36.

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Fuera del área principal y la pista de baile, hay un área más aislada donde Jin mantiene un par de mesas de billar y juegos de arcade, es más un salón que un club en realidad. El humo de los cigarrillos cuelga en el aire como una niebla a pesar de la prohibición de fumar, y la música es amortiguada, dando a la zona un ambiente más relajado y tranquilo. Taehyung tose al entrar a la habitación.

—¿Lo tomo como que tampoco nunca has fumado antes? —Jungkook pregunta, y Taehyung sacude la cabeza.

—Es malo para ti, —dice él, y luego mira a Jungkook—¿tú lo has hecho?

Jungkook muerde el interior de su mejilla. Él está seguro de que Taehyung debió haber olido el olor a humo viniendo de él, antes. Él siempre ha odiado cómo el olor a tabaco rancio se impregnaba en su ropa, en su aliento.

—Sí, —admite—fue un mal hábito que tomé.

Incluso ahora, él aún puede ver dedos largos y delgados dándole un cigarrillo, una sonrisa irónica y una voz ronca que le dice que es un jodido estúpido por haber empezado a fumar. Recuerda haber replicado que debió haber recogido el hábito de cierta persona. La clase siempre fue acortada por el cigarrillo que colgaba de los mismos labios que lo regañaron. El corazón de Jungkook duele, como un eco de dolor similar al del humo de segunda mano en sus pulmones.

—¿Fue? —Taehyung se ve curioso—¿Ya no fumas?

—Nah —dice Jungkook en voz baja, con el sonido de la lluvia sonando a lo lejos en sus oídos. Él no menciona cuánto Taehyung influyó en su decisión de dejarlo.

—Oh... —susurra Taehyung.

Ellos se quedan en silencio mientras Jungkook lleva a Taehyung a una mesa de billar vacía en la esquina, lejos de los ojos curiosos de los otros clientes.

—Entonces, ¿nunca has jugado billar antes? —Jungkook pregunta, dándole a Taehyung un taco y escogiendo el suyo.

—Jugué un poco cuando era pequeño, —dice Taehyung—pero no de forma adecuada ni nada. Mi tío tenía una mesa de billar en su casa, pero solo lo visitábamos una vez al año.

—Está bien, realmente no es difícil —sonríe tranquilizador, Jungkook—Esto es lo que tienes que hacer.

Él repasa las reglas y Taehyung asiente con la cabeza, con una expresión de intensa concentración en su rostro, lo cual es impresionante, teniendo en cuenta que él todavía está un poco achispado.

—Eso no suena demasiado difícil, —dice Taehyung cuando Jungkook termina—¿Yo meto los colores sólidos y tú metes las rayas?

—Eso es todo —asiente Jungkook, mostrándole un pulgar hacia arriba.

—¡Lo tengo! —Taehyung dice, mientras Jungkook coloca las bolas de billar en un triángulo para que él las rompa. Taehyung se inclina sobre la mesa, pero antes de que pueda hacer su movimiento, Jungkook le dice que se detenga.

—¿Qué pasa? —Él hace pucheros.

—Tu postura es incorrecta, —dice Jungkook, sacudiendo la cabeza—Vas a perder el tiro.

—Oh, ¿sí? —Taehyung pregunta, enderezándose—¿Qué estoy haciendo mal?

—Necesitas inclinarte más, —dice Jungkook—y acercar los codos a tu cuerpo, así tu tiro no se abrirá.

Taehyung zumba y se inclina de nuevo, pero una vez más Jungkook lo detiene.

—¡Hice lo que dijiste! —él protesta.

—Estás cerca, —admite Jungkook, cruzándose de brazos—pero todavía estás un poco fuera de lugar.

—No sé qué estoy haciendo mal —resopla Taehyung, y Jungkook internamente lo mima por lo lindo que se ve—Enséñame.

—Aquí, mira —Jungkook se descruza de brazos y deja su taco—Te mostraré.

Él se mueve para colocarse detrás de Taehyung, y solo cuando se ha acercado lo suficiente como para oler su propio desodorante en Taehyung, se da cuenta de lo fuerte que es el latido de su corazón. La habitación está bastante tranquila, pero él aún siente la necesidad de mantener la voz baja. Este es su momento -de los dos- y es privado. Él pone una mano en el codo de Taehyung, atrayéndolo.

—Mantén los codos hacia dentro —murmura, y luego mueve sus manos sobre las de Taehyung, guiándolas—Sostén el taco de esta manera, y luego, —Jungkook mueve su cuerpo hacia adelante, empujando suavemente a Taehyung para que se incline sobre la mesa de billar—entonces te inclinas así...

Su corazón está martillando tan fuerte, que teme que Taehyung lo escuche o incluso lo sienta latir contra su espalda. Él hace todo lo posible por no pensar demasiado en la posición en la que están, pero su rostro se calienta de todos modos. Ha pasado un tiempo desde que estuvo tan nervioso, así de inseguro alrededor de otra persona.

Su voz sale ronca cuando habla y puede haber sido su imaginación, pero el aliento de Taehyung se corta, debajo de él.

—Después simplemente, —susurra, justo al lado de la oreja de Taehyung—Vas por ello.

Él quiere besar la parte posterior del cuello de Taehyung y toda su columna vertebral aquí mismo, justo ahora, sin importar quién más pueda ver.

Él se aleja. El aire se siente más frío ahora. Taehyung permanece quieto, en la posición en la que Jungkook lo puso, con el rostro hundido en su brazo. Él no se mueve por unos segundos, y Jungkook siente que está aguantando la respiración.

Taehyung murmura tan silenciosamente, que él casi se lo pierde, —Eres un tramposo, Jungkook.


*gritos internos*

BLACK MARKS [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora