23.

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Cuando Jungkook se despierta a la mañana siguiente, está en su propia cama, metido bajo las sábanas y está solo. Las sábanas a su lado están arrugadas, lo que implica que Taehyung había dormido allí en un momento dado, pero su lado de la cama ahora está frío y el corazón de Jungkook se hunde como una piedra en su pecho. Le duele la cabeza, le duele la garganta y sus ojos aún se sienten hinchados, pero Jungkook se olvida de la incomodidad en la que se encuentra, y en vez de eso, se preocupa acerca dónde ha ido Taehyung, ya que los recuerdos de todo lo que sucedió la noche anterior, vuelven a inundarle. ¿Realmente lo dejó después de todo? ¿Todo lo que Jungkook le había dicho era demasiado?

Se frota las sienes. Su cabeza está latiendo con fuerza y ​​hay un dolor constante detrás de sus ojos. Recuerda estar sentado con él después de limpiarse la cara y haber lavado sus lágrimas. Taehyung se había sentado pacientemente a su lado en el frío suelo del baño durante casi veinte minutos, y lo silenciaba con suavidad cada vez que intentaba hablar o disculparse de nuevo. Taehyung se había sentido gravemente afectado por el incidente, Jungkook podía saber con solo una mirada lo molesto que había estado, pero él se había quedado.

Casi a las seis de la mañana, Taehyung había sugerido que se fueran a la cama, para que Jungkook al menos intentara dormir. Él no está seguro de cómo llegaron a su cama, el último de sus recuerdos antes de que el sueño lo envolviera, es borroso por la fatiga. Él asume que Taehyung lo ayudó. Recuerda los brazos de Taehyung a su alrededor mientras los metía a ambos bajo las mantas. Cómo él se había sentido como lo único real, lo único que importaba y, a pesar de sentirse como un naufragio después de una tormenta violenta, Jungkook había encontrado un cierto grado de paz en la presencia de Taehyung y había podido quedarse dormido rodeado de su calor. Pero ahora todo eso se sentía como un sueño, demasiado bueno para ser verdad. Debería haber sabido que despertaría en una fría realidad.

Todo lo que sucedió anoche se siente como un sueño, surrealista, y Jungkook aún está procesando el hecho de que todo sucedió. ¿Realmente le contó a Taehyung un secreto que ha estado guardando en lo profundo, durante tres años? ¿Realmente lloró por Yoongi después de todo este tiempo? ¿Se abrió a Taehyung?

Jungkook cierra sus ojos contra la avalancha de recuerdos, empujándolos de nuevo hacia abajo mientras se sienta derecho, colgando sus pies del lado de la cama. El reloj en su mesita de noche le dice que son casi las cuatro. No tiene idea de si son las cuatro de la mañana o la tarde. Siente que ha dormido tanto, que no se hubiera sorprendido si alguien le hubiera dicho que habían pasado días. Había sido un sueño profundo y sin sueños y, por primera vez en años, Jungkook se sentía descansado.

La débil luz gris que se filtra a través de sus persianas podría ser cualquiera de las dos, lo que solo aumenta la desorientación de Jungkook. Se siente mareado y aturdido una vez más, sus labios están agrietados y su garganta está reseca. Cuando se levanta, se tambalea inestablemente sobre sus pies y casi se cae cuando la habitación gira. Está vestido solo con pantalones de chándal, y sus ropas aún están desparramadas por el piso. Vagamente recuerda haber vomitado en su camisa.

Lo único en la mente de Jungkook es encontrar a Taehyung. Revisa su teléfono, pero debe haberse olvidado de enchufarlo al cargador anoche, así que está completamente muerto. Con un gruñido de frustración, lo tira a un lado, buscando a tientas su cable de carga. Hace una rápida parada en el baño, tratando de no pensar en la noche anterior mientras alivia su dolor de vejiga. Una vez que termina, continúa por el pasillo hacia la zona de la cocina.

Abre la puerta lentamente y entra. Se estremece cuando sus pies descalzos se presionan contra las baldosas frías del piso de la cocina. No está seguro de por qué está siendo tan cauteloso, tan vacilante. Tal vez tenga miedo de que Taehyung no esté allí y todo lo que lo salude sea una habitación vacía, o tal vez esté aún más asustado de que esté allí. No está seguro todavía.

Es recibido por la vista de Namjoon y Taehyung sentados en la isla, hablando fácilmente con platos de comida a medio comer. Jungkook se toma un momento para maravillarse de cómo Taehyung, quien había sido tan tímido y Namjoon, quien a veces podía ser dolorosamente incómodo, parecían estar llevándose tan bien. Una oleada de deseo brota en su pecho como una marea creciente. Esto es lo que él quiere al despertar; No es una cama fría en una casa vacía, sino a su hermano y su alma gemela hablando en la cocina, con los sonidos de sus risas llenando la habitación. Jungkook nunca ha querido una paz como esta antes.

Sí, él ha querido paz, en cierto modo. Quería que las pesadillas de Yoongi que lo alcanzaban a través de vidrios rotos se desvanecieran, quería que el sonido estático del sentimiento de culpa, explotando en sus oídos se calmara y quería que el arrepentimiento en su pecho disminuyera, solo un poco para que pudiera respirar. En aquel entonces, Jungkook solo había deseado la paz suficiente para poder sobrellevarlo, simplemente para sobrevivir bajo el peso aplastante de sus propios pecados. Intentó hacer esto enterrando los recuerdos tan profundamente que podía fingir que nunca sucedió, y lanzarse de cabeza al peligro para distraerse. Cualquier cosa salvaje e imprudente que pudiera distraerlo de cómo, en el interior, se estaba desmoronando. Todo dentro de él se convirtió en ceniza, dejándolo vacío, salvo unas pocas brasas ardiendo entre el polvo. La actuación había sido infantil, pero al menos se ha sentido casi vivo otra vez.

Pero esta paz que ahora vislumbra ante él es mucho más que eso, es más que enmascarar el dolor con adrenalina hasta que se adormece, esta paz con Taehyung es una satisfacción tranquila, una curación que Jungkook nunca creyó que podría tener, y que aún no sabe si la merece completamente.

Taehyung está sentado en la isla en una de las elegantes sillas altas de color negro, con sus largas piernas tatuadas colgando a un lado, balanceándose mientras habla. Lleva una de las camisetas de Jungkook y todavía le es un poco holgada. Los pantalones cortos también son de Jungkook, y se da cuenta que nunca antes había visto a Taehyung mostrar tanta piel con tanta libertad. Su cabello está rizado por el sueño y tiene profundos círculos oscuros bajo sus ojos, y Jungkook siente una punzada de culpa al saber que él es la causa más probable de ellos.

A pesar de que Jungkook estaba casi seguro de que no hacía ruido, Taehyung se da vuelta como si hubiera escuchado su nombre y sus ojos se posan en Jungkook, quien se congela en la puerta.

—Bueno, voy a ir a vestirme ahora —anuncia Taehyung después de un momento, con su voz profunda y suave. Namjoon asiente con la cabeza mientras él se desliza de la silla y se desplaza por el suelo de la cocina hacia Jungkook. Jungkook lo mira acercarse sin estar seguro a dónde moverse, sintiéndose incómodo y fuera de lugar.

—Tae-

No puede leer la expresión en la cara de Taehyung. Es tranquilo, pero algo nada profundamente en sus oscuros iris, una especie de certeza y fuerza que nunca antes había visto, y entonces sabe que todavía tienen mucho de qué hablar, pero por ahora Taehyung no irá a ninguna parte.

—Buenos días, Jungkook.

Taehyung asiente con la cabeza cuando pasa, y todo lo que Jungkook puede pensar en hacer, es asentir de vuelta y apartarse de su camino para dejarlo pasar. Taehyung se va y Jungkook tiene que detenerse de seguirlo. En cambio, obliga a sus pies a llevarlo al asiento que Taehyung había ocupado momentos antes.

BLACK MARKS [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora