Llego corriendo a la universidad porque mi malvado despertador no sonó y tengo 40 minutos de retraso, <<odio las impuntualidades>>. Entro al aula y todos voltean a verme -Señorita Vivas creo que se confundió de clase- me dice el profesor.
-Sabe usted que no permito que nadie entre después de mí, así que nos vemos mañana para el examen- Lo fulmino con la mirada y salgo.Me recuesto sobre la puerta y me agarro la cabeza para pensar que haré, mañana es mi último día en la carrera de enfermería y tenía que escuchar esa clase para poder hacer el dichoso examen final.
Sino me hubiera acostado tan tarde preparando la sorpresa para Antony hubiese llegado, pero no dejaré que nada ni nadie arruine nuestro aniversario número 4.
Ya que no pude entrar a la clase y en el hospital donde hago las prácticas me dieron el día, decido ir de sorpresa al trabajo de mi novio, antes de verlo esta tarde en la comida afrodisíaca que le tengo preparada. Aparco fuera de una floristería y ordeno un arreglo de girasoles <<sé que es cursi, pero deseo llenarlo de amor siempre>>.
Llego al edificio en construcción donde Antony debuta como ingeniero y no lo veo por ningún lado, los obreros me miran con asombro al ver el ramo en mis manos, << estoy tan enamorada que soy capaz de hacer lo que sea por este hombre>>. Subo al segundo piso donde tiene una especie de despacho acondicionado y escucho ruidos provenientes del baño, me acerco y abro la puerta.
El arreglo de girasoles cae a mis pies, y los ojos se me nublan con lágrimas. Ahí está él, follando con una chica sobre el lavamanos, al verme se separa rápidamente y grita mientras yo corro
-Dessi esperaa, puedo explicartelo, yo te amo cielo...-
La cabeza me retumba, bajo las escaleras de un salto mientras me repito mentalmente "el amor es una mier..."
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Rompí mi regla de oro
Literatura Feminina"Cuando escuché que el AMOR era la fuerza que movía el mundo, jamás imaginé que nosotros quedaríamos tan cerca" Un día reía en su país con sus amigos y su prometido, y al otro lloraba una traición a cientos de kilómetros. Dos años después, Dessire...