BLACK MARKS [TAEKOOK]

27.

—Mira a tu novio Jungkook, —dice la abuela señalando a Taehyung—¡este chico necesita comer más! ¡Es todo piel y huesos, el pobre necesita carne en sus huesos!

—Abuela, por favor —Jungkook tiene que resistir la tentación de enterrar su cara en sus manos. Se le están quemando las mejillas y el cuello, y se pregunta por qué pensó que esto era una buena idea. Luego levanta la vista y ve que Taehyung se ríe en su mano, su cara igualmente sonrojada, y lo recuerda. Es tan bueno verlo sonreír.

—Lo siento por ella —Jungkook se vuelve hacia Taehyung manteniendo la voz baja, pero no es capaz de mantener el cariño fuera de su voz. La sonrisa que Taehyung le da en respuesta es cálida y un poco triste.

—Está bien.

—Ella puede ser un poquito, demasiado —susurra Jungkook, pero Taehyung niega con la cabeza.

—Creo que es genial, —murmura él—nunca conocí a mi abuela... —se detiene y antes de que Jungkook pueda pensar qué decir, la voz de su abuela viaja desde la cocina.

—¿No saben que es grosero susurrar?

—Lo siento, señora Jeon —dice Taehyung haciendo que su abuela se ría.

—Por favor, Taehyung —responde ella—también puedes llamarme abuela, si lo deseas, 'Señora Jeon' es terriblemente formal.

—Oh-vale, abuela —dice Taehyung, pero su voz es tan silenciosa que Jungkook se pregunta si su abuela incluso lo escuchó.

Jungkook está acostumbrado a que Taehyung sea tímido y reservado con las personas, especialmente las personas que no conoce, por lo que se sorprende cuando Taehyung habla de nuevo.

—¿Necesitas ayuda, abuela? —Él pregunta. Por lo general, su abuela cocina sola y expulsa a todos los demás de su cocina, especialmente a Namjoon y Jungkook, quienes fueron considerados "incompetentes", pero para sorpresa de Jungkook ella asiente, haciendo una seña a Taehyung. Se pone de pie y se apresura, aceptando la cebolla y el cuchillo que le da la abuela.

Jungkook observa con gran alegría que su abuela y Taehyung charlan cómodamente en la cocina, mientras Taehyung se ve tan a gusto como nunca lo ha visto Jungkook, mientras corta las verduras. Jungkook ha sido expulsado desde hace mucho tiempo de la cocina de la abuela, desde que él y Namjoon casi la quemaron tratando (y fallando) de hornear galletas, pero está bien mantenerse fuera del camino. Él no escucha atentamente su conversación, en lugar de eso deja que sus ojos se dirijan al rostro de Taehyung. Sonríe suavemente, escuchando el cuento con el que su abuela lo entretiene, y Jungkook jura que puede verlo brillar bajo las luces de la cocina.

No les lleva mucho tiempo preparar dos cuencos humeantes de sopa de delicioso olor, que Taehyung lleva con cuidado a la mesa. Jungkook arremete apresuradamente, solo dándose cuenta de lo hambriento que está cuando el olor lo golpea. Taehyung come más lentamente asegurándose de decirle a la abuela lo bien que sabe, y Jungkook asiente con la cabeza, con la boca demasiado llena para hablar.

—Me alegra que te guste —dice ella mientras se sirve té—Es una vieja receta, a tu abuelo le encantaba.

Le vierte a Taehyung y luego a Jungkook una taza de té verde, y el líquido humeante se arremolina alrededor de la porcelana. Comen en un feliz silencio por un par de momentos, mientras que la abuela toma un sorbo de su té, antes de colocar la taza deliberadamente con cuidado.

—Taehyung, —dice ella y Taehyung levanta la cabeza de su tazón, con los ojos muy abiertos al ser llamado directamente. Es sutil, pero Jungkook nota el cambio en su lenguaje corporal, la repentina tensión en sus hombros, cómo agarra la cuchara con más fuerza, cómo sus ojos están ahora en guardia.

—¿Te gustaría saber cómo nos conocimos el abuelo de Jungkook y yo?

Taehyung parpadea, sorprendido. Lo que sea que hubiera esperado que la abuela de Jungkook le dijera, claramente no era eso. Jungkook se ríe y se encuentra relajándose también. Taehyung lo mira y él inclina su cabeza con una sonrisa. Su abuela siempre ha estado llena de historias y Jungkook pasó su juventud escuchando, cautivado mientras ella volvía a contar episodios de su colorida vida. Este en particular fue uno de sus favoritos.

—Me encantaría escucharlo —asiente Taehyung, agachando la cabeza con timidez, con voz tranquila.

Su abuela sonríe, y las arrugas alrededor de sus ojos se profundizan mientras se acomoda en su silla.

—Todo comenzó hace muchos, muchos años cuando era mucho más joven que ahora —Jungkook escuchó esta historia muchas veces antes y aunque siempre está feliz de escucharla nuevamente, esta vez se enfoca en el chico que está a su lado. Taehyung escucha atentamente, con su tazón de sopa olvidado y casi vacío, y toda su atención enfocada en la abuela.

—Era verano, lo recuerdo porque hacía mucho calor. Era uno de los veranos más calurosos que habíamos tenido en mucho tiempo, y ese día el sol era implacable —dice ella recogiendo su taza de té—Recuerdo especialmente el calor ese día porque estaba atrapada, sentada en mi auto esperando a mi tía, una mujer bastante horrible y estirada a la que mi madre me obligó de ir de chofer por el día mientras se quedaba en la ciudad de visita —mientras ella habla, la abuela mira fijamente su taza. Ella toma un largo sorbo antes de continuar.

» Se estaba tardando una eternidad en la tienda y mi paciencia se estaba agotando. Sólo quería irme, pero tenía que sentarme en el estacionamiento de la tienda de comestibles en mi auto caliente esperando que regrese. No estaba prestando atención hasta que alguien llamó a mi ventana, pero en lugar de mi tía, vi a un apuesto joven. Me sorprendió tanto que realmente bajé la ventanilla para escuchar lo que estaba diciendo. Tal vez estaba aburrida, tal vez tenía curiosidad, realmente no lo sé —ella sonríe con nostalgia y Jungkook también sonríe, siempre le gustó esta parte de la historia. Mira a Taehyung para ver su reacción.

—Lo creas o no, lo primero que hizo este apuesto joven fue sostener un balde lleno de langostas vivas, con el agua chapoteando en el borde y me sorprendió tanto que no supe qué decir —su abuela se ríe con cariño, y Taehyung parpadea.

—¿Langostas? —Él pregunta, perplejo.

—Langostas.

—¿Qué quería él? —Taehyung pregunta.

—Eso es exactamente lo que quería saber —se rio la abuela—parecía tener prisa, estaba sin aliento, sudoroso y mirando a su alrededor, así que le pregunté que qué demonios estaba haciendo y ¿sabes lo que dijo? —Ella pregunta y Taehyung sacude la cabeza—El abuelo de Jungkook decidió que no le gustaba ver langostas en el tanque de una tienda de comestibles esperando que la gente se las comiera, por lo que se encargó de liberarlas, —la abuela se ríe al ver la cara de Taehyung—pero la precaución nunca fue un punto fuerte suyo, por lo que necesitaba un coche para escapar.