Cada instinto que Jungkook ha perfeccionado en los últimos años, le dice que debe conducir su puño tan fuerte como pueda, a la nariz de este imbécil hasta que sus nudillos estén rojos. Pero en aquel entonces, a él no le importaba si vivía o moría en el piso sucio de un club, y no conocía a Taehyung. Las cosas son diferentes ahora, la voz dentro de él que le dijo que arrojara su cuerpo a los lobos porque le dolería menos, se ha silenciado, y cuando él está con Taehyung, él se siente menos desesperanzado.
Por mucho que quiera lastimar a los hombres ante él, él ahora ha encontrado algo mejor y se da cuenta de que él no es el único afectado por sus acciones. Por primera vez, se ve obligado a mirar más allá de sí mismo y considerar las consecuencias de la mierda que tira. Si lanza un puñetazo, terminará marcando la piel de Taehyung, y Jungkook hizo una promesa que no puede romper.
Con una nueva resolución sellada en su corazón, él hace algo que no ha hecho en mucho, mucho tiempo.
Él toma una respiración profunda y calmada, y se traga el vete a la mierda, perra que burbujea y amenaza con derramarse más allá de sus labios, y en cambio dice lo más cortésmente que puede, —está bien, la mesa es toda tuya.
La mirada de sorpresa en los rostros de los hombres habría sido invaluable si a Jungkook le hubiera importado algo más en ese momento, aparte de volverse hacia Taehyung, quien lo mira con los ojos muy abiertos y le dice, —Vamos, vámonos.
Taehyung asiente y se retiran, pero antes de llegar lejos, el hombre más alto se detiene en su dirección, bloqueando su camino hacia la puerta. Los otros hombres se acercan como una manada de lobos, rodeándolos, y Jungkook se maldice por no haberse ido antes. No debería haber dicho nada, no debería haber dudado, tan pronto como vio a los hombres, deberían haberse ido. Él sabe cómo se desarrolla esto, lo ha visto muchas veces antes, pero esta vez, está decidido a que termine de manera diferente.
—Mira, puedes tener la mesa, ¿de acuerdo? —él dice, y las palabras son casi imposibles de forzar. Odia la sensación de ceder, pero él no va a joder esto, por Taehyung—No queremos ningún problema.
Esto hace que los hombres se rían, y sus risitas bajas y temibles se hunden en sus entrañas.
—¿Por qué no te quedas tú y tu amigo, y juegas una partida con nosotros? —El hombre se burla, y Jungkook tiene que tragarse una réplica. Él es muy consciente de que Taehyung se está moviendo nerviosamente a su lado y no le gusta el brillo agresivo en los ojos del hombre, no especialmente, cuando está dirigido hacia Taehyung.
—No, gracias —Jungkook rechina sus dientes apretados y da un paso alrededor del hombre, pero él se mueve demasiado rápido, una vez más, bloqueando físicamente su salida.
—Oh, vamos, —sonríe él, empujando el hombro de Jungkook—Solo un juego, niño. ¿Qué? ¿Estás asustado?
El genio de Jungkook amenaza con estallar, y requiere toda su fuerza de voluntad el no cubrir el suelo con el tipo de aquí para allá.
—Dije que no, gracias —repite apretando sus manos en puños, con sus uñas romas clavándose en su palma—Por favor déjanos pasar.
Los ojos del hombre se iluminan ante esto y sonríe, con una fea sonrisa torcida, —¿Y si no lo hago?
Jungkook se maldice a sí mismo por arrinconarlos a ambos, en esta esquina. Él tiene la terrible sensación de haber jugado directamente en las manos de estos idiotas. Él no tiene ni una maldita experiencia apaciguando las situaciones con calma, solo la tiene escalándolas hasta el punto del derramamiento de sangre, por lo que está perdido totalmente en este momento.
—Él dijo que no queremos problemas, —Taehyung habla desde su lugar a su lado. Se ve visiblemente nervioso, y sus ojos se mueven por la habitación, pero su profunda voz no tiembla—Sólo queremos irnos.
El hombre vuelve su mirada hacia Taehyung, y su sonrisa se ensancha.
—No lo sé, me parece que ustedes dos están buscando una pelea.
