Capítulo 50: Pero ¿Cómo pasó?

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Lunes, bendito lunes, ¿por qué la gente se enferma los lunes?. Es casi mediodía y no nos hemos podido sentar ni un instante... Y eso que a mí no me corresponde estar entre los cubículos, sino supervisar a las chicas, pero como hoy la sala de emergencia ha sido un caos, tuve que ayudarlas, hay demasiados niños con un virus de fiebre.

Aprovecho que todos los pacientes están siendo atendidos, para irme a la sala de enfermeras, tengo los pies hinchados y me quiero sentar. Me recuesto en el sofá por cinco minutos, y caigo en cuenta que hace un mes nos mudamos a la casa nueva, estoy tan feliz con todo lo que nos pasa, aunque últimamente estoy peleando mucho con JuanPa, según él, yo estoy muy insoportable.

-Dessi, hey Dessi- escucho que me llaman a lo lejos.

Abro los ojos con dificultad y tengo en frente de mí a Leslie y Katty riéndose, desde que trabajo con mis mejores amigas, me encanta estar en el hospital.

-¿Y ustedes de que se ríen?- pregunto sentándome.

-Tú que dijiste que te ibas por 5 minutos, y después de una hora y media sin verte decidimos buscarte- dice Leslie cruzándose de brazos.

Pego un brinco, no puedo creer que me haya quedado dormida. ¿cómo?, ¿En qué momento?. ¡Oh Dios! Me van a botar por irresponsable.

Decido comer en mi puesto para tapar la falta. Pero la verdad no me provoca ni poquito esta comida, no sé que me pasó, que me quedó desagradable.

-Dessi pareciera que te estás comiendo un limón- me dice Lina, una de las enfermeras, a modo de broma.

Yo sonrío y veo como Leslie y Katty voltean a escudriñarme con la mirada automáticamente.

-Dessi no crees que deberías sacar cuentas- habla Katty. Levanto la mirada del plato, para ver a que se refiere.

-Estás muy dormilona, peleona, no soportas algunas comidas, y la semana pasada no viniste en dos días por tener vomito-

-Es verdad- grita Leslie que es más imprudente- Además tienes la mirada bonita como cuando...-

-Calléense- las interrumpo para que no digan nada - Yo embarazada no estoy, es imposible porque tengo un aparato desde que nació Ángel y el periodo me vino, me vino... ¿Qué fecha es hoy?- pregunto asustada.

Ambas ríen como si yo les estuviera echando un chiste y contestan al unísono.

-15 De marzo-.

¡Ay dios mío no! Esto tiene que ser una broma o una confusión. Estuve tan ocupada con la mudanza que no me di cuenta que tengo 17 días de retraso, <<yo no puedo estar embarazada>>, me repito mentalmente.

-Díganme ustedes, yo no lo quiero ver- .

Accedí por este par de arpías a hacerme la dichosa prueba, compré cuatro por si existe alguna duda. Tengo los nervios de puntas, estamos las tres metidas en el baño del hospital, y ellas no paran de hablar mientras esperamos los cinco minutos.

- No creo que haya un margen de error, pues las cuatro arrojaron lo mismo-

-Ayy ya dime Leslie- exclamo.

-Voy a ser tía otra vez, estás embarazada Dessi- grita ella.

-Pero, ¿Cómo pasó?-.

Katty se burla diciendo: -Bueno resulta que Juan Pablo y tú se la pasan follando como conejos y...-

No la dejé terminar cuando ya estaba llorando, yo quería otro bebé pero no ahora, no así sin buscarlo. Ángel David apenas tiene dos años. Sin embargo tengo una alegría en mi pecho, porque por fin voy a tener la oportunidad de decirle esa noticia a mi esposo, siempre imaginé que cara pondría él, cuando yo le dijera.

Otra cosa que me da felicidad es que ya voy a saber lo que son los síntomas de un embarazo, lo que es tener una barriga grande, sentir cuando se mueva, todas esas cosas que no experimenté con mi hombrecito.

Durante toda la tarde pensé en preparar una sorpresa para decirle a mi marido, pero después de darle tantas vueltas en mi cabeza, sabía que cuando lo viera esta noche no me iba a aguantar. Así que ya iba de camino a "Produced Music" con Angelito, afortunadamente tengo una amiga en una tienda de estampados y me ayudó con lo que tenía en mente.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, mi hijo se safó de mi mano para correr donde Doris, la asistente de JuanPa, ella era muy especial con él y lo llenaba de dulces.

-Doliss- gritó.

-Pero que alegría mi chiquitin- dijo ella cargándolo.

Al entrar a la oficina, Juan Pablo me observó extrañado detrás de la computadora, me acerqué para besarlo, porque sabía que seguía molesto conmigo por unas cuantas cosas que le dije esta mañana.

-¿Y esta maravillosa sorpresa mi amor.  No me digas que hoy hay alguna celebración y yo lo olvidé?- preguntó cargando a nuestro hijo, que acababa de entrar con Doris.

Negué con la cabeza, y me senté en frente de él, respiré hondo y le respondí.

-Ángel y yo te tenemos una sorpresa-.

Su cara de curiosidad me dio risa, estaba tan nerviosa que no sabía cómo actuar. Finalmente le di la caja que traía al niño para que él se la entregara a su papá.

JuanPa sacó primero su camisa, era blanca y tenía el símbolo de Superman junto a la frase "Eres nuestro súper papá".

-No entiendo Dessi. ¿Y esto?-

-Quítale la chaqueta a Ángel- dije señalándolo.

Me obedeció, tenía una camisa blanca con el mismo símbolo de Superman, solo que esta decía "Tú súper hijo N° 1", le pedí que revisara la caja nuevamente y esta vez sacó una mini camisa, al leer el mensaje me vio con los ojos aguados.

"Tú súper hijo N° 2".

- ¡Amor! no me digas que, que...-

Asentí con lágrimas en los ojos. Ángel le tendió la mano para mostrarle la prueba que le guardé en su bolsillo y dijo.

-Hermanito a mí-.

No cabía duda, la familia Echeverría Vivas tenía un nuevo integrante que nos llenaría de más amor y felicidad...

Rompí mi regla de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora