Leyenda de la sirena y el pescador.

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En un capítulo anterior les hablé de una leyenda que hay sobre la cala dónde Ayoze lleva a Paula. He aquí la leyenda...


Según los viejos y pescadores del pueblo, ¡esa cala está hechizada!  Es el lugar dónde nació el amor y el lugar de encuentro, de dos almas traicionadas que vendrán a reencontrarse en cada vida para poder amarse.  La leyenda dice que antes que existieran las islas y sólo era mar y rocas, al llegar el ocaso, una sirena salía del mar a llorar su pena de amor. Se sentaba en la roca más grande, a llorar la muerte de su amado Tritón, en manos de Poseidón. El rey de los mares lo había matado, por haberse enamorado de la sirena y lograr que ella le correspondiera. Mientras la sirena lloraba, cantaba una triste canción de amor, para atraer a esa zona a los pescadores; qué hechizados con su canto y su belleza, terminaban muriendo y llenando la costa de restos óseos.


Erala venganza de la sirena contra Poseidón. A él no le importaba que ella hechizara los pecadores y ellos murieran de amor. La sirena vio que no le hacía ningún daño a Poseidón y un día le preguntó:  «¿Note importa ver la costa convertida en un cementerio?» Él le contestó: «No me importaba, mientras tú sigas siendo mía. Ninguno de esos pescadores, se ha atrevido a darte un beso de amor, ni ha conquistado tu corazón. El día que suceda, dejarías de ser mi sirena amada, y, por tu bien, te aconsejo no acercarte a los humanos, de lo contrario, el osado pescador y tú, van a conocer mi furia. No voy a aceptar te aparten de mi lado. Como tampoco voy a permitir por segunda vez, otro sea el dueño de tu corazón y de tu amor».


Ese día la sirena se dio cuenta, el objetivo no era conseguir que los pescadores murieran de amor por ella, sino que ella lograra olvidar su dolor y que su corazón volviera a sentir amor. Al día siguiente, como todas las tardes al llegar el ocaso, la sirena salia del mar a sentarse sobre la roca, cantaba y lloraba su pena por la ausencia de su amado Tritón, con la esperanza de que un pescador, quedara perdidamente enamorado de su belleza y con un beso de amor, la convirtiera en humana. Una tarde cuando el ocaso moría, la sirena lloraba desconsoladamente, un pescador que iba en su barco de regreso a su tierra, oyó su lastimoso llanto, arriesgando a que su barco se encallara, se acercó a la costa para ver de donde provenía el llanto.


Ahí sobre uno de las rocas, vio la más hermosa y perfecta de las criaturas, una mujer de larga cabellera que brillaba como el oro al llegarle el sol. Ella lloraba y sus lágrimas se convertían en perlas, al caer al mar. El pescador quedó perdidamente enamorado, bajó del barco, comenzó a nadar hacia ella, al llegar a su lado subió a la roca, sin decir palabra alguna, con sus labios fue limpiando sus lágrimas hasta llegar a sus labios, que besó con el amor más puro que podía existir en la tierra, de un hombre hacia una mujer. Ese beso la convirtió en humana, el pescador con pesar se separó de esos labios, después de embriagarse de tanta dulzura. Al mirarla vio sus ojos azules, eran dos lagos cristalinos que lo invitaban a sumergirse en ellos y adueñarse de su alma, al bajar la mirada para contemplar su belleza, vio que  ella estaba completamente desnuda.



El pescador se quitó la camisa, para cubrirle su cuerpo de nácar. La sirena vio que los ojos del pescador la miraban de igual forma que su amado Tritón, la miraban con amor.  Al verse desnuda y que había desaparecido su cola de pez, se le sonrojaron las mejillas de vergüenza, tímidamente esbozó una sonrisa con el corazón rebosante de felicidad. Al fin había logrado cumplir su venganza contra Poseidón y su sueño de ser mujer, poder conocer a los humanos y pasear por esos bellos lugares que desde el mar, había visto existían en la tierra. El amor de ese pescador, la había convertido en humana, había sanado el dolor de su corazón y cicatrizado las heridas de su alma. Ya no sería la sirena triste y atormentada, ahora sería la sirena que fue capaz de desafiar a Poseidón, demostrándole, ella no le pertenecía y podía encontrar de nuevo el amor.

Sirena del OcasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora