La noche estaba silenciosa. No había un solo habitante que estuviese despierto en ese momento. Bueno, todos a excepción de las grandes cantidades de guardias que patrullaban y una persona oculta bajo una capa que miraba desde la entrada de la posada hacia una de las habitaciones rentables. Sudaba un poco, no por temor, sino por lo alerta que estaba de sus alrededor. Decide subir. Flexiona un poco sus piernas y luego, con algo de impulso, salta de forma tal que cuando cayó no hizo ruido alguno.
La ventana estaba abierta. Algo un poco confuso para aquella persona encapuchada. Lo pensó por unos segundos y luego entró. Dentro se veía un cuarto bien organizado, como si no hubiesen tocado nada en el lugar. Había un vela encendida. En la cama para una sola persona había un chico que llevaba puesto un abrigo negro y rojo con pantalones de tono negro brillante y calcetines negros. Tenía el pelo de color grisaseo. Estaba durmiendo boca abajo.
La persona que observaba atentamente al joven quedó algo confundida. Revisó su Mapa para confirmar que su objetivo estaba enfrente de él. Luego de ver que concordaba con el Mapa toma un pequeño suspiro. Extiende su brazo izquierdo y abriendo su mano se va formando una bola plateada que al cabo de nada se convierte en una espada larga de estilo japonés en el cual se podía ver una especie de pequeña ala donde unía hoja y mango. La espada brillaba un poco. Acercándose al chico y alzando la espada en posición de remate dice unas palabras con una voz baja y aguda.
- *voz baja* Lo siento. #???
- Ya te habías disculpado antes, sabes? #Ekret
El encapuchado, sorprendido, retrocede y salta hacia la ventana. Pero antes de poder saltar y escapar siente que es tomado de la mano y halado hacia atrás. El joven, tirando al encapuchado a la cama, se abalanza encima de este agarrándolo de ambas manos fuertemente con la izquierda y tapándole la boca con la derecha. En ese momento se escuchó un pequeño gemido de dolor de mujer. La capucha de aquella persona se cae mostrando dos orejas blancas de zorro más grandes que su cabeza con puntas negras, en la oreja derecha llevaba un arete dorado con forma de gota. La piel era blanca y sus ojos eran de color amarillo oscuro con toques carmelitanos y rojos. Su pelo negro estaba sujetado por dos coletas mal puestas. Quien había intentado atacar al joven fue la recepcionista del día anterior.
- Dime... *mirada aburrida y de sueño* eso fue control de Luz?..Bueno, no importa. Mira, te propongo algo. Yo te suelto, tú no me matas, hablamos tranquilamente y así resolvemos nuestros problemas. Te gusta mi propuesta? *sonrisa pequeña*. #Ekret
El silencio se alzó por unos segundos hasta que la chica asiente. Ekret retira su mano derecha y suelta sus muñecas. La recepcionista se levanta encima de la cama y vuelve a crear la espada plateada tomando posición defensiva en cuclillas, al estilo ninja. Se podía ver su vestido completo. Llevaba medias negras elásticas que se escondían bajo el uniforme y unos zapatos negros. Tenía una cola blanca con la punta negra como sus orejas.
(Algo paaaaareeeeciiiiiidoooo)
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El Guardián de Las Tinieblas
FantasyGilberto es un estudiante de programación que le gusta mucho los RPG. Pero sufre de un problema grave. Él no habla con nadie, es un completo antisocial. Sus estudios los realiza en la PC portátil que tiene. La mayoría de las veces está encerrado en...