Âme Noire - V. I (Isekai) (Completa)

Capítulo 11

Era la mañana de mi partida, Madre y Padre me acompañaron a la salida.
Luego de llevarme en carruaje hasta la entrada del bosque y despedirme, cargué la bolsa al hombro y me adentré en el.
No sabia que cosas me esperaban, asi decidí empezar el reconocimiento.
Apenas había entrado al bosque y ya sentía varias presencias rodeándome, esperé el momento y cuando se asentaron comencé a correr.
No había tiempo para hacer un plan, asi que debía descubrir a mis oponentes y sus capacidades. Mejore mi cuerpo y comencé a correr, al volver los ojos, habían cinco lobos siguiendo mi paso.
"No me lo van a dejar fácil ¿verdad?".
Desenvainé alzando la espada a un lado, no debía perderlos de vista, así que di una vuelta en círculos, dejando que el más rápido de ellos estuviera a mi alcance.
Al separarse un poco más, frené y este no dudo en arremeter hacia mi, por lo que haciendo una barrida, pase bajo su abdomen abriéndolo en dos con un corte limpio.
No tuve tiempo de admirar mi trabajo, ya que debía apresurarme a evitar el ataque del segundo lobo. Hubo un cambio en ellos, ahora no tenían la misma intención, antes me veían como su presa, pero ahora me veían como su enemigo.
Hice una voltereta mientras evadía su ataque, pateándole para volver a correr. Este me siguió con desesperación, sin perderme el paso. Cuando percibí una oportunidad, comencé a reducir poco a poco la velocidad, para que este comenzara a alcanzarme. Cuando creí oportuno, saque de mí ropa una daga y se la lancé, la que lo hirió en su lado izquierdo, haciendo que este cayera y mientras daba vueltas en el suelo, un golpe de mi espada acabó con su vida.
Solo quedaban tres, pero estos frenaron cuando comprendieron mi estrategia.
"Parece que no son tan idiotas como creí".
Los tres de ellos avanzaron con cautela, rodeándome poco a poco.
No podía huir en esta ocasión, seguir abusando de los buffs podría dañar mi cuerpo, así que decidí intentar algo más arriesgado, una batalla solo con mi espada.
Al ver que no huía, ellos se pusieron en guardia, no atacaban solo me observaban en silencio.
Algo no esta bien, son muy listos, están planeando algo y podrían matarme.
Observe a mi alrededor, era un bosque en efecto, pero un poco más adelante había un claro, tal vez el bosque me daría ventaja, pero ellos tienen experiencia cazando aquí.
Lamento arruinar la situación, sin embargo esta desventaja podría matarme.
Comencé a correr, ellos comprendieron que no iba a dejarlos estar, así que corrieron casi a mi lado.
Entrando en el claro, me di cuenta que la espada era inútil en un lugar cerrado, por lo que el bosque era un lugar ideal para ellos, pero ahora no hay obstáculos.
Sostuve mi espada al frente y volteé  a enfrentarlos, sin embargo faltaba uno de ellos.
Algo impacto en mi hombro, tirándome sin piedad.
Al volver mis ojos atrás, era el lobo faltante.
¿Cuando llego a mi espalda?.
No sabia como responder eso, lo que si sabia es que debía solucionar eso de una buena vez.
Al caer el resto de los lobos se lanzaron sobre mi, no había otra opción, tenía que usar eso.
Una luz cegadora se escapaba del bosque, hasta que este volvió a su tranquilidad habitual.
"Bastardos, hacerme usar el revestimiento eléctrico, que dementé es este lugar".
Comencé a jadear luego de quedar paralizado por unos minutos, sin embargo los lobos no sufrieron la parálisis, si no que recibieron un daño considerable, se alejaron de mi apenas conscientes.
"Que maldita resistencia tienen".
Me puse en pie y ellos me veían con temor.
Parece que mi ataque hizo efecto.
No podía hacer mucho más, pero ellos no podían saber eso, así que avance hacia ellos, pero no retrocedieron.
Su orgullo es fuerte o será su deseo de venganza.
Sin embargo no había lugar para retroceder, ellos no toman rehenes y no piden recompensas.
Levante la espada y comencé a correr hacia ellos, se dispersaron pero eso no me detuvo, use una combinación básica, agua y viento gélido para congelar el piso a mis lados, lo que obligaba a que evitaran eso y no me flanquearan, mientras yo acababa con uno de ellos, pero no podía ser tan simple.
El lobo preveía mi plan y avanzo corriendo, pero en vez de atacar decidió hacerse a un lado.
"Así que no eres tan tonto, sin embargo ese era mi plan".
Clave mi espada en el suelo y liberé una descarga eléctrica, no voy a dejar pasar esto.
El impacto alcanzo a los tres lobos y estos colapsaron.
El plan era detener a uno, pero si cayeron los tres es una gran ventaja.
Caminé con cuidado y apuñalé sin piedad al que había evitado mi ataque.
Este no hizo ni un solo ruido, eso me dejo tranquilo, sin embargo faltaban dos.
Avance al segundo que había caído, lance una daga a su pecho.
Este reaccionó chillando con fuerza, revolcándose en dolor.
"Como pensé, no lo iban a hacer fácil".
Sólo quedaba el ultimo, para mi sorpresa, no intentó un ataque sorpresa, si no huir arrastrando su cuerpo.
"Esto no es personal, eres tu o yo".
Allí arrebate su vida, con lo último de mi inocencia.