra carta que jugar contra un enemigo asi.
Tire una bolsa con las maderas clavadas, la bestia no perdió la atención de ellas, sabiendo que podría perder movilidad si las pisaba, para su desgracia, esa era la finta, ya que al lanzarlas, tambien lancé magia de agua sobre el suelo a sus pies, tome impulso y salté a la vez que lanzaba magia de rayo al suelo, impactando en el agua y dándole un gran daño.
Tenia esperanzas de que no prestara atención a los clavos, aun asi esta idea no venia nada mal, tambien pude lanzarle la bolsa vacía y no demostrar mis cartas, debo repensar estas cosas.
Al caer al suelo la bestia, el mago no dudo en lanzar magia de fuego cuando yo había saltado, sin embargo esta vez fui más listo, recibir la onda expansiva esta bien, mientras no reciba el daño.
Lancé mi espada contra la saeta, esta explotó, sin causar mucho daño sobre mi. Por el contrario el mago colapsó por agotamiento de energía.
Lo que resultó en algo benéfico para mi, usar ese ataque de forma consecutiva, es seguro que no lo soportaría.
Acabe con el más grande usando mi última daga, no podía perderla, ya había perdido mi espada, así que recupere su sable y con este fui a acabar con el mago.
Este yacía tirado en el piso, mirándome con odio en sus ojos, fui con cuidado, aun este tenia fuerzas, salto en un intento de apuñalearme, siendo recibido por mi pie, que se incrusto en el medio de su nariz, haciéndole dar vueltas por el cielo, hasta caer de cabeza haciendo un sonido seco, sin embargo no dude en apuñalarle el pecho.
Ellos cargaban algunas cosas, el mago llevaba una túnica hecha jirones, mientras el grande tenía ese sable que ya había tomado y una pequeña rodela en su espalda.
No entiendo por que no la uso.
Al voltearla, pude ver que la correa estaba rota.
Igual es mejor que nada.
Volví de regreso a su cueva, esperando encontrar algún tesoro, habían dos corredores más, además de aquel tenia aquello que no quiero recordar. Uno tenía algo de su botín, algunas herramientas de campo oxidadas, unas espadas inservibles, unos jarrones de aceite, lo que llamó mi atención, algunas monedas de oro y plata del reino, las cuales confisque, un poco de ropa en excelentes condiciones y una capa de buena calidad.
Estos no eran objetos que se pudieran conseguir asaltando a los granjeros.
Había algo más que estoy pasando por alto.
Seguí hasta el ultimo lugar que me falto por explorar y mi sorpresa fue aun mayor, había sido una buena no, excelente decisión no intentar asfixiarlos con veneno, ya que aun había alguien con vida, sin embargo  ¿Cómo debería actuar en este caso?

Âme Noire - V. I (Isekai) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora