BLACK MARKS [TAEKOOK]

30.

Jimin está esperando afuera cuando llegan. Jungkook no se sorprende, después de todo, le envió un mensaje de texto para hacerle saber que estarían en camino. Él está fumando, y el extremo encendido del cigarrillo es una chispa brillante en la oscuridad. Levanta la vista cuando los oye acercarse, y sus ojos se posan instantáneamente en Taehyung, apenas y dándole una rápida mirada a Jungkook. Él inclina su cabeza, y el humo brota de sus labios mientras estudia a Taehyung. Él da otra calada, y sus ojos se deslizan de nuevo a Jungkook. Él se adentra en el círculo de luz debajo de una lámpara que funciona, y la luz lo cubre, su cabello naranja brilla como un halo ardiente, con sus ojos oscuros fijos en ellos. Junto a él, oye la fuerte respiración de Taehyung.

—Jungkookie, —saluda, exhalando el humo en su dirección y Taehyung tose, lo que atrae la mirada divertida de Jimin de nuevo—No mencionaste a tu amigo.

Jungkook entrecierra sus ojos hacia Jimin, y si la sonrisa que se dibuja en sus labios es algo más, entonces él está jugando con ellos. Pero, de nuevo, ¿cuándo no está Jimin jugando con él? El uso de la palabra amigo, es un desafío para que Jungkook lo corrija. Él es consciente de Taehyung mirando entre ellos.

—Estoy bastante seguro de que lo hice —dice eventualmente.

Él lo está dejando de lado y Jimin lo sabe, pero parece dejarlo pasar, encogiéndose de hombros.

—Sí, pero no dijiste que era así de bonito —sonríe Jimin, dejando caer la colilla encendida en el suelo, aplastándola con el talón. Se levanta de la pared y da un paso hacia Taehyung. Él le extiende la mano para que Taehyung la agite, ofreciéndole una sonrisa coqueta, que pone los dientes de Jungkook al borde.

—Soy Jimin, —se presenta, y Taehyung mira de su cara a su mano y de vuelta a su cara. No hay forma de que se pierda las marcas negras en la mano de Jimin. Él mira a Jungkook, inseguro.

—Es un amigo, más o menos —Jungkook se encoge de hombros, y Taehyung mira a Jimin.

—Ese es Jungkook, siempre tan tímido, —sonríe Jimin—no dejes que su actitud fría te engañe, tenemos historia para contar. Lo conocí cuando era solo una ramita de niño que pretendía ser rudo. Solía ​​venir por aquí para pelear con chicos tres veces más grandes que él. Aunque para ser justos, todavía-

—Cállate, —se queja Jungkook antes de que Jimin pueda soltar más su lengua—Te conocí antes de que comenzaras a teñirte el pelo porque todo se te volvió gris.

Los ojos de Jimin se entrecierran, pero él sonríe, —Todavía tan mocoso como lo eras antes.

Taehyung todavía parece confundido, pero le ofrece a Jimin una pequeña sonrisa mientras se acerca para darle la mano y presentarse.

—Bueno, Taehyung, —Jimin prácticamente ronronea su nombre y Jungkook tiene que resistirse a poner los ojos en blanco—¿Por qué no nos dirigimos al interior por un segundo? Está congelando aquí.

Las peleas que Jimin acoge en su almacén, están en pleno apogeo cuando entran. Jungkook no había planeado quedarse mucho tiempo, pero no hay mucho que pueda hacer, ya que Jimin los guía más allá del griterío y las multitudes. El hedor del sudor es fuerte y cuelga en el aire, pero al menos enmascara el de la sangre. Un rugido atraviesa a los espectadores reunidos cuando alguien golpea el suelo con un ruido sordo.

Jimin está mirando por encima del hombro, hablándoles, moviendo los labios, pero todo lo que dice se pierde en la conmoción. Una neblina familiar golpea a Jungkook, acompañada por el olor de la sangre y el sudor, y una parte de él quiere saltar al ring allí mismo. Viejos hábitos y todo eso. Pero el impulso se desvanece y él, en cambio, lo ignora, centrándose en Taehyung.

Él está silencioso y prácticamente pegado al costado de Jungkook. A pesar del calor, se subió su bufanda de nuevo como si intentara desaparecer en su ropa, mostrando la menor cantidad de piel posible. Jungkook considera decirle que a nadie aquí le importarían sus marcas, en todo caso serían admiradas, pero él no cree que eso ayude. Jimin los lleva a una oficina fuera del área principal.

La oficina es cálida y cuando Jimin cierra la puerta detrás de ellos, el ruido estridente del exterior se desvanece en un rugido sordo y distante.

—Siéntanse como en casa —dice Jimin, haciendo un gesto hacia un par de sillas mientras se apoya en su escritorio. Jungkook se quita el abrigo, pero Taehyung no hace ningún movimiento para quitarse la chaqueta o la bufanda. Jungkook puede notar que Jimin se da cuenta, pero para su alivio, no le pregunta a Taehyung por qué. Jimin puede que sea entrometido y le encante chismear, pero Jungkook tiene que darle crédito de que sabe cuándo no hacer una pregunta. Tampoco hace más mención del hecho de que Jungkook solía frecuentar las peleas aquí, pero sospecha que Taehyung podría haberlo descubierto ya. Por el momento, Jimin solo parece curioso cuando los mira con ojos agudos y pícaros. Él se inclina hacia atrás en su cómoda silla de oficina, levantando los pies sobre su escritorio casi derribando un portalápiz.

—Entonces, Jungkookie, —Jimin rompe el silencio y aunque está hablando con Jungkook, está mirando a Taehyung—¿Qué te trae a ti y a tu lindo amigo por aquí? Tu texto fue tan breve como siempre.

Jungkook no puede decir si el leve sonrojo que brilla en la cara de Taehyung es del calor o de las palabras de Jimin.

—Me preguntaba si podrías hablar con Seokjin y hacernos entrar —Jungkook explica. Seokjin era bien conocido en la ciudad por ser el propietario de un exclusivo club nocturno al que Jimin a menudo había llevado a Jungkook cada vez que quería emborracharse, en el pasado. Era el tipo de lugar que le daba a ese punto dulce entre ser elegante y bien considerado, al mismo tiempo que conservaba ese borde sucio y peligroso, sin necesidad de arriesgar la vida cada vez que pisas la puerta. Entraron porque Jimin y Jin eran una especie de amantes / follamigos / amigos / socios de negocios, Jungkook nunca pudo deducir qué eran, y Jimin sorprendentemente, no había aclarado los detalles de su relación.

Jimin levanta una ceja, —¿Viniste todo este camino solo para que te metiera en un club? —Él pregunta con incredulidad. Jungkook sospecha que él había estado esperando algo más emocionante, como la eliminación de un cuerpo o al menos algo que representaba al menos un delito menor.

—Podrían haber ido ustedes mismos, a Jin le gustas y estoy seguro de que le gustará Taetae —Jimin hace un mohín, levantando los pies de su escritorio para girar en su silla, con el portalápiz tambaleándose peligrosamente.

—Él solo me soportó porque estaba contigo, —contesta Jungkook y él puede decir, por la ligera contracción de los labios de Jimin, que está encantado de escuchar esto—Además, no tenemos identificaciones ni nada, sería más fácil si lo llamaras —señala Jungkook y Jimin suspira dramáticamente, como si Jungkook le estuviera pidiendo algo extremadamente agotador en lugar de simplemente pedirle que haga una llamada telefónica.

—Supongo.

Jungkook está aliviado de que al parecer no tendrá que recurrir a la mendicidad o a más adulación para obtener un favor de Jimin. Jimin se detiene un momento, pensando. Mira a Taehyung y una sonrisa que no le gusta a Jungkook, se extiende en su rostro.

—Está bien, llamaré a Jinnie, —dice, pero antes de que Jungkook pueda agradecerle, agrega—Pero quiero algo a cambio, por supuesto.

Jungkook entrecierra los ojos. Estar en deuda con alguien como Jimin, nunca fue un lugar en el que Jungkook deseaba encontrarse a sí mismo.

—¿Qué quieres? —Pregunta con la esperanza de que Jimin simplemente pida dinero o algo así, pero debería haberlo sabido mejor.

—Quiero el número de Taehyungie —dice, y Taehyung parece sorprendido.

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