—¿Cómo es que obtuviste eso de algo de lo que él dijo? —Taehyung pregunta, y si Jungkook no hubiera estado tan tenso, su boca se habría abierto en shock. Él tranquilo y tímido Taehyung, respondiéndole a un matón que debe pesar al menos el doble de lo que él lo hace. Una parte de él está tan orgullosa de Taehyung por defender su posición, y otra parte está gritando de miedo de que realmente van a recibir una patada en la cabeza.
El hombre entrecierra los ojos hacia Taehyung.
—Qué boca astuta la que tienes ahí, niño —gruñe—sería una verdadera pena si alguien te rompiera la puta mandíbula.
El hombre comienza a ir hacia Taehyung, y Jungkook tiene segundos para pensar. No puede pelear con él, no puede someterlo a ser una sangrienta pulpa como le gustaría hacerlo. Con opciones tan limitadas, él hace lo único que puede pensar hacer.
Él se planta firmemente entre Taehyung y su pronto atacante.
—¿Qué es esto? —El hombre pregunta levantando una ceja, con el deleite de un enfermo brillando en sus ojos oscuros—No creí que lo tuvieras en ti, niño. Pensé que eras una pequeña perra sin una sola marca.
El resto de los hombres a su alrededor se ríen como si fuera la cosa más divertida que hayan escuchado. Las orejas de Jungkook arden con humillación. Él ha roto narices y cráneos por insultos menores, pero se obliga a permanecer quieto, y su mirada nunca vacila.
—Aww, ¿no tienes nada que decir? —El hombre se burla—actúas como si fueras tan rudo, pero realmente eres una putita, ¿verdad?
Jungkook siente una repentina y extraña calma caer sobre él, y él quiere reírse.
Todo es tan claro para él ahora.
Estos hombres, son jodidamente patéticos y antes de que conociera a Taehyung, él era como ellos. Igual de enojado y aburrido, y tan dispuesto a tirar lejos su inútil vida, por nada. Empezar a armar peleas con chicos en bares, un jueves por la noche, porque no tenían nada mejor que hacer entre ellos, y entonces se despertarían la próxima semana y harían lo mismo, sin tener nada qué esperar por delante. Ese solía ser él.
Pero ya no más.
Ahora se ríe, justo en el rostro presumido y burlón del hombre.
—¿Qué es tan jodidamente divertido? —Él exige, con su rostro torciéndose en un ceño feo.
—Puedes decir lo que quieras, —Jungkook sonríe con serenidad—pero no tocarás un pelo de su cabeza porque si lo haces, te haré pedazos.
Jungkook nunca ha estado por encima de una pequeña mentira. *
Él no va a echarle una mano a estos hombres, no se arriesgará a marcar a Taehyung de nuevo, pero las palabras pueden ser igual de peligrosas. Él ve que la ira crece en los ojos del hombre, y sus pupilas apagadas se encienden repentinamente de rabia. Cuando él levanta el puño, Jungkook no intenta esquivarlo en el camino.
El puñetazo lo atrapa de lleno en la barbilla con la fuerza suficiente para hacerlo caer al suelo. Él medio se sostiene del lado de la mesa de billar, aferrándose a ella para mantenerse erguido. Su mandíbula duele y su cabeza resuena por el impacto. Él vislumbra el rostro horrorizado de Taehyung antes de que el hombre le dé una patada en las costillas, causando que se doble el dolor. El hombre vuelve a reírse y, a su alrededor, sus amigos lo alientan con fuertes gritos y aullidos. Jungkook hace todo lo posible por recuperar la respiración e ignorar cuánto duele.
—¿Te estás riendo ahora? —El hombre se mofa, mientras lo patea de nuevo—¿Esto es jodidamente divertido, ahora?
—No lo sé, —dice Jungkook enderezándose, haciendo una mueca por el dolor en sus costillas—Tu patada sigue estando para reírse, aun así.
—Vete a la mierda —silba el hombre y le da una patada más fuerte de nuevo, y Jungkook cae al suelo con un gruñido de dolor.
* quiere decir que puede mentir perfectamente. Que no le da nada el decir una mentira.

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BLACK MARKS [TAEKOOK]
Fanfiction♡TAEKOOK - KOOKV "Cada vez que cometes un pecado, una marca negra aparece en tu cuerpo". Jungkook siempre se ha estado metiendo en problemas, pero ni una sola vez se ha manifestado una marca en su cuerpo. Luego él conoce a Tae, un dulce chico que nu...