Hace un mes que dejé de cuidarme, he tenido sexo en todas las formas posibles e incluso he tomado una asquerosa leche de cabra en ayunas, pero nada ha surtido efecto. Mi madre es mi única aliada en esto, según ella debo esperar más tiempo, debido a que duré muchos meses protegiendome con anticonceptivos.
Esta noche cenaremos en casa de mi mamá, me pareció muy rara su invitación, ya que es miércoles y ella sabe que entre el trabajo, el gym y mi marido no me queda mucho tiempo, sin embargo aquí voy, manejando y cantando por toda la autopista.
Me encanta tener estos momentos a solas para mí, y sentirme como una niña; canto, meneo la cabeza y río al ver las expresiones de las personas al observarme.
Detengo el auto frente a la casa en la que viví desde que llegué a este país, y llamo a la puerta, al abrirse me quedó estática y asombrada.
-Mi princesa que alegría verte- dice mi papá abrazandome.
-Oh papá, como te he extrañado. ¿Qué haces aquí? ¿por qué no me avisaste que vendrías? Te podías haber quedado en mi casa, sabes que JuanPa no diría nada- hablo sin parar y él sólo sonríe.
-No pierdes la costumbre de atacar a la gente a preguntas mi niña... tranquila fue tu madre la que me invitó, pasa ya te contaremos-.
Entro más confundida que antes, ¡Mi mamá lo invitó! ¿Qué coño pasará aquí?. La encuentro removiendo una salsa en la cocina, la saludo y la manera en que esquiva mi mirada incisiva me hace confirmar que algo me esconde.
Como soy toda impulso no espero mucho para preguntar, -¿A ver quien de ustedes dos me explica que pasa aquí?- pregunto señalandolos con un dedo.
Se miran y se miran, finalmente mamá carraspea y dice:
-Bueno Dessi, sabes que David y yo hemos hablado a...- el maldito sonido de la puerta nos interrumpe.
Ruedo los ojos y detengo a mi padre que intentaba huir.
-Papá yo abro, ese debe ser Juan Pablo-.
Giro el pomo, y un efusivo beso me saluda. Sonrío. ¡como amo a este hombre!. -Qué rico volver a verte esposo mío, pasa-.
-Rico fuera si no estuviéramos en casa de tu madre-.
Su comentario me hace soltar una carcajada, últimamente anda más caliente de lo normal.
La llegada de JuanPa cambió el tema de conversación, entre la saludadera y mi padre queriendo hablar cosas de hombres, dejaron lo que me iban a contar de un lado.
La pasta a la marinera que hicieron les quedó exquisita, mis padres juntos suelen ser excelentes cocineros. Seguimos en la mesa hablando de temas triviales. No me aguanto más y los interrogo:
-Mamá, papá sigo esperando el motivo de esta cena-.
Esta vez es papá quien se aclara la garganta.
-Mi niña primero quiero que sepas que mi relación con Yolanda se acabó hace unos meses- <<Gracias al cielo>> pienso para mis adentros, la verdad nadie de la familia entendió como mi papá después de divorciarse con mamá, se fuera a vivir con esa mujer tan interesada y materialista.
-Elisa y yo hemos hablado mucho y...- ¡Joder! La puerta otra vez. ¿ahora quien coño será?.
-Yo voy- dice mi marido levantándose.
Esa típica bulla sólo tiene que ser de una persona.
-Ay mala prima, si no veo tu auto allá fuera ni me entero que estás aquí. Ya iba a llamarte tengo algo que contarte- me saluda Paola llena efusividad.
Me levanto y voy con ella hacia la sala, para sentarnos a conversar a gusto. Me tiende una hoja con una sonrisa amplia en su cara -Lee esto Dessi, estoy tan feliz-.
"Listado de las candidatas seleccionadas para representar a Colombia en sus diferentes departamentos:
Señorita Antioquia: Catalina Aponte
Señorita Cundinamarca: Vanesa Blanco
Señorita Bolivar: Paola Guzmán..."Grito con ella, no lo puedo creer. Sé lo que ha luchado por participar en el Concurso Nacional de Belleza y ya es un hecho.
-Estoy tan feliz por ti Pao, me encanta que logres lo que te propones. Ya sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, el hecho de que esté casada no significa que no soy la misma Dessi de antes-
Un carraspeo detrás de nosotras, nos hace voltear.
- Gracias por lo que me toca a mí- dice Juan Pablo muy serio. -No mentira, me alegro mucho cuñada, te lo mereces- murmura abrazando a mi prima.
-Es más voy a buscar café para celebrar- anuncio levantandome del sofá.
Al entrar a la cocina no puedo creer lo que mis ojos ven.
-¡Papá! ¡Mamá!- exclamo.
-De Dessi- balbucea mi madre, separando sus labios de los de mi papá.
-Dessi nada, explícame que significa esto Elisa Guzmán-
Después de un incómodo silencio, mi padre rompe el hielo.
-Bueno mi niña es simple, tu mamá y yo hemos decidido intentarlo, ella siempre fue el amor de mi vida, y sé que fallé, pero estoy arrepentido de eso, han sido tantos años juntos, que el amor supera todo... nuevamente seremos la familia de antes, sólo que ahora Deivis y tú están casados, así que sólo seremos ella y yo aquí, en este país iniciaremos una nueva vida-
No sé ni que responder, en cierta parte estoy feliz por mi mamá, porque sé que nunca ha dejado de amarlo, pero también sé lo que sufrió con su separación.
-Papá, mamá no soy quien para juzgarlos, disculpen mi reacción es sólo que me impresionó mucho. Ustedes son adultos y si sienten que pueden ser felices juntos después de casi 8 años separados, pues bienvenido el amor a sus vidas- respiro hondo para continuar hablando porque ya tengo ganas de llorar.
-Cuenten conmigo para lo que necesiten. Y tú papá- lo señalo- como la hagas sufrir otra vez, te juro que se me olvida que mereces mi respeto-. Todos reímos con la advertencia que acabo de hacer.
Nos infundamos en un abrazo de oso, me siento tan pequeña entre los brazos de los seres que me dieron la vida. No quiero ni imaginar la cara que pondrá Deivis cuando le cuente, ese sí quiso golpear a papá cuando se enteró que estaba con la Yolanda esa.
Por lo visto el destino está rompiendo mi regla de oro, al unir a varios de mis seres queridos en un mismo territorio geográfico.
Ahora sólo falta que en casa seamos tres, mientras tanto seguiré follando como coneja para lograrlo...
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Rompí mi regla de oro
ChickLit"Cuando escuché que el AMOR era la fuerza que movía el mundo, jamás imaginé que nosotros quedaríamos tan cerca" Un día reía en su país con sus amigos y su prometido, y al otro lloraba una traición a cientos de kilómetros. Dos años después, Dessire...