Capítulo 05

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–Oye, oye.

Se dejaba oír una hermosa voz.

Podía sentir golpes sobre mis mejillas, hasta que pude reaccionar.

–Basta, eso duele y mucho.

Me quejé mientras abría los ojos.

–Parece que esa medicina funciono demasiado bien, estas a salvo, incluso ellos lo están.

Señalo a Madre y a nuestro mayordomo, quienes se encontraban inconscientes a mi lado.

–¿Quien... es usted?

Pregunte temeroso, ante nuestra salvadora.

–¿Quien soy eh? Puedes llamarme Myra.

Se sonrió al decir su nombre.

–Myra.

–Si, si, así esta bien.

Volví en mi, en ese momento.

–¡¡Hay que huir, aquí es peligroso con esas criaturas!!

Exclame exaltado.

Ella apoyo su mano sobre mi cabeza, volviendo a recostarme.

–Relájate, ya nos encargamos de ellos.

Sentía que podía confiar en ella, debe ser por su apariencia tan delicada. Sus ojos eran rasgados, de color rojo, mientras que su piel era rosada de porcelana, sus orejas tenían una pequeña punta que le daban un aire a delicadeza. Si no fuese un niño, intentaría por todos los medios, hacerla mi esposa.

Unos brazos se aferraron a mi cuerpo, envolviéndolos en su calidez.

–Estoy feliz de que estés bien, Kyle.

Era Madre, apretujándome sin permitirme respirar.

–Mi señora, si continua así, el joven maestro no sobrevivirá.

Tras las palabras del ahora consciente Wilheim, fui liberado de la fuerza aplastante de Madre, a la vez que me ponía en pie, acto que ambos imitaron.

–Es bueno que ambos ya estén despiertos.

Myra les hablo y en ese instante Wilheim se puso en guardia, sosteniendo una rama.

–No deberías mostrar hostilidad a tu salvador.

Ella le enseñó una sonrisa y el no pudo evitar soltar la rama.

–Disculpe mi descortesía y acepte mi agradecimiento.

Él respondió haciendo una reverencia.

–Myra, ¿Dónde estamos y que ocurrió?

Pregunte ya que estábamos todos vivos y siendo capaces de continuar.

–Explicarlo seria largo. Mmm... Digamos que alguien despertó la calamidad.

Madre y Wilheim quedaron pálidos al oír eso, ¿Tan grave era la situación para que ellos dos estén así?

–Ah, lo siento, no estamos muy lejos de su carruaje o al menos sus restos.

Ella levanto su mano, lanzando algo hacía mí.

–Esas criaturas dejaron caer eso, creo que te serán útiles en el futuro.

Al atraparlo, eran unos óvalos de distintos tamaños, parecían emitir cierta energía.

Esos monstruos... ¿Ella los mató a todos?

–¿Qué son estas cosas?

–¿No lo sabes?

Era obvio que no, de saberlo ni pregunto.

–No, desconozco que son.

Ella soltó una risita.

–Son núcleos mágicos, aun que para ti, podrían volverse más importantes.

¿De que esta hablando? Realmente quiero saber, pero preguntar, va a llevar a algo complicado que no quiero hacer.

–¿Sabes por que estas a salvo?

¿Qué pregunta es esa? Es obvio que por que ella me salvo... No... Sus ojos... Su rostro... Ella esconde algo extraño... No se que es, pero su esencia no es humana.

Luego de pensarlo por un buen rato, no obtuve ninguna respuesta.

–No lo se.

Ella sonrió.

–Aún así, debo agradecerte por salvarnos.

Agache mi cabeza inclinándome, casi como Wilheim lo había hecho antes.

–Eso es bueno.

Murmuró para si, algo que apenas pude captar.

–Debes ser muy amado por la diosa, para que nos pida salvarte.

–¡¡¿Eh?!!

Los tres lo a dijimos al unísono.

¿A quienes les pidió salvarme? ¿Cuánto hicieron retroceder a esas bestias?

–Nuestro grupo es especial, digamos que por un tiempo las criaturas no volverán a realizar otro ataque de ese nivel. Sin embargo, en un futuro la calamidad obligara a las criaturas a realizar nuevas invasiones.

Por sus palabras, debo entender, que ellos no nos van a proteger siempre que ocurra.

–Ya va siendo tiempo que retomen su viaje.

Myra dijo eso mientras caminaba en una dirección no muy alejada.

Al seguirla, nos dimos cuenta de la situación en la que estábamos.

Había una montaña de cadáveres de esas criaturas.

Madre tapó su boca, Wilheim quedo pálido, sin poder mantener su boca cerrada.

Allí la cantidad de bestias derrotadas, era tal, que pensar en el hecho de ser protegidos mientras los enfrentaba, parecía imposible de comprender.

–Disculpe mi osadía, Madame ¿Fue usted quien exterminó a todos estos?

El hizo la pregunta, que no me animaba a hacer.

–Si, eran un estorbo, así que me deshice de ellos.

Ninguno dejo palabra alguna.

Justo luego de rescatar algunas pertenencias de nuestro carruaje y enterrar a los nobles caballos que perecieron en el ataque, caminamos un poco por el camino. Poco tiempo después, un carruaje venía para llevarnos.

–Mi trabajo ya esta hecho, ahora deben llegar sin problemas a su hogar. Aún no es momento para que dejes tu huella en este mundo. Debes volverte fuerte, la calamidad no va a esperar.

Dejando esas palabras atrás, Myra se disperso como una niebla dorada.

Madre palmo su lado una y otra vez, hasta que saco de sus ropas, una esfera de un color carmesí, con varias líneas de un color magenta, que parecían nadar dentro, dando la sensación de tener vida.

Tras sacar esta de su bolsillo, cayó una nota.

–Esto es una Gema de sangre, en su momento comprenderás como usarla.

Esas palabras erizaron mi piel, saber usar algo con ese nombre, solo profetiza desgracia.

Ninguno hizo mención del tema, solo abordamos el carruaje y regresamos a nuestros dominios.

Âme Noire - V. I (Isekai) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora