BLACK MARKS [TAEKOOK]

31.

—¿El mío? —Pregunta antes de que Jungkook pueda abrir la boca.

—Sí, el tuyo, muñeco —Jimin sonríe tendiéndole su teléfono a Taehyung.

—¿Por qué? —Taehyung pregunta, y sus ojos no revelan nada, pero su tono es curioso.

—Sí, —Jungkook hace eco—¿Por qué?

Jimin pone los ojos en blanco.

—Mírense ustedes dos, —resopla—¿Qué? ¿Ahora no puedo pedir el número de alguien? —Se vuelve hacia Taehyung y le ofrece una sonrisa encantadora—Pensé que podríamos ser amigos.

Jungkook está a punto de saltar en contra, pero luego capta la mirada en el rostro de Taehyung, en una mezcla conflictiva, atrapada entre ser cauteloso y ser tímido.

—¿Quieres ser mi amigo? —Taehyung pregunta en voz baja, tan abierto y vulnerable de una manera que Jungkook y sospecha él, que Jimin tampoco, están acostumbrados.

—Y-yo, uh, quiero decir, sí, por supuesto.

En todo su tiempo, conociéndolo, Jungkook nunca había visto a Jimin tartamudear, ni una sola vez. De hecho, nunca lo ha visto desprevenido, pero los grandes ojos de Taehyung parecen tenerle la lengua atada. Jungkook tiene que morderse la mejilla para no reírse. Eso es lo que él se merece.

—Está bien, —Taehyung sonríe y Jimin le entrega su teléfono, todavía luciendo un poco aturdido por el giro de los acontecimientos. Él mira a Jungkook mientras Taehyung teclea diligentemente su número, y Jungkook le lanza una sonrisa de suficiencia—Ahí tienes —Taehyung le devuelve el teléfono y Jimin asiente.

—Está bien, llamaré a Jin ahora —Jimin se excusa, dejándolos solos en la habitación.

—Nunca había visto a Jimin actuar así, —se ríe Jungkook—Nunca me pidió mi número, solo tomó mi teléfono y agregó el suyo.

—Es realmente bueno —dice Taehyung suavemente, con una pequeña sonrisa jugando en sus labios.

Jungkook resopla.

—¿Qué? —Taehyung pregunta, mirándolo.

—Nunca antes he pensado en Jimin como "bueno", eso es todo —responde.

Ciertamente, Jimin era una persona importante para él. Para bien o para mal, había desempeñado un papel estabilizador en su vida después de la muerte de Yoongi. Habían sido amigos, y de hecho, Jungkook había conocido a Jimin a través de Yoongi como Jimin había dicho, cuando era más joven, así que cuando él murió, Jimin era la única persona que podía siquiera acercarse a comprender por lo que estaba pasando. Él le había proporcionado un lugar y un propósito cuando lo necesitaba. Le había dado un lugar donde podía liberar todo el dolor que se había alojado en su pecho como una astilla fea, y tal vez esa no había sido la mejor solución para él, pero eso no era culpa de Jimin, no era su trabajo reparar a Jungkook, y aun así siempre se aseguraba de levantarlo cuando lo derribaban. Jungkook no siempre ganaba las peleas y de vez en cuando Jimin se quedaba tarde con él, limpiando la sangre de su nariz hinchada sin decir una palabra, presionando compresas de hielo en sus sienes, e incluso cosiendo una herida ocasional.

Jimin a menudo era astuto y reservado, era difícil de leer y Jungkook sospechaba que nunca habían tenido una conversación totalmente sincera y honesta entre ellos, pero si bien él podía tener un buen corazón enterrado en algún lugar en el fondo de su pecho, Jungkook todavía no lo consideraba un chico "bueno". En el mundo de Jimin, no valía la pena ser demasiado bueno con la gente, pero tal vez, a su manera, él lo era.

—Bueno, pensé que era agradable, —murmura Taehyung, bajando la mirada a sus manos. Se queda callado por un momento antes de volver a hablar—Nadie me llama bonito, ya sabes, guapo, hermoso, atractivo o algo por el estilo. A veces me dicen que soy bien parecido, como para ser alguien con tantas marcas. —suspira—La gente piensa que soy feo, por lo que sencillamente no quieren ser mis amigos, no quieren tener nada que ver conmigo. Apenas podía creerlo cuando te sentaste a mi lado ese día, y luego Namjoon me aceptó, y ahora Jimin quiere ser mi amigo, es... —Taehyung se detiene— eso es muy agradable.

Jungkook no sabe qué decir, por lo que se conforma con lo que espera que sea tranquilizador.

—Tal vez Jimin no es tan malo.

Como si escuchara su nombre, Jimin regresa a la habitación. Se cambió de camisa y ahora tiene una sonrisa pegada en la cara que parece decir que el juego apenas está comenzando.

—Tomen sus abrigos, chicos, —anuncia—nosotros vamos a salir esta noche.

—No pensé que esto sería una salida de "nosotros" —se queja Jungkook mientras salen a la fría noche.

—Oh, vamos, Jungkookie —Jimin lo arrulla, pellizcándole la mejilla lo suficientemente fuerte como para que le duela—¿Creíste en serio que Jin te dejaría entrar sin mí?

Jungkook suspira, —¿No fuiste tú quien dijo que él lo haría?

—Eres un mocoso, —se burla Jimin, haciendo caso omiso de su comentario, y quizás Jungkook está escuchando cosas o tal vez realmente él suena cariñoso—¿Por qué no puedes ser lindo como Taehyungie? —Jimin pregunta, moviéndose para unir los brazos con Taehyung, cuyas mejillas son de color rojo brillante detrás de su bufanda.

El club de Jin está a solo diez minutos a pie del almacén de Jimin, por lo que deciden caminar en lugar de intentar tomar un taxi. Jimin y Taehyung caminan delante de él calle abajo del brazo, con Jimin inclinándose para susurrar en la oreja de Taehyung. Lo que sea que le dice, lo hace reír, y su risa profunda retumba en la calle vacía. Jungkook quiere irritarse por el hecho de que Jimin está tan cerca de Taehyung, pero luego recuerda lo contento que Taehyung había lucido frente a la idea de hacer otro amigo, y todo en lo que se puede enfocar es en su risa, y cualquier irritación se desvanece. Mientras caminan, se encuentra sonriendo, mirando a Jimin y a Taehyung que ya parecen llevarse bien, hablar y reír.

Tan pronto como se acercaban, la vívida luz neón del club de Jin se derramó sobre el pavimento, y el ritmo sordo de la música llegó a sus oídos cuando doblaron la esquina.

—Aquí estamos —proclama Jimin como si ya no fuera obvio para todos. Pasan por la línea que se extiende por toda la calle y alrededor de la esquina. Algunos aspirantes de entrar al club les lanzan miradas sucias mientras ellos se saltan la línea, pero Jungkook le sigue la cuerda a Jimin y simplemente los ignora. Jimin se desenreda de Taehyung para saludar al corpulento guardaespaldas que les hace pasar, asintiéndole a Jimin a quien probablemente reconoce.

El letrero de neón rosado que parpadea sobre ellos mientras se dirigen hacia el interior dice "tóxico" acompañado de labios gruesos que se fruncen en un beso que ilumina el cielo nocturno. El fuerte olor a sudor, alcohol y algo más dulce los golpea en una ola cálida tan pronto como entran. Más brillantes luces de neón brillan en lo alto, dando a todos y todo un tinte rosado surrealista.

—Esperen aquí, —grita Jimin sobre la música a todo volumen de los altavoces—Iré por Jinnie.