BLACK MARKS [TAEKOOK]

15.

Por lo general, el apartamento que Jungkook llama su casa, está vacío. Su estado natural es el silencio. Técnicamente, se supone que vive con sus padres y su hermano, pero la mayoría de las veces, su familia está dispersa por todo el mundo con trabajo. De vez en cuando, su hermano mayor quien vive más cerca a solo una ciudad de distancia, pasa por unos días si está en la ciudad. Usualmente, a Jungkook le complace verlo, tener a alguien más en ese espacio demasiado elevado y grande, pero esta noche, realmente espera que Namjoon no esté allí. Le había dejado un mensaje de voz a Jungkook hace unos días, mencionando que podría pasarse por ahí pronto, por lo que es imposible saber si estará en casa o no. Teniendo en cuenta su estado mental en ese momento, su hermano estando o no estando en casa, había estado bastante bajo en su lista de prioridades y él había dejado reproducir la grabación meramente, con el mensaje fluyendo por ahí.

Pero es tarde y él está frío hasta los huesos. Por la forma en que Taehyung se estremece a su lado, está dispuesto a apostar que siente lo mismo. Ambos están exhaustos, completamente agotados, mental y físicamente, y dormir suena a la perfección en estos momentos. Lo último que quiere hacer es explicarle a su hermano por qué está llevando a un chico extraño y tatuado a su habitación a las dos de la madrugada, pero es un riesgo que tendrán que correr. También hay una sensación más silenciosa pero más potente en sus entrañas, una desagradable incertidumbre. ¿Cómo reaccionaría Namjoon? ¿Estaría él también disgustado por Taehyung?

Él mira a Taehyung quien se ve tan cansado y pequeño, hundido y Jungkook está aterrorizado de lo que el rechazo les haría a ambos. Independientemente de sus padres, Jungkook siempre ha sido cercano a su hermano y, si Taehyung le fuese repulsivo, su alma gemela, no está seguro de cómo lo manejaría.

Jungkook sacude la cabeza, alejando los pensamientos inquietantes por el momento. No puede permitir que lo abrumen ni puede dejar que Taehyung vea lo nervioso que se está poniendo. Él pone una sonrisa tranquilizadora en su rostro mientras toca el timbre, una vez que una búsqueda desesperada y en pánico de sus bolsillos, le revela que salió corriendo sin llevarse una llave. Ahora, ha pasado de dejar de temer que Namjoon esté en casa, a temer y también a esperar que él se haya aparecido en algún momento después de que Jungkook se fuera.

Los pocos segundos de espera son agonizantes y se siente como si el corazón de Jungkook estuviera a punto de salir de su pecho. Puede sentir que Taehyung se mueve inquieto a su lado, tal vez sintiendo sus nervios. Para tranquilizar a Taehyung, y tal vez a él mismo, se acerca y toma su mano. Su mente ya se está volviendo hacia su abuela, preguntándose si ella les permitirá quedarse por la noche si no pueden entrar a su apartamento. Tal vez debieron haber ido allí primero y no haber perdido el tiempo.

Taehyung levanta la vista, sobresaltado por un segundo, sus ojos se desvían de sus dedos entrelazados a la cara de Jungkook y de regreso otra vez. Luego, la más leve insinuación de una sonrisa nerviosa y fugaz pasa por sus labios y aprieta la mano de Jungkook de vuelta, en una muestra silenciosa de confianza que hace que su corazón salte. Antes de que Jungkook pueda pensar en algo que decir, el sonido de la puerta que se está desbloqueando llena el pasillo y hace que salten. Solo tiene tiempo de apretar la mano de Taehyung una vez más antes de que se abra la puerta para revelar a Namjoon, adormecido y dormido, que no luce demasiado complacido por haber sido molestado.

Jungkook se pone rígido sintiendo que Taehyung se pone tenso a su lado. De repente, es muy consciente de la mirada soñolienta de Namjoon en sus manos unidas. Su hermano parece despertarse a un ritmo rápido, dirigiendo su aguda atención a Taehyung, que luce más que nunca como un ciervo atrapado por los faros.

—Jungkook, —dice Namjoon eventualmente, aun mirando a Taehyung—¿Qué diablos?

La boca de Jungkook se seca, con su corazón tronando en su caja torácica. Taehyung aprieta su mano como un vicio, hasta el punto de que habría sido doloroso si Jungkook no hubiera estado tan atrapado en su conmoción.