*Aún no reproduzcan la canción de fondo.**Para una mayor experiencia. Leer a altas horas de la noche.*
Los rayos de luz comenzaban a iluminar el dormitorio de Samantha, provocando que ella se despertara.—¡La historia! -Despertó, exaltada —Debo terminarla antes de que... -Exclamó, aún adormilada. Luego, recordó la noche anterior; la llamada de Robert.
Se limitó a soltar un suspiro. Estaba totalmente despeinada y desanimada. Se sentó al borde de la cama para recordar una vez más todo lo que había pasado el día de ayer. La muerte de Amelie aún le dolía en lo más profundo de su corazón; y el despido, lo que más temía, había tocado a su puerta sorpresivamente el día anterior, en un momento inoportuno.
De pronto, recordó la cena con Benjamin y su baile con él. Una sonrisa se dibujó en el rostro de ella. Sentía algo en su corazón que no entendía.
Finalmente se levantó y se dirigió al baño. Se cepilló los dientes y se lavó la cara con abundante agua. Se quitó la ropa y se metió a la ducha para desestresarse. Al terminar, se vistió y bajó las escaleras.
Darelle, Benjamin y Adeline estaban desayunando. Ella, al llegar, los saludó.
—¿Descansaste, Sammy? -Preguntó.
—Demasiado -Respondió ella, estirándose. Se sentía animada y con energías.
—El desayuno está guardado en el microondas -Comentó, Adeline.
—Esta vez, cociné yo. Quería saber qué opinaría Darelle sobre mi talento en la cocina -Comentó Benny. Al oír eso, Samantha rió.
—¿Desde cuándo amas cocinar? -Preguntó ella, riendo.
—Ah, ¿te burlas de mí? -Preguntó él, riendo.
Ella tomó el desayuno y se sentó junto con ellos. Eran huevos revueltos con tocino y pan tostado. Un clásico. Comenzó a degustarlo, mientras observaba cómo Benjamin le sonreía sin parar. Se sentía colorada al ver que él no apartaba su mirada de ella, pero luego comenzó a incomodarse.
—¿Por qué tan feliz? -Preguntó ella, pero él no respondió, sólo seguía sonriendo —¿Benjamin, qué ocurre? -Preguntó, un poco molesta. Él seguía mirándola —Benny, me estás molestando.
*Para una mayor experiencia, reproduce la canción de fondo y escúchalo con audífonos *
—¿No te has dado cuenta aún? -Preguntó él.Ella no entendió la pregunta. De pronto, un haz de luz iluminó su mente. ¿No se suponía que Benjamin y Samantha pasaron la noche en el hotel que él reservó? ¿Entonces por qué ella amaneció en la casa de Adeline?
Su corazón comenzó a latir más rápido. Benjamin no sería capaz de tomarla ni dormirla para llevarla a otro sitio. Y si fue así, ¿por qué? De todas maneras, era poco probable. Nada tenía sentido por donde ella lo viera.
—¿C-cómo llegué aquí? -Preguntó ella, con cierto temor dentro. Pero ninguno de los tres respondían. Sólo la miraban fijamente.
De pronto, ella se percató de que ya no era de día, sino de noche. Las luces comenzaron a parpadear. Adeline y Darelle ya no estaban sentadas en la mesa. Samantha comenzó a sentir miedo. Las luces parpadeaban más rápidamente, y en cada parpadeo, el rostro de Benjamin se desgarraba cada vez más, mostrando su carne y dientes.
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La Sirvienta ©
TerrorLa inquientante historia de un pueblo aislado del mundo, cuyos habitantes desaparecieron sin dejar rastro en la década de los 80', llega a manos de Samantha Bush, una joven periodista cuya profesión peligra con desaparecer. En búsqueda de la verdad...