Las sombras causadas por los montículos mientras eran quemados comenzaron a expandirse y a volverse completamente negros como la tinta hacia los alrededores de Ekret. Koiko, reaccionando por sus instintos, rápidamente se detiene e intenta retroceder. Pero falla al ver que sus piernas son sujetadas por manos negras que lo sostenían hasta los muslos. Intenta deshacerse de las garras que lo aprisionaban de movimiento. Frente al hombre comenzó a emerger del suelo negro un perro oscuro con líneas rojas pasando por su cuerpo y algunos detalles amarillos y azulados, de cinco metros de alto y siete de largo, con garras negras muy brillantes; una irreal boca que se expandía hasta el cuello, formando en esta una horrible sonrisa mientras mostraba sus dientes puntiagudos y agudos como diamantes azabache; los ojos carmesí titilaban incontables veces fijando su mirada en la del guerrero atemorizado.
Koiko miró por unos segundos como aquella inmensa criatura emergía del suelo como si del agua tratase. Utilizando su arma comienza a puntear y cortar las manos que se hacían polvo cuando la hoja chocaba con estas. Riores se acercó lentamente mirando a su pobre presa intentando huir de su pequeña trampa. La boca del animal babeaba por la izquierda.
- *sonrisa siniestra y mirada sádica con tono burlón* Qué pasa? No dijiste que me ibas a dar de comer a los perros de tu rey? Olvidé decirte que yo también tengo una mascota, y creo que le daré tu cuerpo como almuerzo. Pero ahora que lo pienso, no creo que seas suficiente para satisfacer a Riores. Así que~, te importaría si te sirves tú mismo como entrante~? #Ekret
- *intentado deshacerse de las manos Sombras* Demonio!! Monstruo!! Tú no eres humano!! #Koiko
- Qué cruel!! Pero bueno, la verdad nunca ofende. Mira, tal vez te deje como juguete para mi hermoso perro. *volteándose y camina tranquilamente* Yo tengo que hacer algunas cositas muchísimo más importantes que andar con estúpidos sin cerebro. *extiende su mano derecha en forma de despedida* Chao chao~. #Ekret
- MALDITO HIJO DE PUTAAA!!! #Koiko
- *sigue caminando con rostro de aburrimiento y sueño* (No me afecta en lo absoluto su ofensa. Después de todo, vivo en un mundo donde no tengo madre. Jejeje.) Riores, ya sabes qué hacer cuando termines tu entrante. #Ekret
- Grruau!! #Riores
Ekret caminó como si no hubiera pasado nada hasta perderse por el humo de las llamas en las maderas. Él solo llevaba en su derecha la espada doble y el espadón colgado en su espalda. Miraba las personas muertas de su alrededor, la mayoría pobladores de la ciudad. Muchos tenían amputaciones, rasgos de espanto y miedo en sus caras. Algunos se veían chamuscados por el intento de escapar de su hogar convertido en una prisión de llamas. El chico llevaba un rostro sombrío por todo lo que acontecía. No sentía el dolor de otros, pero igual le era muy incómodo el ver sufrir gente que no hizo tanto mal en su vida. Se quedó pensativo mientras caminaba, hasta que se detiene por algo que no creyó ver en ese momento.
Enfrente de él había una niña de unos 10 años recostada a la fuente que solía sentarse, ella estaba cabizbaja. Su rostro estaba lleno de sangre y de moretones. Le faltaban dientes, y los que restaban estaban rotos. Le faltaba una gran parte de cuero cabelludo en la parte trasera, mostrando la piel carnosa. El brazo izquierdo estaba fracturado hacia atrás por el codo. Las piernas estaban chamuscadas y dobladas en sentidos opuestos. Los dedos de las manos estaban curvados hacia lugares incorrectos. El cabello era castaño y los ojos medio cerrados sin esperanza eran azules. Vestía una blusa rasgada la cual mostraba sus senos destrozados y muchas apuñaladas en el estómago.
El joven solo quedó mirando por un momento a aquella pobre niña, no sentía nada. Fue a rodear la fuente cuando se detiene por algo. Vuelve a mirar a la niña, esta vez fijándose en su rostro. Unas gotas caen de sus desalmados ojos pidiendo esperanza para su vida. Ekret caminó hasta ella y se agacha frente a frente. Aún se escuchaban el sonido de los metales chocar entre sí y los agobiados y agonizantes gritos, pero en el momento en que habló Ekret, pareciera que solo había silencio y eco para la niña.
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El Guardián de Las Tinieblas
FantasíaGilberto es un estudiante de programación que le gusta mucho los RPG. Pero sufre de un problema grave. Él no habla con nadie, es un completo antisocial. Sus estudios los realiza en la PC portátil que tiene. La mayoría de las veces está encerrado en...