Mientras caminaban Ekret observaba los altos muros que rodeaban la ciudad. Tenían un estilo medieval muy bien definido. Lo único que lo diferenciaba era que en la ciudad se asomaba por todo lo alto un castillo con cuatro torres bien posicionadas de forma esquinada. En la torre más alta, que era en el medio de este, había un cristal en forma de prisma de color azul celeste.
Kayla intentaba hacer razonar a el joven para que se apresurara.
- Vamos, tenemos que ir al gremio! #Kayla
- *caminando tranquilamente*Muy bonitas las estructuras. Me recuerdan a las que estudiaba por mi portátil. #Ekret
- *ignorando lo que decía Ekret*. Oye! Tenemos que irnos al gremio de aventureros! *tono apresurado* Deja de pensar en las nubes! #Kayla
Pasan por la puerta inmensa de la entrada de la ciudad. Estaba constituida por rejillas elevadas hacia arriba y por puertas de madera gruesa que se abrían por los lados. Al pasar se podía ver un montón de personas alborotadas corriendo hacia las casas de hasta dos pisos que habían distribuidas por el lugar. El piso estaba hecho de piedras mal puestas. Caminaron un poco más pasando por toda la multitud hasta llegar a un edificio que poseía una altura de ocho pisos y una longitud de 20 metros. Se podría decir que era el tercer edificio más grande de la ciudad. Por las puertas salían hombres y mujeres de diferentes razas con armaduras, armaduras pesadas, ropas para mejor movilidad, túnicas, entre otros.
Kayla va entrar cuando se da cuenta de Ekret no la estaba siguiendo. Él estaba mirando, hacia arriba, el edificio intentando buscar su final en forma de pirámide. Le parecía algo bien hecho y a la vez fuera de lugar por la construcción. Sus pensamientos son interrumpidos.
- Oye, Ekret! Tenemos que entrar! Necesitamos estar informados de lo que pasó. #Kayla
- Yaa~ *no le presta atención*... Entra tú, yo estoy bien aquí *sigue buscando la punta del edificio*. #Ekret
- Qué!? Somos aventureros. Necesitamos ayudar a los demás en lo que necesiten! #Kayla
- Que concepto tan estúpido el tuyo. Además, yo no soy un aventurero. #Ekret
- Cómo!? No eres un aventurero? Entonces, ¿quien te dio la misión para rescatarnos? #Kayla
- Mi jefe. Acaso no escuchaste lo que te había dicho? #Ekret
- Pensé que estabas bromeando-... #Kayla
- Grave error. Yo siempre hablo enserio. #Ekret
Kayla estaba confundida y sorprendida. Jamás había escuchado de alguien tan fuerte como Ekret y que no fuera aventurero. Solo tenía una explicación.
- Acaso...eres...un héroe!? #Kayla
- No. #Ekret
- Mientes, verdad? #Kayla
- No. #Ekret
- Entonces-... #Kayla
- Dejemos ese tema *camina a una de las entradas*. Vamos adentro, quiero convertirme en aventurero para que dejes de hacer preguntas *tono molesto*. Está bien? *mirada seria hacia Kayla*. #Ekret
- S-sí *atemorizada*. #Kayla
Al entrar se podía ver como los aventureros se apresuraban. Tomaban las indicaciones de las recepcionistas que se encontraban detrás de unas rejillas. Todos portaban armas de diferentes tipos. Algunas poseían figuras únicas.
Ekret se dirigió a una de las recepcionistas. Llevaba una boina naranja inclinada a la izquierda y un uniforme sin mangas de color amarillo oscuro. Su pelo era largo y sujetado por dos coletas mal puestas. Por su constitución, era delgada y pequeña. Sus ojos eran parecidos al color del uniforme, solo que estos tenían algo carmelitano y a la vez rojo en el iris. Era de raza beast-man. Tenía orejas de zorro blanco más grandes que su cabeza con puntas negras, en la oreja derecha llevaba un arete dorado con forma de gota. La piel era blanca. Parecía ser la que menos atendía a los demás por su rostro medio triste. Ekret se acerca a ella. La recepcionista se percata y cambia su actitud.
ESTÁS LEYENDO
El Guardián de Las Tinieblas
FantasyGilberto es un estudiante de programación que le gusta mucho los RPG. Pero sufre de un problema grave. Él no habla con nadie, es un completo antisocial. Sus estudios los realiza en la PC portátil que tiene. La mayoría de las veces está encerrado en...