Es sábado y tengo guardia en el hospital, hoy le ha dado por enfermarse a todo el mundo, la sala de emergencia es un caos de niños llorando. Veo la hora y no creo que pueda salir almorzar con mi novio <<Que aterrador suena eso>>. Lo llamo para cancelarle y él tan especial como siempre lo entiende, aunque ya venía de camino a recogerme.
Media hora después, una de mis compañeras me cubre para ir al cafetín a comprarme un sandwich, porque creo que voy a desmayarme del hambre. Justo cuando camino a la salida viene él, con esos jeans ajustados que no dejan nada a la imaginación, me ve fijamente mientras sonríe.
- No podía permitir que mi novia pasara el día sin comer, traje pizza y coca cola-. Comenta al saludarme.
Defenitivamente se pasa de detallista, él sabe que esa es mi comida predilecta para los días de felicidad.
Le doy un rápido beso en los labios y me lo llevo a la sala de enfermeras, por fortuna está sola. Comemos mientras le cuento que mi mamá está encantada con que seamos novios.
-Mis padres también preciosa. Anoche mismo los llamé para contarles-.
La puerta se abre, entra una enfermera que no conozco, vé a Juan sin disimular mientras busca algo en su casillero y él le sonríe. La veo levantando una ceja y ella deja de mirarlo, cuando se va mi querido novio suelta una carcajada y pregunta; -¿Celosa mi amor?.
-¿Yo? Por Dios Juan Pablo como voy a estar celosa, no me dio celos verte en esa foto con tus amigas en la discoteca, mucho menos que una mujer te vea como si fueras un pastel de chocolate-. Le digo sin darle mucha importancia.
Él se levanta de la silla, se agacha a mi lado y me ve fijamente riendo.
- Tengo poco tiempo conociendote, pero si hay alguien que sabe cuando dices la verdad soy yo, tus ojos se ponen de un gris más oscuro y tu tono de voz cambia, no tengas miedo de admitir que te molesta verme con otra mujer cariño-.
Me levanto porque es tarde y debo trabajar, bueno y también porque lo que acaba de decir es cierto. Sí, sentí celos de que la arpía esa lo viera y él le sonriera.
Caminamos hacia la salida tomados de la mano, porque a Juan le encanta esas muestras de afecto, y no quiero seguir rechazándolo. Al despedirse me halaga diciendo:
-No te había visto nunca con uniforme, y debo decir que pareces un ángel vestida de blanco-. Sonrío y me despido de respondiendole que también está muy guapo.
.............
Ha pasado un mes desde que acepté intentarlo con Juan Pablo, la verdad no me puedo quejar, este hombre es todo un caballero, me llena de regalos, salimos y compartimos como cualquier pareja normal.
Hay un único detalle que me tiene de mal humor y es el sexo. Pues JuanPa no me ha vuelto a tocar desde que lo hicimos por primera vez en Panamá, el muy estúpido asegura que hasta que yo no le demuestre que lo quiero como él a mí, no haremos nada en el ámbito sexual, y creo que me voy a volver loca.
Yo sé que soporté dos largos años sin sexo, pero en esos momentos no tenía un hombre divino a mi lado que me besara y me dijera cosas lindas en el oído. Lo cierto es que no pienso rogarle, él solito caerá cuando ya no aguante más.
Salgo de la clase de farmacia. Cada vez me falta menos para terminar el dichoso curso, decido llamarlo porque no sé nada de él desde anoche que salimos a bailar con unos amigos.
-Preciosa buenos días, estoy en medio del rodaje de un vídeo, por eso no te podía llamar, te escribo luego- Habla rápidamente y yo solo logro contestarle que está bien antes de colgar.
No puedo negar que me estoy sintiendo feliz con esta relación, aunque el saber que rompí mi principal regla en el amor, no me deja avanzar con tranquilidad.
Ayer mientras estabamos en la discoteca conocí a Saul, un joven que JuanPa está produciendo, muy agradable por cierto, su música me encanta, claro será porque canta salsa. Conversamos un largo rato y me cayó tan bien que le conté acerca de mi regla de oro.
Él me aseguró que lo que para mí ha sido motivo de sufrimiento, para él ha sido felicidad. Resulta que Saul es hijo único, su mamá es cubana y su papá dominicano, él nació y creció en mi país.
Y el hecho de viajar tanto para estar con ambas familias, hizo que tuviera más amigos y personas especiales en su entorno. Según este chico; todo es cuestión de como apreciamos lo que la vida nos ofrece.
Sí que tiene razón, desde que me desperté esta mañana he pensado mucho sobre eso que me dijo, y la verdad me siento más optimista y segura para empezar amar a Juan Pablo Echeverría, o al menos intentarlo.
Como soy toda impulso, y actuo sin pensar, le escribo un whatsapp;
Juan Pablo
10:45am-Hoy es uno de esos días donde le agradezco a Dios por las bendiciones que trae a mi vida, y tú eres una de ellas. Te quiero novio-.
Pulso enviar, leo nuevamente el mensaje, y ya tengo ganas de borrarlo, espero no haber metido la pata con esa declaración.
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Rompí mi regla de oro
ChickLit"Cuando escuché que el AMOR era la fuerza que movía el mundo, jamás imaginé que nosotros quedaríamos tan cerca" Un día reía en su país con sus amigos y su prometido, y al otro lloraba una traición a cientos de kilómetros. Dos años después, Dessire...