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*No reproduzcan el vídeo hasta que yo les avise*
*NOTICIA: Leer a altas horas de la noche. CON AUDÍFONOS. A oscuras y, sobretodo, a solas...*
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Después de eso, ambos jóvenes se fueron a desayunar. Y esa misma tarde, se alistaron para regresar a la casa de Adeline.
Benjamin se estaba preocupando por Samantha. Él sabía que ella era muy empática y emotiva, pero esto era diferente. Nunca antes la había visto así por una historia. Y Samantha había oído, prácticamente, todo tipo de historias. Desde asesinatos y violaciones, hasta empresas cuyos productos farmacéuticos contenían fórmulas "no verificadas", que producían cáncer. La injusticia de las empresas poderosas. Sin embargo, a pesar de todas esas cosas, Samantha no había mostrado nunca su lado sensible y vulnerable, tanto como aquí. ¿Por qué? Esa era la pregunta que Benjamin se repetía constantemente, pero no se atrevía a preguntarle. No quería recordarle el despido, y mucho menos la injusta muerte de Amelie. Sería el detonante para estallar una bomba de llantos.
Mientras él iba manejando su BMW, de color blanco y de último modelo que había alquilado, pensaba sobre todo eso. A Benjamin le preocupaba que su amiga se involucrara tan emocionalmente en esto; pues, si ella sufría, él sufría.
—¿En qué estás pensando? -Preguntó ella, dirigiendo su mirada hacia su ventanilla. Estaba en el puesto de copiloto, y aprovechaba para observar el paisaje mientras él manejaba. Le encantaba hacer eso.
Sin embargo, Samantha se sentía intrigada. Pocas veces veía a Benjamin tan serio y tan callado. Cada vez que él estaba así, era porque algo rondaba en su cabeza una y otra vez. Después de conocerlo tantos años, no se le pasaba un detalle.
—Sammy, quería hacerte una pregunta -Contestó él, evadiendo su pregunta.
—¿Cuál? -Preguntó, sin apartar la mirada de la ventana.
—Ahora que, ya sabes... -Intentaba formularle la pregunta, sin la necesidad de recordarle el despido —En fin, ¿qué piensas hacer con la historia? ¿Planeas continuarla, o dejarla?
—¿Por qué preguntas eso? -Dirigió su mirada hacia él.
—No lo sé, Sammy. Por cómo la historia te ha afectado, las pesadillas... Esto te está afectando bastante. Recomiendo que deberías dejarlo -En ese momento, Samantha lo miró extrañada por esa sugerencia. No lo esperaba de él —Esto no te había pasado antes. ¿No crees que es mejor dejarlo así y ya? Sé que tiene sus partes difíciles; pero, a final de cuentas, es sólo una historia más.
—No puedo, Benjamin. Debo terminarla -Contestó, decidida —Esto es más que sólo una historia. Es mucho más que esto. Sé que sí. Algo me lo dice. ¿No te parece extraño que en mi laptop haya aparecido la palabra "Shellingtoonhood" sin que yo lo escribiera? -Él no comentó nada. Sabía que, cuando Samantha se decidía a hacer algo, lo terminaba. Refutarle acerca de eso sería una pérdida de tiempo, y tan sólo crearía tensión entre ambos. Además, necesitaba apoyarla en este momento tan difícil.
Sin embargo, esas palabras comenzaron a retumbar en el interior de Samantha. Era cierto, nunca antes se había visto tan involucrada sentimentalmente en una historia. Paulette, la niñez de Amelie y todo lo que le pasó posteriormente, le afectó profundamente.
Las ilusiones de Amelie, donde soñaba con un hermoso futuro al lado de su madre y su hermana menor, para luego ser destrozados por la triste muerte de su madre, y luego morir injusta y brutalmente, separada de su hermanastra menor y tirada a un hueco como basura, era algo que provocaba un remolino de sentimientos dentro de ella.
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La Sirvienta ©
HorrorLa inquientante historia de un pueblo aislado del mundo, cuyos habitantes desaparecieron sin dejar rastro en la década de los 80', llega a manos de Samantha Bush, una joven periodista cuya profesión peligra con desaparecer. En búsqueda de la verdad...