16.

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Cuando Jungkook abre la puerta, se siente repentinamente tímido, consciente ante la idea de dejar entrar a Taehyung en su espacio más privado. No era como si su habitación estuviera súper desordenada. En todo caso, esta es pulcra y sencilla incluso después de una semana sin limpiar. La decoración, por así decirlo, es probablemente considerada minimalista con paredes blancas lisas cubiertas con unos cuantos carteles de cuando era joven. Hay un escritorio elegante con su computadora portátil. Empujada contra la pared más alejada, hay una cama con sábanas negras y arrugadas, y en el piso hay algunas prendas de ropa desechadas que Namjoon ha dejado de lado para dejar espacio para el futón enrollado. Si hubiera sabido que Taehyung estaría aquí, habría hecho un poco de esfuerzo por ordenar el lugar un poco, pero una vez más, hace unas horas nunca hubiera imaginado que Taehyung volvería a hablar con él, y mucho menos estar aquí en su habitación. Parece poco, pero no hay mucho que pueda hacer al respecto, además de esperar que Taehyung no se dé cuenta.

Mira a Taehyung, quien mira a su alrededor sin que sea demasiado obvio que está examinando cada centímetro de su habitación. No es que Jungkook lo culpe o algo así, él estaría haciendo lo mismo si estuvieran en la habitación de Taehyung. Mirando alrededor para encontrar señales y pistas sobre la personalidad del otro chico, buscando cualquier cosa que le proporcionara más información sobre quién era realmente, pequeñas muestras de una vida que aún no conocía, recordatorios de su pasado, nuevas cosas que no había sabido antes. También se da cuenta de que sus ropas todavía están ligeramente mojadas por la lluvia.

Él va a su armario, sacando un par de camisetas blancas, dándole una a Taehyung. Taehyung parpadea por un segundo, mirando la camisa como si estuviera confundido, luego le sonríe levemente y toma la camisa con un tranquilo agradecimiento. Jungkook se quita su propia camiseta y se pone la nueva cálida y seca por sobre la cabeza, la tela frotando contra su cicatriz fresca.

—Eso es nuevo.

Él mira a Taehyung, levantando una ceja. Taehyung todavía está de pie allí, sosteniendo la camisa de Jungkook, pero su mirada ahora está centrada en él.

—La cicatriz, —repite, con los ojos fijos en el cuello de Jungkook—¿Es nueva?

—Sí —admite Jungkook, levantando la mano conscientemente para cubrir la cicatriz. Los ojos de Taehyung se ensanchan con una mezcla de asombro e incertidumbre. Hay un momento de silencio mientras espera que Taehyung hable.

—¿Yo hice eso?

Jungkook mira a Taehyung, encontrándose con su mirada.

—Sí, —admite—Es tu marca.

Taehyung deja escapar un suspiro, un poco aturdido, con los ojos pegados en la marca blanca.

—¿P-puedes quitarte la camisa de nuevo? —pregunta, y le toca el turno a Jungkook de parpadear, sorprendido. Un leve rubor se eleva en las mejillas de Taehyung, pero la mirada en sus ojos está determinada—Yo solo- —hace una pausa, mordiéndose el labio inferior—Solo necesito ver cómo se ve la marca.

Jungkook no entiende completamente, pero de todos modos se quita la camisa, revelando la cicatriz en todo su tenue esplendor y bifurcada gloria. Taehyung da un paso tentativo hacia adelante, con su mirada pegada y fascinada.

—Wow, —respira—nunca había visto una marca blanca como esta antes, es tan grande.

Jungkook no sabe cómo debería responder a eso, así que solo se queda callado y le permite a Taehyung examinar la marca para contento de su corazón.

—Entonces, —Taehyung murmura eventualmente, con su voz extrañamente suave y melancólica— ¿así es como me vería si nuestras marcas no estuviesen intercambiadas?

BLACK MARKS [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora