En el vuelo de primera clase, Samantha y Benjamin se encontraban sentados, uno al lado del otro.Ella, molesta, por supuesto, no le dirigía la palabra y su mirada se enfocaba el ventanal del avión que daba vista a las nubes. Él, por su parte, se limitaba a ver a su alrededor, incómodo por la situación, colocando sus manos en sus rodillas. Luego, decidió sacar su celular para leer algo hasta que una azafata llegaba a ellos con una carretilla de comida.
—Aquí está el desayuno, señor -Comentó, colocando la comida en la mesa.
—Muchas gracias -Dijo Samantha.
—Muchas gracias.
—Les deseo buen provecho.
Agradecieron y procedieron a comer. Benjamin, quien se había acabado su copa, tomó una botella de vino tinto que estaba en una cesta y se sirvió otra vez.
—Es dañino beber alcohol en el desayuno -Comentó Samantha.
—Díselo a los europeos... -Dicho eso, bebió un poco y siguió desayunando.
Esas fueron las únicas palabras que cruzaron entre ellos durante todo el viaje.
Rato después de acabar de comer, la comida fue recogida de las mesas y Samantha siguió observando las nubes desde la ventanilla del avión.
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La Sirvienta ©
TerrorLa inquientante historia de un pueblo aislado del mundo, cuyos habitantes desaparecieron sin dejar rastro en la década de los 80', llega a manos de Samantha Bush, una joven periodista cuya profesión peligra con desaparecer. En búsqueda de la verdad...