- Capítulo 63 -

315 33 12
                                    

_______________________________________

NOTICIA SUPER IMPORTANTE DESPUÉS DEL CAPÍTULO 64.3 ●
_______________________________________

_______________________________________

Aún no reproduzcan el vídeo.

(Se recomienda leer el capítulo anterior)

_______________________________________

¿O-Odette? -Preguntó él, sin quitarle la mirada de encima, sintiendo cómo el miedo aceleraba los latidos de su corazón, el cual presionaba constantemente contra su pecho. ¿Eres tú, verdad? -Volvió a articular, temiendo su respuesta; pero ella no respondía, sólo guardaba silencio y se limitaba a mirarlo, algo que lo inquietaba mucho más. Más te vale que no estés bromeando con eso, ¿m-me o-oíste? -Se impuso, fingiendo valentía, pero el temblor de sus piernas, provocado por el temor, lo delataba a plena vista, además del constante tartamudeo.

No has mirado a tu alrededor, Belmont. -Le dijo ella, con un tono de voz suave. Y él, despegando sus ojos de su supuesta hermana, miró a su alrededor y, para su infortuna sorpresa, se dio cuenta de que ya no estaban en el cuarto de Adeline, sino en su propia habitación, donde no había balcón alguno para escapar, sino sólo una ventana grande.

En shock, observó las múltiples botellas de alcohol que había vaciado y dejado por todo el piso. Y, asustado, sin poder creer lo que estaba viendo, se acercó a una de ellas y la tocó brevemente, sólo para verificar si eran reales, pues aún no creía lo que le estaba ocurriendo.

Y para su desgracia, confirmó con el tacto, que todo era real.

Bebí mucho... -Comenzó a quejarse, tratando de convencerse de que todo era una ilusión, un invento del alcohol, un mal juego por parte de su cabeza. Oh, Dios... bebí mucho... -Se quejó de nuevo. Y tomando la botella que tenía al lado, la lanzó contra la pared y colapsó. —¡BEBÍ MUCHO! -Gritó. Y luego de explotar en llanto, se dejó caer en el suelo, para luego agarrarse del cabello con fuerza. ¡QUIERO QUE PARE TODO ESTO! ¡QUIERO QUE SE DETENGA ESTE DOLOR! -Suplicaba, sollozando, con voz quebrada.

 —¡QUIERO QUE PARE TODO ESTO! ¡QUIERO QUE SE DETENGA ESTE DOLOR! -Suplicaba, sollozando, con voz quebrada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pero ella, desde la puerta, lejos de expresar compasión, le respondió:

¿"Dolor"? -Repitió. -Yo te mostraré algo que te hará sentir verdadero dolor. —Sentenció. Y en breve empezó a avanzar hacia él.

La Sirvienta © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora