BLACK MARKS [TAEKOOK]

7.

Taehyung nunca lo invita a su casa. Jungkook supone que no puede culparlo, después de todo, tampoco lo ha invitado a la de él, sin importar lo vacía que se sienta. No es que no haya querido hacerlo, pero visitar las casas del otro quizás sea un paso demasiado lejos, un toque demasiado íntimo para ellos en este momento, por lo que se encuentran en el medio, generalmente en el mismo café todos los miércoles. A Jungkook le gusta el zumbido de la cafetería a su alrededor, más que el silencio haciendo eco en las paredes, de todos modos. Han estado saliendo por casi un mes y por primera vez en mucho tiempo, Jungkook se siente cautelosamente optimista al pensar en Taehyung como un amigo. Su viaje a la galería de arte se siente como un momento crucial en su relación, otro paso adelante. Jungkook aún no sabe con certeza cuáles son sus sentimientos por Taehyung, aparte del hecho de que se ha vuelto importante para él, y siente que Taehyung siente lo mismo. Pero incluso si no hay exactamente un término para lo que son, Jungkook es lo suficientemente feliz como para dejar que las cosas se desarrollen a su propio ritmo, eliminando todos los sentimientos de miedo e incertidumbre hasta que pudiera decirse, que no sentía esas cosas.

Jungkook sabe por qué a la gente no le gusta que ande con Taehyung. Él no es estúpido. En sus pequeñas mentalidades y sus obstinados prejuicios, piensan de todo corazón que Taehyung y sus marcas serán de alguna manera una gran fuerza de corrupción para Jungkook. La ironía realmente es demasiada, porque si Jungkook es honesto, lo contrario es lo cierto. Durante las semanas que han estado saliendo y conociéndose cada vez más a medida que pasan los días, Taehyung se ha convertido en una fuerza sorprendentemente estabilizadora en su vida. No importa lo que digan sus marcas, Taehyung nunca ha sido más que amable y bueno con Jungkook, e incluso le hace querer superarse a sí mismo también.

Antes de conocer a Taehyung, Jungkook había perdido lenta pero seguramente, la cabeza. Deambuló cada día gris, tratando de destruirse por la noche, pero con Taehyung aquí, tiene algo que esperar a la mañana siguiente. Cuando está con Taehyung, sus tendencias autodestructivas se callan, al menos por un momento.

Pero cambiar sus costumbres, romper viejos hábitos, esa mierda es más difícil de lo que parece. Pasar el rato con Taehyung es divertido, y le saca de la cabeza la confusión dentro de sí mismo, pero por la noche, cuando está solo en su apartamento vacío, con el sonido de la televisión haciendo eco en las paredes, es tan fácil volver a caer en su vieja mentalidad. Sin pensarlo, se encuentra a sí mismo agarrando sus llaves y saliendo a la noche para encontrar cualquier malicia que se le presente, que lo distraiga de las pesadillas que se arrastran incluso cuando está despierto.

Jungkook no es una buena persona. Si fueras a mirarlo, pensarías que lo es. Su piel es clara, libre de siquiera una sola marca, una rareza, ciertamente. Incluso si fueras a pasar el rato con él durante el día, pensarías que es un buen tipo, pero Jungkook sabe que no es nada de eso y que su verdadero yo sale de noche, lejos de los ojos inquisitivos de sus compañeros. Cuando cae la oscuridad, Jungkook puede desatarse salvajemente, encontrando cualquier tipo de problema que se pueda imaginar; peleas, traspasos a lugares prohibidos, robos, todo con una combinación letal de alcohol, temperamento, y una boca que lo matará algún día. Y a la mañana siguiente, se despertará en la cama de otra persona con la piel clara y el sabor de la decepción amarga en su lengua.

A veces Taehyung llama por la noche. Él no dice mucho, son solo susurros en el otro extremo de la línea. Dice que le gusta escuchar la voz de Jungkook antes de quedarse dormido. Esas noches Jungkook se queda, murmurando inocentes historias infantiles a Taehyung hasta que está seguro de que el otro se ha quedado dormido. Una vez que Taehyung está dormido, cuelga y se dirige a la cama, demasiado cansado como para joderse a sí mismo. En noches como esas duerme más profundamente, y los fantasmas que vagan por sus sueños se mantienen a raya.