BLACK MARKS [TAEKOOK]

14.

El aire de la noche lo saluda con un abrazo helado cuando Jungkook sale, el viento frío le golpea con dolor la cara expuesta. Se mete las manos en los bolsillos para protegerlas del frío mientras se aleja de la tienda aturdido, y las palabras de su abuela hacen eco en su mente.

Se desvanecen, se desvanecen, se desvanecen.

Las calles oscuras están desiertas, no hay otra alma viva a la vista y la única luz es del brillo de las farolas. Se está haciendo más tarde y Jungkook sabe que probablemente debería irse a casa, pero hay una picazón inquietante en su pecho y no puede ignorar que hay algo que debe hacer primero.

El agua que pasa por debajo del puente suena como un coro de susurros para Jungkook, juzgándolo mientras cruza, y él se detiene por un momento para contemplar el oscuro río. La luz de las farolas solo se extiende en la lejanía de la noche, dejando el río debajo envuelto en la oscuridad como un vacío listo que está esperando para tragarlo. Los susurros se hacen más fuertes y comienzan a sonar casi como si estuviesen... invitándolo.

Está atrapado entre la seguridad del puente y un salto hacia lo desconocido. Él también podría hacerlo, la barandilla no está tan alta, y el agua que está debajo le está llamando a hacerlo, pero no lo hace.

El momento pasa y el impulso vertiginoso se eleva, pero el hechizo se rompe. Todavía hay algo que debe hacer primero. Mira su teléfono, un teléfono bonito y caro, mucho mejor que el de Taehyung.

Llama al número de Taehyung, el único número al que ha llamado en días.

El teléfono suena, pero nadie contesta, y no es que Jungkook esté sorprendido. Le habría sorprendido más a él si Taehyung lo hubiese hecho. Cuelga cuando la grabación del correo de voz comienza a reproducirse. Ni siquiera es la voz de Taehyung, está automatizada y está harto de escuchar la voz suave y robótica que le dice que Taehyung no responderá.

Las palabras de antes de su abuela, vuelven a él mientras resiste el impulso de arrojar su teléfono al río.

"Si te arrepientes y te expías, si contrarrestas los pecados que has cometido con buenas acciones, las marcas se desvanecerán con el tiempo. Nunca desaparecerán, pero no empeorarán".

Jungkook está resuelto a hacer todo lo que esté a su alcance para asegurar que las marcas se desvanezcan. Incluso si toma toda una vida, es lo menos que puede hacer. Jungkook le debe mucho a Taehyung. Sus días de pecado imprudente han terminado, e incluso si Taehyung nunca le habla, Jungkook todavía va a hacer todo lo mejor posible. No lo arreglará, pero es todo lo que puede hacer. Taehyung pasó años evitando el pecado, esforzándose durante tanto tiempo por ser lo mejor que podía ser, un hecho que la impecable piel de Jungkook le recuerda burlonamente cada día y, si él puede hacerlo, Jungkook también puede hacerlo, por el bien de Taehyung. Con una nueva resolución en su corazón, Jungkook abre sus mensajes.

Es una posibilidad remota, pero Jungkook recuerda vagamente que cuando se estaban conociendo por primera vez, le había preguntado a Taehyung dónde vivía por medio de textos. Taehyung había sido evasivo a la hora de responder y solo le había dado el nombre de una calle, pero eso es mejor que nada. Se desplaza por semanas de mensajes, y su corazón se contrae al ver todos los coloridos emojis y corazones que Taehyung estaba tan acostumbrado a usar, hasta que encuentra lo que está buscando. La calle no está lejos y el corazón de Jungkook salta de alegría antes de que los nervios se cierren sobre él como una ola.

No hay una dirección exacta, pero Jungkook no va a dejar que un pequeño detalle como ese lo desaliente. Se pone a trotar en dirección al barrio de Taehyung y, para cuando llega a la primera casa, está cubierto de una capa de sudor, que solo sirve para amplificar el frío de la noche.