12.

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Por primera vez desde que entró al baño, Jungkook se permite relajarse una fracción. Se gira lentamente para no asustar a Taehyung.

Está acurrucado debajo de la camisa de Jungkook, sin molestarse en ponérsela adecuadamente, y en cambio, tira de la tela sobre su cabeza inclinada, una vez más, escondiendo su rostro de Jungkook. Su respiración temblorosa hace eco en las paredes, pero no se mueve mientras Jungkook se sienta ante él con las piernas cruzadas. Lo suficientemente cerca como para acercarse y tocar a Taehyung, pero él no lo hace.

—No lo entiendo, —la voz de Taehyung es tan pequeña y silenciosa. Resopla mientras habla, con la cara baja—Y-yo- simplemente no entiendo.

—¿Qué no entiendes? —Jungkook pregunta pacientemente.

—No me vas a creer, —murmura Taehyung con voz apagada—Nadie nunca me cree.

—Te creeré —Jungkook insiste, y ora porque Taehyung escuche su sinceridad y le crea. La culpa lo enferma desde el estómago, porque sabe lo que Taehyung está a punto de decir. Él lo sabe, pero las palabras aún sacan el aire de su pecho.

—No hice nada, —susurra Taehyung—De verdad, no lo hice, no estoy mintiendo. O, al menos, no sé lo que he hecho mal.

Jungkook traga y abre la boca para hablar, pero no puede encontrar las palabras.

—Nunca he hecho nada, —Taehyung continúa, enterrando su rostro en sus manos, amortiguando su voz—Ni siquiera les devolví el golpe, ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué me está pasando esto? —Se interrumpe con un sollozo ahogado—Lo i-intento t-tanto, pero no funciona. Las marcas siguen llegando, nunca se detiene y soy tan horrible —Taehyung tiembla, sus hombros se sacuden al sollozar en sus manos—Dios, me odio.

Jungkook se sobresalta, las palabras son una bofetada en la cara. Ve la agonía de Taehyung en toda su cruda y terrible fealdad y sabe que él es la causa de ello y solo él es el culpable.

—Yo solo quiero ser normal, —hipa Taehyung—Quiero ser como tú, Jungkook, eres tan limpio y bueno, y dijiste que yo también lo era, así que lo intenté... lo intenté... —una lágrima se desliza por la mejilla de Taehyung mientras toma una profunda y estremecedora respiración—cada vez que se formaba una marca me recordaba a mí mismo lo que me habías dicho, pero... pero creo que ya no puedo. Dijiste que era bueno y lo creí, pero te equivocas.

—Taehyung- —Jungkook intenta decir, pero Taehyung sacude la cabeza y no lo deja continuar.

—Ha sido así desde que tenía catorce años, —dice, con las manos todavía protegiendo su cara—cuando llegaron las primeras marcas, no lo entendí, pero asumí que había hecho algo mal, así que traté de ser mejor. Salí de mis andanzas para ser bueno, pero no ayudó. Cuando no se detuvo, traté de ocultar las marcas en su lugar, —continúa Taehyung—pero había tantas que no pude, y pronto todos lo supieron. Mis padres estaban disgustados, simplemente no podían entender cómo criaron aun niño tan perverso y todos mis amigos ya no jugarían conmigo, todos en la escuela dejaron de querer salir conmigo.

Más lágrimas caen por debajo de sus manos. El baño está frío, pero Jungkook se siente aún más frío, la temperatura helada se hunde en su piel y lo congela hasta el centro. Nunca se ha sentido tan frío en su vida.

—Estaba... estaba tan feliz cuando te conocí, Jungkook, —confiesa Taehyung—tú eres el único que ha sido amable conmigo.

Jungkook traga el nudo en su garganta, con las lágrimas picando en sus ojos.

—Eres la primera persona que ha pasado por encima de mis marcas, —Jungkook no puede saberlo con certeza ya que Taehyung aún cubre su rostro, pero jura por un segundo, que Taehyung sonríe—Cuando me preguntaste por el piano, pensé que me había vuelto loco. Me viste como un humano, Kook y quiero agradecerte por eso.

BLACK MARKS [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora