34.

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La siguiente hora más o menos, se pasa en un borrón de vodka, voces alzadas y risas despreocupadas. Jungkook se encuentra a sí mismo riéndose junto a ellos, sintiéndose más liviano de lo que se ha sentido en mucho tiempo. Se siente como si estuviera flotando. Antes de conocer a Taehyung, Jungkook salía de esta manera un poco, generalmente con Jimin, ya que no tenía otros amigos y las salidas rara vez eran sociales, al menos no para Jungkook. En ese entonces salía a beber para no recordar, y olvidar lo mucho que le dolía respirar.

Una vez que estaba tan borracho que apenas podía ver con claridad, se tambaleaba con un extraño o tal vez solo con Jimin de camino a casa, y todo todavía dolería a la mañana siguiente cuando se despertara y estuviese sobrio. Pero ahora, él quiere estar coherente, quiere escuchar los terribles chistes de Jin o más de las historias de Jimin. Taehyung no habla mucho, pero se acerca más a él. Su cálida presencia a su lado, mezclada con la animada conversación que fluye alrededor de ellos y el alcohol que se mueve agradablemente a través de sus venas, hace que Jungkook se sienta verdaderamente feliz. Ese sentimiento de satisfacción se ha vuelto tan extraño para él, que le toma un momento darse cuenta de lo que es.

Pero luego mira el rostro iluminado de Taehyung, la suave curva de su sonrisa y la linda arruga alrededor de sus ojos cuando se ríe, y algo en la mente de Jungkook dice:

Ah

Después de que Yoongi murió, nada en la vida de Jungkook tenía sentido. Su vida cotidiana parecía errónea. Él se sentía erróneo, como una articulación dislocada que ya no encajaba perfectamente en la vida que siempre había conocido. Se había perdido en la oscuridad y el caos, buscando a tientas, tropezando y cayendo una y otra vez. Quizá es la bruma inducida por el alcohol lo que se ha asentado en su mente, pero Jungkook se pregunta si tal vez todo ese tiempo en la oscuridad, él había estado buscando algo que tuviera sentido. Ahora mira a Taehyung y se pregunta si tal vez lo ha encontrado.

—¿Qué estás mirando? —Taehyung se ríe, y Jungkook desvía sus ojos tardíamente. Él siente que su cara se calienta mientras mira hacia otro lado. ¿Qué se supone que debe decir? Él murmura algo sobre su cabello, y levanta la mano para quitarle el flequillo de los ojos a Taehyung.

—Gracias —Taehyung sonríe suavemente.

—No lo menciones —susurra. Un gemido justo al lado de su oreja lo sobresalta de su ensoñación y se gira para ver a Jimin, ahora a horcajadas sobre Jin en el sofá justo al lado de él.

—Oh mi..., —Taehyung se ríe.

—¿En serio? ¿Aquí mismo? —Jungkook grita, moviéndose tan lejos como puede de sus amigos, sin sentarse en Taehyung. La única respuesta que recibe, es Jimin agitando su corto dedo medio hacia ellos sin siquiera levantar la vista, devorando la cara de Jin.

Sentarse al lado de dos personas que se besan profundamente y se presionan contra el otro, no es una experiencia particularmente divertida, así que cuando él se encuentra con los ojos de Taehyung nuevamente, inclina la cabeza haciendo una mueca, —¿quieres ir a otro lugar?

Taehyung asiente, claramente tan ansioso como él por alejarse de sus amigos. Se levantan para abandonar el área VIP, y Taehyung se tambalea cuando se pone de pie, casi cayéndose, si no fuera porque Jungkook mantuvo una mano firme en su espalda. Antes de que puedan irse, Jimin y Jin se separan, respirando pesadamente como si ambos hubieran salido del agua en busca de aire, con una línea de saliva que conecta sus labios resbaladizos. Jungkook hace sonidos de náuseas.

La mano de Jimin está enredada en el cabello rubio de Jin, tirando de su cabeza hacia atrás. Él se vuelve hacia ellos, con la cara enrojecida mientras los mira con reproche —¿Ya se van a casa?

—Nah, —responde Jungkook—solo alejándonos de ustedes dos por un momento.

—¿Tienes a alguien que te lleve a casa más tarde? —Jimin pregunta. Jungkook no hace mención del punto de que todos habían caminado hasta aquí. Y él no sabe si Jimin siquiera puede manejar.

—¿No? ¿Esperaba que pudiéramos hacer lo usual y quedarnos en la tuya? — dice Jungkook, quien está seguro de que a Namjoon no le importaría que llegasen tarde a casa, pero que no quiere molestarlo.

—Me voy a quedar en la casa de Jin —dice Jimin con una sonrisa maliciosa, y Jungkook como que lo odia un poco, ahora mismo.

—Ambos son bienvenidos de venir también —dice Jin con las manos en el culo de Jimin, algo que Jungkook está tratando realmente de no notar.

Él mira a Taehyung, —¿Te parece bien?

Taehyung asiente, —Si está bien contigo, entonces está bien conmigo, Jungkookie —sonríe, y Jungkook siente que su corazón se agita.

—Está bien, está resuelto entonces —dice Jimin—ahora, si nos disculpan...

Él vuelve a meter su lengua en la garganta de Jin. Jin se aleja lo suficiente para decirles que estén a salvo y ellos le prometen que harán todo lo posible, al salir del área VIP. Él le envía un mensaje de texto a Namjoon para hacerle saber que se quedarán en casa de un amigo, algo que nunca antes solía hacer, y está a punto de guardarse el teléfono en el bolsillo, cuando éste vibra con un mensaje de texto.

Está bien, cuídate. N

Jungkook sonríe ante la respuesta de Namjoon, contento de que confíe en él.

Satisfecho de que su hermano no se preocupará por ellos, apaga el teléfono y se lo vuelve a meter en el bolsillo. Se está quedando sin carga otra vez, y espera que le dure toda la noche. Él levanta la vista para ver a Taehyung esperando pacientemente, canturreando mientras mira alrededor del club, con una sonrisa serena en su rostro.

—¿Listo? —Él pregunta y Taehyung asiente, sonriéndole. Se está balanceando ligeramente sobre sus pies, claramente un poco achispado.

—¿Podemos bailar? —Taehyung le pregunta dándole los ojos de cachorrito más adorables, y si Jungkook ya no quería darle el mundo, seguramente ahora lo haría.

—Claro, Tae —sonríe extendiendo su mano para que Taehyung la tome. Él solía ​​amar bailar, hace mucho tiempo, pero eso se había perdido en el camino con la mayoría de sus otras pasiones a medida que crecía y dejaba de preocuparse por cualquier cosa que no fuera Yoongi y el perseguir esa emoción. Sin embargo, ahora mirando la cara ansiosa de Taehyung, no puede esperar por bailar nuevamente.

La pista de baile está rebosada como de costumbre y, a medida que avanzan hacia el centro, se ven obligados a empujar a docenas de cuerpos sudorosos. Jungkook mantiene un firme agarre sobre la mano de Taehyung mientras lo lleva más cerca de donde suena la música, y las luces hacen que todo sea de otro mundo. El club de Jin de ninguna manera es tan rudo como la mitad de los otros en esta área, pero las marcas de Taehyung no hacen que él se destaque tanto como lo hacen normalmente.

BLACK MARKS [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora