Capítulo 14

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–Buaahhhhhhhhh.
Un gran bostezo dejo mi boca. Había pasado la mayor parte de la noche en vela. No podía dormir con los aullidos y alaridos de las bestias que rondaban por fuera.
Locas ideas se plasmaron en mi cabeza, si la trampa fallaba, si me dormía y no despertaba a tiempo, si era un enemigo demasiado poderoso. Y asi con todo eso, casi no pude dormir en la noche, la mayor parte dormite e intenté hacerlo.
Al fin y al cabo al amanecer decidí salir de la cueva, para mi sorpresa, todo estaba igual que lo deje ayer, nada se acercó a la cueva con estos centinelas.
Comencé a caminar en los alrededores de la cueva, necesitaba establecer un perímetro antes de hacer algo para comer, tambien necesitaba recopilar información de en que lugar estaban las bestias de un cuerno.
Cada vez que avanzaba dejaba una marca en un árbol, necesitaba mantener un control de mi camino para no perderme, ya que había hecho esa cueva mi base, no quería perder ese seguro al abrigo de la noche.
Habían dos criaturas caminando, iban en dos patas, eran bajos, de unos setenta centímetros aproximadamente, tenían la nariz en punta y orejas largas, sus cuerpos estaban recubiertos de verrugas, andaban a pie descalzo llevando solo un taparrabo y unos palos con punta en ellos.
Al principio pensé en matarlos, sin embargo no era conveniente provocar criaturas por miedo. Si eran listas o si su número es mayor, esto podría terminar en estar rodeado por una manada y llevando a mi muerte, quiero evitar conflictos innecesarios.
Aun así los seguí a ver a donde iban, era importante averiguar que eran y que estaban haciendo.
Fue una mala idea, estos sabían que los estaba siguiendo, comenzaron a hacer un ruta extraña hasta que quede rodeado por algo de doce de ellos.
–Seré imbecil, acá el que no sabe nada soy yo, si ellos sobreviven acá, tienen que tener contramedidas para no morir.
Murmuré eso mientras me burlaba de mi estupidez.
Esto no es igual que una historia de fantasía, por algo sobreviven, por algo no se extinguieron, por algo los humanos que son codiciosos, no insisten en erradicarlos.
Esos pensamientos no iban a cambiar mi situación, asi que decidí alejarlos de mi mente y centrarme en mi predicamento actual.
¿Qué puedo hacer ahora?
Mientras estuve vacilando, ellos iban acortando distancia.
Saque de un bolsillo un pedazo de tela, recubriendo mi boca con el, luego desenvaine y lancé una bolsa con un polvo venenoso contra las criaturas a mi espalda, sin esperar ni un segundo, lancé una que levanto polvo, para luego usar magia de agua al cielo.
Esta cayó sobre todas las criaturas, incluso sobre mi, aun así no dude en usar revestimiento eléctrico, lo que llevo a que todas las criaturas, yo incluido recibieran una fuerte descarga eléctrica.
Gracias a mi afinidad con el rayo, pude soportar bastante bien la descarga, las criaturas colapsaron, sin darles oportunidad a actuar, lancé otra magia del atributo agua, escarcha, asi los congelaba reduciendo sus movimientos.
Los que había envenenado antes, no tuvieron la suerte de soportar el combo completo y desfallecieron en el lugar, corrí a su alcance y acabé con todos ellos sin dudar ni un momento.
Acabar con cuatro de ellos a la pasada es una cosa, pero doce de ellos es una historia diferente.
Al ver que estos no se ponían en pie, queriendo evitar las represalias como lo ocurrido con los lobos, ejecute a todos los que no se movieron para nada.
Dos de ellos estaban aun conscientes, asi que maté a uno y deje al otro para explorar a donde iría.
Este no dudo en salir huyendo y yo por supuesto esta vez, tome mi cuidado, quiero saber su escondite y si podía obtener algo de beneficio de ello.
Suena mal mis pensamientos, estando en este lugar esto es lo más suave que conocería.
Luego de seguirlo con cuidado, manteniendo mi distancia, encontré el premio gordo.
Había una cueva, no parecía tener muchos más.
Al esperar habían tres saliendo por la puerta, uno parecía ser mago y otro más grande debería ser su líder, el último era el que había entrado antes.
Supongo que son todos.
Ellos no saben mi posición, seria mejor esperar que se vayan.
Esperé un rato y luego de ello, se fueron. Aproveché esa oportunidad para tenderles una trampa. Decidí en esta ocasión usar fuego, no tengo magias de gran alcance con fuego, aun asi el plan es usar las bolsas que me quedan para esto.
Una de las plantas que había recolectado antes, es tóxica al ser quemada, no me quedan más venenos, así que intoxicarlos va a ser la mejor opción.
Me adentre en su cueva, descubriendo algo que me hizo replantear mi estrategia.
–¡Malditos bastardos, esto no lo voy a dejar pasar!
Los cadáveres de varias personas, estaban colgados en postes en ese lugar.
–¡¡NO LOS VOY A PERDONAR!!

Âme Noire - V. I (Isekai) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora