He pasado el día corriendo de un lado para otro en el hospital, en el área de emergencia ocurre de todo. Pero a pesar del cansancio, soy feliz cuando los niños sonríen y dicen que se sienten mejor.
Llego a casa con el tiempo justo para cenar y arreglarme, no he sabido nada de Juan Pablo desde ayer, y eso me tiene inquieta.
Mis ojos grises me observan a través del espejo y sonrío, tengo que admitir que quiero impresionarlo con este vestido negro hasta el cuello, y escote en la espalda, que llega justo a mis caderas, dejando ver mi tatuaje en la columna vertebral.
Dejo mis rizos sueltos hacia un lado y pinto mis labios de un rosa suave, vuelvo a verme una y otra vez en el espejo y creo que el resultado final le gustará. Escucho la corneta de un auto y al asomarme lo veo recostado sobre la camioneta, <<Oh Dios es tan perfecto, que pareciera que lo hubiesen diseñado con un computador>>.
Salgo y su cara me hace sonrojar, no deja de mirarme con esos ojos color miel que me excitan, me acerco y lo beso en la mejilla con sensualidad.
-Buenas noches JuanPa, me alegro de verte- digo con voz ronca.
-Preciosa, hoy más que nunca ese apelativo te va de maravilla. Dessire me encanta como te ves- me halaga con su típica educación.
Subimos a la camioneta y lo veo de reojo, con esos jeans ajustados y americana negra, se ven tan bello y elegante. <<bueno Dessi él se ve bien así sea con una bolsa puesta>> me recalca mi subconsciente.
La disco no es a lo que estoy acostumbrada, esto es mucha elegancia; mujeres operadisimas y hombres tan perfectos que parecen de revista. JuanPa me presenta dos amigos junto a sus novias, y aunque se les nota el dinero por encima, son muy agradables.
Somos solamente 6 personas y ya vamos por la segunda botella de ron, el alcohol comienza hacer efecto en mí, y sé que tengo que bailar sino quiero terminar muy ebria esta noche. Me levanto para ir al baño y de regreso a la mesa, paso por la pista de baile con la intención de que algún hombre me invite a bailar, porque si Juan Pablo no lo ha hecho, yo tampoco lo haré, y en efecto un moreno me hace seña y comenzamos a movernos.
Cuando termina la pieza, ponen salsa, mi género favorito y quiero seguir bailando, busco nuevamente con la mirada al moreno, y nuestros ojos se cruzan; miel-gris gris-miel, me toma de la cintura y me dice al oído
-¿bailamos chica misteriosa?-.
Nos movemos al ritmo de la música, y lo hace muy bien, demasiado bien diría yo. Me dejo llevar poniendo en practica todo lo que me enseñó mi profesor de salsa casino cuando era una adolescente, y al levantar la mirada, veo como todos nos observan, nos hemos convertido en el centro de atención, al terminar la pieza nos aplauden, y yo debo parecer un tómate de lo sonrojada que estoy.
Me escabullo entre las personas y voy a la barra, pido un vaso de agua, y de repente siento como alguien se recuesta sobre vi, cuando intento moverme, su voz me hace cosquillas en el oído.
-Preciosa ten cuidado cuando te inclines, no me gusta que nadie vea lo que será mío-.
¡OMG! creo que si no tuviera pantis de algodón, ya me hubiera empapado las piernas, que excitante sonó eso de que seré suya y más aún, cuando siento su anatomía masculina entre mis nalgas.
Me separo como puedo y sonriendo le digo. -Me encanta la idea de ser tuya-.
-Y lo vas a ser Dessi te lo aseguro. Pero no en la forma en que tú quieres, no es a tu cuerpo a lo que me refiero. Tú serás mía en cuerpo y alma- responde tan seguro que hasta miedo sentí.
No digo nada y me voy hacia donde están los demás, Juan Pablo me está haciendo perder mi seguridad, en tan poco tiempo ha comenzado a quebrantar la coraza que me creé contra los hombres, y no se lo puedo permitir.
Decidimos irnos porque son las 5 de la mañana, y ya estamos un poco pasados de tragos, llegamos hasta la camioneta, siento que todo me da vueltas, él lo nota y me sostiene con una mano por la espalda, mientras con la otra abre la puerta para que entre, justo cuando voy a subir me resbalo y caigo recostada sobre el asiento, entre risas JuanPa me agarra de los brazos para levantarme pero yo lo impido y cae sobre mí.
Mira mis labios con deseo, como si luchara por no perder el control, y antes de que se arrepienta yo tomo la iniciativa y me acerco hasta sentir su respiración junto a la mía, él cierra los ojos y por fin me besa.
Nuestros labios se mueven al compás, su lengua busca mi boca, y se cruza con la mía, nos besamos con pasión y siento como su pene crece entre mis piernas. Su mano comienza a moverse por mi espalda y roza sus dedos con la fina tela del vestido hasta sentir mis nalgas y creo que me voy a correr, aquí y ahora en la camioneta de Juan Pablo.
Se detiene con la respiración entre cortada, pienso que va a cerrar la puerta para follarme aquí mismo, pero no, el muy imbécil se aleja del auto agarrándose la cabeza con las manos, y yo no puedo creer que me haya dejado así cachonda.
Entra al puesto del conductor, y no lo quiero ni ver, me toma de la mano y dice.
-Preciosa perdóname, esto no debió pasar, me dejé llevar por el deseo. Dessi entiende me traes loco desde que te conocí, me encanta tu forma de ser, toda tú... Y por tal razón el día que te toque será porque tú sientas lo mismo por mí, yo se cuáles son tus intenciones y créeme que el sexo no te llenará en absoluto-.
Tomo aire y no se que responder a esto que acaba de decir, hasta el alcohol se fue de mi cuerpo.
-JuanPa enserio quisiera poder decir que lo intentaré, pero esto es lo único que puedo ofrecerte- digo mientras me señalo el cuerpo.
-Eso del amor no va conmigo, discúlpame tú a mí, pero ya veo que no vamos en la misma sintonía-.
Dicho esto, bajo del auto y cruzo la calle rápidamente, tomo un taxi mientras lo escucho llamarme desesperadamente.
-Dessi ven, hablemos preciosa, escuchame...
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Rompí mi regla de oro
Chick-Lit"Cuando escuché que el AMOR era la fuerza que movía el mundo, jamás imaginé que nosotros quedaríamos tan cerca" Un día reía en su país con sus amigos y su prometido, y al otro lloraba una traición a cientos de kilómetros. Dos años después, Dessire...